Por Isabel Vargas Torres
Es preocupante la conducta del presidente Noboa en España, según lo descrito en el periódico El Debate, que ha confirmado la veracidad de que el mandatario estuvo libando, pidiendo que lo llevaran a farrear y arrojando fajos de billetes. Irónicamente, ese dinero proviene de Ecuador, donde más de 2 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza y apenas sobreviven con $1.5 dólares diarios.
Estas acciones reflejan la postura del presidente, que derrocha los recursos de los ecuatorianos no solo al lanzar billetes, sino también al perdonar más de 2 500 millones de dólares a empresarios morosos y no se toman medidas para cobrar deudas pendientes al Servicio de Rentas Internas (SRI), incluida la deuda de 89 millones del grupo Noboa.
Pero además, se malgastan 60 millones de dólares al convocar una consulta popular solo para medir su popularidad, cuando los temas de seguridad son responsabilidad de la Asamblea Nacional para implementar reformas que son de corto plazo, ya que se necesita combatir la raíz que es la falta de políticas públicas para invertir en educación, salud, seguridad y generación de empleo. La presencia militar en las calles no ha logrado combatir la delincuencia, sino que ha desplazado los tipos de delitos, dando lugar al efecto cucaracha con un alarmante aumento de extorsiones y secuestros.
El referéndum propuesto pone en peligro la soberanía del país con el arbitraje internacional, lo que podría costarle a Ecuador más de 25,000 millones de dólares. Además, la idea de contratación por horas abre la puerta a formas de esclavitud moderna y, lejos de fomentar el empleo, este se fragmentará y tendrá el efecto contrario, a lo cual las organizaciones del Frente Popular y Unidad Popular hacen un llamado a votar NO.
Es responsabilidad de cada uno de nosotros exigir transparencia en la gestión de nuestros recursos. Mientras se derrochan los fondos, todos los ecuatorianos tendremos que pagar las consecuencias con el aumento del IVA.