Por Prof. Stalin Vargas Meza
Hace 17 días, 4 niños y adolescentes que viven en las Malvinas en la ciudad de Guayaquil, no regresan a su casa y no lo hacen porque una patrulla de militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) los detuvieron y no se sabe el paradero de los hermanos Ismael Arroyo de 15 años y Josué Arroyo de 14 años, Saúl Arboleda de 15 años y Steven Medina de 11 años.
Ismael, Josué, Saúl y Steven estuvieron jugando futbol cerca de un centro comercial, en el sur de Guayaquil, pasaron las horas y las familias denunciaron que no aparecían sus hijos, el padre de los niños Arroyo, señaló que uno de sus hijos le llamó y le dijo que ¨habían sido golpeados por militares, que los habían dejado botados, desnudos, que por favor los fueran a rescatar¨. Los familiares fueron a buscarlos y no los encontraron.
El 21 de diciembre, el Bloque de Seguridad se pronunció, luego de 13 días de la desaparición de los 4 niños y adolescentes, el ministro de Defensa, Gian Carlos Loffredo dijo que quienes se los llevaron fueron los ¨grupos delincuenciales¨, dos días después dijo que los 4 niños fueron detenidos porque ¨presuntamente le estaban robando a una mujer¨ y que luego de la detención habrían sido liberados. El 23 de diciembre el presidente Noboa en una entrevista radial planteó declararles héroes a los cuatro niños y adolescentes desaparecidos.
Una cosa debe estar clara, 16 militares les detuvieron a los niños, se los llevaron en las camionetas y hasta ahora no aparecen los 4 niños. La Fiscalía luego de la audiencia de hábeas corpus solicitado por los familiares de los desaparecidos concluyó que hay una desaparición forzada y que no existe ningún elemento que indique algún ¨acto ilícito que hayan cometido los niños¨.
La desaparición forzada implica la responsabilidad de los militares, del Estado ecuatoriano. El ministro de Defensa y el abogado de los 16 militares va a seguir con su libreto, continuarán diciendo que ¨los militares deciden liberar a los aprehendidos en la parroquia de Taura, dejándolos en el lugar sanos y salvos¨. La parroquia Taura está a 30 kilómetros de la ciudad de Guayaquil. La única verdad es que Ismael, Josué, Saúl y Steven no regresan a sus casas en el barrio Las Malvinas de la ciudad de Guayaquil.
Mientras pasan las horas y los días, van surgiendo versiones, los padres de los menores desaparecidos sufren y exigen al Estado les devuelva a sus hijos, sanos y salvos, ellos no pertenecen a ninguna banda delincuencial.
Vale recordar que en el mes de enero el presidente Noboa declaró el conflicto armado interno, los militares salieron a las calles y en los operativos golpeaban, obligaban a presuntos miembros de grupos delictivos a cantar; ahora en diciembre los militares detienen y desaparecen a cuatro niños pobres y afrodescendientes que viven en las Malvinas.
Este hecho ha movilizado a la población que exige a los militares y al gobierno de Noboa, devuelvan a los niños, ¡VIVOS SE LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS! es el grito que retumba en el Ecuador.
Presidente Noboa escuche el grito desesperado de los familiares de los menores desaparecidos y actúe, devuélvalos con vida.
EX PRESIDENTE UNE NACIONAL
Quito, 25 de diciembre 2 024