Falconí se va, los problemas en educación quedan

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Scarleth Tamayo

Presidenta de la Federación de estudiantes Secundarios del Ecuador FESE.

 

 

La Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador FESE, se pronunció frente a la renuncia del Ministro de Educación, Fander Falconí, producida este 22 de noviembre. Falconí pasa a la historia “como un correista más que dio continuidad a la improvisación y demostró incapacidad al igual que sus antecesores, poniendo en riesgo el futuro de millones niños y jóvenes” señala el comunicado firmado por Skarleth Tamayo, presidenta de la FESE.

En una carta llena de elogios para el Presidente, Falconí se vanagloria de las supuestas “bondades” de su gestión: Habla de supuestos éxitos en la campaña “Todos ABC”, pero no habla del millón de jóvenes que se han quedado fuera de la universidad; dice que se siguen construyendo unidades educativas, pero nada respecto de que de las 6 000 Unidades Educativas del Milenio y 200 Unidades del “Siglo XXI” que ofreció el correísmo, de las cuales sólo hay 97 UEM, 50 del “Siglo XXI” y el 80% presentan fallas estructurales.

El comunicado cuestiona también que el 56% de los casos de abuso sexual que no fueron concluidos, ni resueltos, denuncia que cerca del 50% de los colegios no cuentan con Departamentos de Consejería Estudiantil, como manda la Ley y que el 80% de las autoridades fueron puestas a dedo.

Evocando “la alegría y el buen humor” del presidente, parecería que don Fander se retira del Ministerio “muerto de la risa”, dejando inconcluso el tan anunciado “Acuerdo Nacional por la Educación” en el que nunca se propuso escuchar a las y los estudiantes.

Falconí se va sin resolver los problemas de la educación. Mientras él se “lava las manos”, los estudiantes seguimos presentando propuestas como la reforma a la LOEI, un nuevo bachillerato, democracia y respeto a nuestros derechos, entre otros importante aspectos que fueron discutidos y resueltos en el 18 Congreso Nacional de la FESE efectuado hace pocos días en Portoviejo.

Seguimos diciéndole al gobierno: ¡Escúchame, quiero nueva educación!, concluye el comunicado

 

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