Por David Rosero
Mientras diferentes países del mundo suspenden el pago de la deuda externa, fortalecen sus sistemas sanitarios públicos, entregan gratis mascarillas, medicina y alimentación; otros masifican las pruebas gratuitas de COVID-19, aplican las requisiciones de insumos médicos, disponen reorientar la producción nacional ante la pandemia y ponen los hospitales privados al servicio accesible de la población; en el Ecuador lamentablemente el gobierno y su tristemente célebre ministro de economía pretenden retrocedernos 20 años; a una crisis mayor a la del ¨feriado bancario¨ de Mahuad.
Un gobierno despistado pretende con las medidas económicas anunciadas, descargar el peso de la crisis principalmente en los hombros y bolsillos del pueblo ecuatoriano ya que aspira recaudar alrededor de 800 millones de dólares de personas naturales y de personas jurídicas apenas entre 300 a 500 millones de dólares, cuando debería ser lo contrario. El mundo camina hacia la solidaridad y redistribución de la riqueza, mientras el ministro de economía se apresta a flexibilizar el trabajo. Los ministros de trabajo saliente y entrante han emitido acuerdos ministeriales que vulneran los derechos de los trabajadores consagrados en la Constitución y la Ley, cientos de trabajadores han denunciados despidos, mientras en el IESS sigue la indolencia y la opacidad al mando. Otro desatino del gobierno es pretender imponer ilegalmente una comisión nombrada a dedo para que maneje recursos públicos y decida sobre la salud, alimentación y el empleo.
El capitalismo salvaje va a la deriva pero en el Ecuador sus corifeos intentan seguir salvando sus privilegios.
Desde las organizaciones de trabajadores, indígenas y sociales así como economistas heterodoxos han planteado alternativas para salir de la crisis y enfrentar la pandemia tales como:
.Suspender el pago de la deuda externa para liberar alrededor de 12 mil millones de dólares para atender la emergencia sanitaria. La mera renegociación no pronostica mejoras sustantivas en la senda del FMI.
Cobrar impuestos a 500 empresas morosas, que adeudan cerca de 1400 millones de dólares al SRI, (deuda anterior al estado de excepción).
En 2018, 14 empresas en el Ecuador obtuvieron más de 2000 millones de dólares en utilidades brutas a las cuáles se debe exigir una mayor contribución al pírrico 5% planteado por el gobierno.
Plantear una mayor contribución de la banca ya que este sector entre 2007 a 2016, obtuvo 2.820 millones de dólares en utilidades; y entre 2017 a 2019 los banqueros obtuvieron 1.566 millones de dólares en utilidades, por lo que la contribución del 5% planteado por el gobierno es insuficiente.
Renegociar los contratos de telefonía celular con las empresas Claro y Movistar.
Exigir que las empresas y bancos no usen las contribuciones o donaciones como mecanismos para descontar tributos. Ej. impuesto a la renta.
Reducir el IVA para dinamizar el consumo y disminuir las tasas de energía eléctrica en los diferentes segmentos.
Masificar el acceso a servicios básicos y generalizar el servicio de internet, disminuyendo drásticamente los costos, entregando gratuitamente computadoras y tablets a las familias que lo necesiten.
Reducir sustancialmente las tasas de interés de la banca pública y privada para reactivar la economía.
Suspender la monetización (léase privatización) de las empresas y sectores estratégicos, hidroeléctricas, CNT, Banco del Pacífico, campo petrolero Sacha e Ishpingo.
Eliminar la intermediación petrolera y recuperar la plata de la corrupción.
Organizar una veeduría ciudadana que fiscalice el buen uso de los fondos recaudados.Incrementar el presupuesto en el área de la salud ya que esta pasó de 306 millones de dólares en 2017 a 201 millones en 2018 y 110 millones de dólares en 2019.