Fiebre del oro y corrupción

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Fiebre del oro y corrupción

Por Mariano Santos N.

Hace algunos años, estando en la provincia de Esmeraldas,  algunos geólogos nos preguntábamos el por qué los ríos Santiago y Cayapas tenían bastante oro en sus sedimentos aluviales, es decir en los lechos de sus ríos; y, respondíamos de inmediato , que este oro no tenía su origen allí , pues el mismo había sido transportado desde sus fuentes originales es decir, aguas arriba, desde la cordillera andina en las provincias de Carchi, Imbabura o Pichincha; dicho de otra manera el oro de esmeraldas era de origen secundario y, habría que buscar su fuente, el oro primario, aquel que se encuentra impregnado en las grandes masas rocosas.

Es precisamente lo que se ha encontrado en estos últimos años en la provincia de Imbabura, el oro en esos yacimientos primarios tanto en Buenos Aires como en la concesión de la compañía Solgold, en la mina llamada Cascabel, que según sus voceros sería la tercera mina de oro más grande del planeta, la segunda de plata y la sexta de cobre, aunque cuidado con la sobrevaloración, que es una forma de especulación…

Del oro en los ríos esmeraldeños existen reseñas históricas que datan desde la época pre colonial, durante hasta los presentes días; en cambio de Imbabura poco o nada es lo que se conoce, salvo lo publicado a fines del siglo XIX, por el científico alemán Teodoro Wolf quien escribió el libro «Geografía y Geología del Ecuador”, en 1.892, en donde ya habla, aunque de una manera muy discreta, de estos yacimientos en estas provincias norandinas.

Desde inicios del 2017, la vida en la parroquia La Merced de Buenos Aires, en el cantón Urcuquí cambió notablemente. Cuentan los comuneros que comenzaron a encontrar en las quebradas fragmentos de un mineral entre blanquecino y translúcido, denominado cuarzo. Con el tiempo estos fragmentos de cuarzo los encontraron con una pequeña pepita de oro impregnados en los mismos. Poco a poco se corrió la voz y los comuneros comenzaron a explorar las quebradas aledañas y, encontraban más y más; hasta que las voces corrieron a otras partes del país y, es así, como pequeños mineros de otras partes del Ecuador, como por ejemplo de los asientos mineros tradicionales de Zaruma-Portovelo, Nambija, Ponce Enríquez, etcétera vinieron a la zona y, al darse cuenta que era una área potencialmente aurífera muy prometedoras, se instalaron allí. Las voces seguían corriendo y cada vez eran más y más los mineros desempleados, curiosos, aventureros, que venían y se asentaban en esta parroquia imbabureña.

El hallazgo de oro, que se encontraba en las montañas, desató la FIEBRE DEL ORO, atrajo  no solamente a ecuatorianos sino también a extranjeros, la mayoría residentes en el Ecuador que se en la zona, colombianos, peruanos y venezolanos.

El denominador común de esta gran masa de gente es que se trataba de personas sin trabajo, desocupados o sub ocupados, que intentaban de esta forma ganar algo de dinero para el sustento de sus familias; es decir, la gran mayoría, más allá del 90% de estos ciudadanos eran asalariados, verdaderos obreros mineros y una pequeña minoría eran inversionistas pequeños y medianos que contrataban a esta gran masa laboral.

Alguna vez, un pequeño minero me relataba, que al no hacer presencia alguna la policía, tampoco el ejército, y al tratarse de la explotación de un mineral muy preciado, significaba que ellos debían tomar los recaudos de seguridad por su propia cuenta. Esto explica el por qué la gran mayoría estaban armados, no se diga los que transportan el preciado mineral, armados hasta los dientes»…

Esto no es nuevo, ya ha pasado antes en otras partes del mundo, como en Norteamérica la fiebre del oro en el oeste y, en Sudamérica el dorado.

Tal vez el ejemplo más elocuente es el propio oeste de los Estados Unidos, en el siglo 19 donde la “fiebre del oro” significó la llegada de centenares de miles de inmigrantes, no solamente de los propios estados unidos sino de varios países del mundo, América Latina, Europa, Asia y hasta Australia, con un denominador común: todos estaban armados(se cree que cada aventurero, curioso o minero tenía por lo menos un arma, entre carabinas, revólveres, etc.) y, por eso la aparición de los famosos pistoleros donde la ley del revólver se imponía, que incluso han sido llevados al cine por Hollywood.

