Por Jaime Chuchuca Serrano
El autoritarismo en los regímenes democráticos ha ido variando de fuerza en las sociedades y Estados. Los golpes militares o civiles, o una combinación de estos, han roto los órdenes constitucionales y sentados precedentes que consolidan la ilegalidad, no solo respecto a la función ejecutiva, sino para toda la institucionalidad. La frecuencia histórica del apoyo de Estados Unidos, a los golpes de Estado latinoamericanos, se ha convertido en regla. Daniel Noboa, y sus emisarios, han cometido una cadena de inconstitucionalidades, que han estallado con el golpe institucional a la sucesión presidencial, de la vicepresidenta Verónica Abad.
Este es un golpe de la derecha oligárquica bananera de Noboa contra la derecha de Abad, que se ha calificado a sí misma de seguidora de Milei y Trump. Esta es una lucha totalmente desigual: en Noboa se concentra el poder económico y político, y Abad carece incluso de partido que la respalde.
El decreto inconstitucional, que nombró a la vicepresidenta Abad como “embajadora” en Israel, y después en Turquía, es lo más parecido al destierro que ha ocurrido en las últimas décadas. Esta disputa por la sucesión, se completó con un sumario administrativo del Ministerio de Trabajo, que suspende inconstitucionalmente a Abad por 150 días. A esto se suma, el otro atentado a la Constitución, de nombrar a Sariha Moya como vicepresidenta. La función ejecutiva se ha burlado de la Asamblea, a quien legalmente, en último caso, le hubiese correspondido debatir sobre el reemplazo vicepresidencial.
A estas medidas antidemocráticas, se suma la complicidad del CNE y el TCE, con evidente dominio de Noboa, para negar la inscripción a otro candidato de derecha, Jan Topic; con un proceso, nada transparente, que finalizó en el TCE; en el que hace algunas semanas se removió ilegalmente a su presidente.
Estos particulares antecedentes, hacen temer de un proceso electoral fraudulento; mucho más, si recordamos que Noboa nombró cónsul de EEUU, al hermano de Diana Atamaint, presidenta del CNE. La Asamblea difícilmente instaurará un juicio político contra Noboa, aunque tiene total apego jurídico, incluso para su destitución, pero de seguro se procesará a la Ministra de Trabajo, Ivonne Núñez.
La Cumbre Iberoamericana, que ha batido récord histórico, por la escasa presencia de presidentes, es un efecto de como se percibe internacionalmente al régimen de Noboa, así como de los índices de inseguridad. Las expresiones sociales, como la Contracumbre y las movilizaciones, evidencian el descontento, pero también las reflexiones para la superación de la crisis económica y política que se vive en el país.