Por Ruperto Venegas
Conforme el mundo va conociendo lo sucedido en la Comunidad de Valencia – España, donde las imágenes dan cuenta de la gran inundación producto de torrenciales lluvias, que, según algunas informaciones, las víctimas humanas podrían llegar a mil muertos, más desaparecidos y alrededor de 400 mil damnificados, con daños materiales enormes aun no cuantificados, por lo que se considera ya, una catástrofe humanitaria.
El fenómeno natural denominado Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), afectó a una amplia zona del sur y el este del territorio español. Se forma con los vientos que vienen del Polo norte y se encuentran con el aire caliente del Mar Mediterráneo, formando nubes enormes cargadas de mucha agua. Esta DANA, habría acumulado un «mar en el aire», que al llegar sobre la tierra se descargó, lo que significó que cayera en pocas horas el equivalente a un año de lluvias, provocando grandes riadas que arrasaron localidades enteras, cientos de personas fueron arrastradas por las corrientes dentro de sus autos, muchas ellas murieron ahogados, miles quedaron atrapados en edificios, supermercados, en sus sitios de trabajo. Fueron sorprendidos por la enorme inundación y poco pudieron hacer para salvarse.
DANA no es ajeno a los pueblos de España, las fuertes tormentas se producen sobre todo a finales del verano boreal y principios del otoño. Pero la magnitud de la producida este año, es una de las más destructivas que ha tenido esa zona. La DANA siendo un fenómeno natural que se sabía que existía, pero no se tomaron las medidas preventivas para estos casos.
Lo más grave es que la Agencia Estatal de Meteorología, advirtió días antes (domingo 27 ) del inminente peligro y que el martes 29 de octubre, en la mañana elevó al máximo el nivel de alerta, es decir, advirtió de «un nivel de riesgo para la población muy alto», pero las autoridades no adoptaron medidas excepcionales a las que estaban obligadas, es decir, No emitieron ordenes de evacuación, disponer de las fuerzas de seguridad para que atiendan a la población, la instalación del albergues etc. Aún más, las autoridades no solo no emitieron una alerta y menos evacuaron, sino que llamaron a continuar con las actividades normales.
El gobierno autonómico sabía lo que se venía y no hizo nada por salvar al pueblo. a las seis de la tarde le informaron que había grandes desbordamientos, pero no dijo nada, solo al 8 de la noche hablo de tomar medias, cuando ya era tarde, el agua arrasó e inundo todo.
Pero, además, días después de la catástrofe, tampoco el gobierno central hizo nada para auxiliar a la población, no movieron maquinarias, ni a las fuerzas armadas, no dieron ayuda financiera. La gente que se recuperaba del shock, en medio del dolor y el asombro, inmediatamente iniciaron la búsqueda de sus familiares, removían escombros, buscaban en sótanos, evacuaba agua, barría el lodo, todo por su propia cuenta, sin ninguna ayuda estatal. Miles de personas de ciudades cercanas con sus propias escobas, palas y mas instrumentos colaboraron en las tareas de rescate, limpieza y reparación, hasta done podían.
En medios de este doloroso y catastrófico escenario, se hicieron presentes con total desvergüenza, el Rey y su esposa, así como el presidente de España. Fueron a la zona cero de la catástrofe, con cero ayudas. Pretendiendo que, con su sola presencia podían mitigar el dolor del pueblo; pero lo que encontraron fue gente enardecida que le gritaban “asesinos, asesinos”, “eso no es democracia”, “ustedes no sufren lo que nosotros”, otros exigían que traigan alguna ayuda y otros les pedían que se vayan porque estorbaban en las tareas de limpieza, algunas personas lanzaron lodo a las majestades reales y al insulso presidente. Justificada acción popular frente al cinismo e inoperancia,
El pueblo valenciano recuperará la vida, sus bienes y un nuevo estado de ánimo, ha desmitificado la imagen de los reyes y del gobierno autonómico del derechista Partido Popular, del gobierno central de Pedro Sánchez, la gran solidaridad popular que los auxiliado con agua, con comida, cobijas y el apoyo directo, ha afirmado la idea de que solo el pueblo salva al pueblo.
En España como en nuestro país, las oligarquías buscan, en crisis o en catástrofes, sacar su tajada, ganar de las tragedias del pueblo. aquí como allá, dejan que la gente muera pudiendo salvarlas; así sucedió en la pandemia, así sucede hoy con la crisis eléctrica.