En otros países como los vecinos Colombia, Perú, Bolivia, existen también verdaderas leyendas sobre las explotaciones mineras.  En nuestro país, en las recientes décadas, existen las experiencias de asientos mineros como los de Nambija, Ponce Enríquez, que ejemplifican lo que estamos aquí relatando.

En muy poco tiempo, el pueblo de Buenos Aires, que no contaba con más de 1 800 habitantes, de pronto tuvo que convivir con más de 10.000 personas y cambiar drásticamente algunos hábitos y costumbres.  Con los nuevos visitantes el dinero comenzó a circular en forma acelerada y como es «natural» donde hay mucho movimiento de dinero, comienzan a aparecer algunas cosas, cositas y cosotas; es decir comienzan aparecer la delincuencia, las drogas, la misma prostitución. Lo de la droga no es nuevo, pues por ejemplo la hoja de coca era utilizada desde tiempos inmemoriales por nuestros indígenas, principalmente en las serranías, que la utilizaban como un complemento para sus faenas en las que debían realizar grandes trayectos de caminata o simplemente en labores duras en sus actividades agrícolas.

Cuando vinieron los españoles en busca de oro, comenzaron a explotar muchas minas, principalmente de oro y para hacer que sus indios esclavos trabajen más de lo normal, comenzaron a utilizar la coca ya no como lo hacían los indígenas como un complemento, sino como una droga al servicio del sector dominante y explotador.

Con la presencia de la droga, de armas, de la delincuencia, apareció también el comercio ilegal del mineral, los mineros comenzaron a llevar grandes toneladas de roca a otras partes del Ecuador, principalmente a Zaruma-Portovelo, para procesarlo en las plantas de refinación y extraer el codiciado oro. Al darse cuenta de esto, varias autoridades corruptas dijeron que estaban en presencia de un negocio muy lucrativo y por esta razón comenzaron entonces a cobrar «peaje», ¿diezmos? a las grandes volquetas que transportaba el material y, ¿el gobierno?, Bien gracias.

Una pregunta: ¿acaso existe alguna autoridad detenida por estos actos? Es indudable que si el gobierno – a través del viceministerio de Minas, de la estatal minera (ENAMI)- hubieran intervenido a tiempo, tendrían réditos de tipo económicos, si se hubiera implementado una empresa comunal mixta, con los pequeños mineros, para su explotación racional, con participación mayoritaria del Estado (51%), con asesoría técnica, legal, ambiental  y, réditos social-laborales, pues se daba trabajo a miles de obreros mineros, que hoy día han pasado a la desocupación o subocupación.

Que en menos de dos años una población haya pasado de 1 800 a 15 000 o más habitantes muestra que alrededor de una mina de oro se generaron dinámicas migratorias y cambios sociales y económicos extraordinarios, decía por allí un sociólogo, sobre todo porque conocer mejor el fenómeno de la minería ilegal, considerando que los trabajadores que se dedicaban a las actividades estaban ahí por su situación económica era un imperativo.

Pero, a esta problemática, el subsecretario de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Diego Tipán, la contrastaba: «los tentáculos del crimen organizado que están en constante transformación y que cada vez muestran más ingenio para vincularse con actividades económicas fuera de la Ley». 

La gran prensa, las grandes mineras y el propio gobierno se encargaron entonces de satanizar a los mineros, preparar a los ecuatorianos, en el sentido de que en esta pequeña población ecuatoriana había toda la perversidad del mundo, traficantes de drogas, de personas, delincuentes, mafiosos tanto ecuatorianos como extranjeros que se dedicaban a una actividad ilícita, perjudicando a todo el País, comenzando a los propios lugareños y, por lo cual ameritaba con urgencia la expulsión de todos esos invasores malignos…

¡Pero, claro!, El FMI ya está en casa! Y exige abrir las puertas ventanas y techos para qué ingrese el capital extranjero ¡ah, la mesa SERVIDA!

Por eso decía Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense de visita en Ecuador, “Moreno es un muchacho muy servicial y obediente, acaba de sacar una nota de 10 sobre 10 en los deberes que le (im) pusimos…”

Entonces, se trata simplemente de limpiar, de allanar el camino para que grandes transnacionales

mineras se asienten en el lugar, incluso ahorrando trabajos muy costosos, como son los de prospección y exploración, que ya lo han realizado los pequeños mineros.

Pero, para que venga las grandes transnacionales y se adueñen de estas riquezas, se hace necesaria la presencia también de intermediarios. Según muchos expertos mineros, en el Ecuador la gran minería no se ha desarrollado, debido a la presencia de estos intermediarios que no son sino grandes especuladores que se dedican a la compra, recompra, venta y reventa de áreas potencialmente mineras, cotizan especulativamente en las diferentes bolsas de valores con esas áreas, y como producto de esa especulación (¡felizmente!) la actividad minera a gran escala no ha podido sentar sus bases en el Ecuador. El propio viceministro de minas, Fernando Benalcázar, resalta que en el Ecuador hay más especuladores mineros que en las mismas bolsas de valores…

El 11 de diciembre del año 2017[1], es decir a menos de siete meses de haberse posesionado en su cargo Lenin Moreno recibía en Carondelet al hoy Prefecto de la provincia del Azuay, Yacu Pérez y a una numerosa comitiva indígena que venían culminando una gran marcha en defensa del agua y contra la explotación minera desde la provincia de Zamora que llegó a Quito para exigirle precisamente al gobierno de Moreno un alto en las actividades extractivas mineras, principalmente aquellas que son a gran escala y que afectan entre otras cosas a las fuentes primarias de agua. Moreno, no sólo que los recibió muy amigablemente, sino que declaró de una manera muy solemne que había dado la disposición de cerrar, a partir de ese día,  lo que se denomina el catastro minero. El catastro minero no es sino el registro donde se inscriben todas las concesiones mineras sean estas pequeñas medianas o grandes. Más aún, el propio Moreno, se vanagloriaba días después que se habían resarcido al Estado más de 2 000 concesiones mineras [2] y, reiteraba…

“Con la presencia de ustedes dije ni una sola (concesión) más”, señaló Moreno al recordar que debió pedir la renuncia del exministro de Minería, Javier Córdova, por haber continuado con la entrega de permisos», aunque Córdova renunció días antes del referendo del 4 de febrero, en el que los ecuatorianos aprobamos, entre otras propuestas, prohibir la minería metálica en áreas protegidas, zonas intangibles y centros urbanos. Inclusive el propio Moreno alardeaba que la explotación de recursos deja un centenar de ríos “severamente” contaminados en el país y más tarde, desde Morona Santiago, presentó el programa “Reverdecer Ecuador” para la conservación ambiental y reforestación.

Qué lindo discurso, pero… qué lindo doble discurso!; por eso es que según una encuesta de hace pocos días, MÁS DEL 80% DE LOS ECUATORIANOS NO CREEN EN LA PALABRA DE SU PRESIDENTE!; Justo a los pocos días de estas frenéticas declaraciones de Moreno , algunas áreas mineras fueron concesionadas: Se entregaron nada menos que 6 concesiones y, una séptima está por entregarse en la misma provincia de Imbabura, una de ellas en la misma zona de Buenos Aires donde están los pequeños mineros,  a una empresa llamada Hanrine (ver cuadro N°1), que tiene algunas cositas que ya vamos a analizar.

Cuadro N° 1.

CONCESIÓN CÓDIGO UBICACIÓN EXTENSIÓN (Has) FECHA DE INSCRIPCIÓN
IMBA01 40000153 Parroquia La Merced de Buenos Aires, Cantón San Miguel de Urcuquí – Ibarra 3891 12/01/2018
IMBA02 40000154 Parroquia La Merced de Buenos Aires, Cantón San Miguel de Urcuquí – Ibarra 4810 15/01/2018
IMBA03 40000182 Parroquia Carolina, Cantón Ibarra – Ibarra 4965 15/01/2018
IMBA05 40000315 Parroquia La Merced de Buenos Aires, Cantón San Miguel de Urcuquí – Ibarra 4960 12/01/2018
IMBA06 40000316 Parroquia La Merced de Buenos Aires, Cantón San Miguel de Urcuquí – Ibarra 594 12/01/2018
AMADORES 40000372 Parroquia Carolina, Cantón Ibarra – Ibarra 3962 01/03/2018
DAYANA (En trámite) 40000486 Parroquia Lita, Cantón Ibarra – Ibarra 3850  
Total 27032

Fuente: Catastro minero. ARCOM (agencia de regulación y control minero)

Como se puede apreciar en el cuadro, esta «empresa» obtuvo en un abrir y cerrar de ojos, en pocos días (contando a partir del cierre o suspensión de las concesiones mineras) del 11 de diciembre de 2017 5 áreas, denominadas imba, correspondiendo a imba 02 la zona donde estaban los pequeños mineros de Buenos Aires; y, poco después en 1 de marzo su sexta concesión denominada Amadores. Es de anotar que compañías mineras muy conocidas como el caso de la estatal chilena Codelco tiene en la provincia de Imbabura la misma cantidad de áreas que esta empresa, pero obtenidas antes del 11 de diciembre de 2017 en mención.

Normalmente, el trámite para la concesión, llamado Título minero, se lo tiene luego de varios meses de trámite, que pueden ser 8 o más; incluso, quien escribe estas líneas conoce el caso de un profesional que tiene ya años en estos trámites (más de 4 años), pero, al no contar con $20 000 que le piden como «contribución», no puede hasta ahora legalizar su área.

Hanrine es una empresa australiana «de papel», ¿minera?, pues su capital de inversión es de apenas $12.500 ( ver cuadro N° 2) y tiene su principal socio que aporta con $125; si, solamente $125. Cómo es posible que en una actividad como la minera, en donde se invierten decenas, centenas de millones de dólares, se tengan capitales de inversión modestas. Respuesta: pues simplemente porque son empresas de papel, especuladoras,  como ya lo manifestó el propio viceministro de minas . .

Cuadro N° 2.

ARBOL ACCIONARIO DE PERSONAS

NRO IDENTIFICACIÓN NOMBRE NACIONALIDAD TIPO DE INVERSIÓN CAPITAL RESTRICCIÓN
1 SE-Q-00005535 OFFSHORE EXPLORATION HOLDINGS PTY LTD AUSTRALIA EXT. DIRECTA 12375 N
 al 2 488207408 DE MIGUEL III CARLOS MIGUEL ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EXT. DIRECTA 125 N

Fuente: Superintendencia de compañías.

Pero, hay otras cosas interesantes…

¿Quién es ese enigmático e influyente socio de esta minera australiana?; ¿El principal socio, aquel que aporta solamente $125 a la empresa minera?, es Carlos de Miguel III, ciudadano estadounidense que al parecer trabajaba con Rafael Correa en su seguridad. Según el portal  Plan V[3] su empresa de seguridad llamada blue cell, daba la seguridad a Assange en la embajada en Londres y también a la hija de Correa, Sofía, cuando estudiaba en París…  al parecer, Correa tenía debilidades por los estadounidenses que estuvieron en Vietnam… pues hay otro caso , él de Williams Phillips , dueño de una modesta empresa llamada Azul , que laboraba en Petroecuador en negocios de limpieza y comida, con contratos de unos pocos centenares de miles de dólares;  con el pasar del tiempo  esta empresa  se hizo poderosa  y muy especializada  en trabajos de alta  tecnología,  con contratos ahora de centenas  y centenas, no de miles, sino  de millones  de dólares  y  es una  de  las  involucradas  en el famoso «arroz verde»  y ,  otros menús  alimenticios…

Notas.

[1]. Tras cita con CONAIE, Lenin Moreno detiene concesiones mineras. El Universo, 11 de diciembre, 2017.

[2]. Ecuador revierte 2 000 concesiones mineras. El Comercio, 28 de febrero de 2018.

[3]. Ecuador financia con gastos reservados el espionaje de Julián Assange.  Plan V, 14 de mayo del 2018.

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