Mariano Santos N.
Acaban de llegar a Venezuela cinco grandes buques tanqueros iraníes trayendo millones de galones de gasolina más otros insumos que servirán para el proceso de refinación en Venezuela.
La pregunta que surge es, ¿cómo es posible que el país que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo se vea abocado en este grave problema de abastecimiento?, Pues se conoce que desde hace ya varios meses existen gigantescas colas en las estaciones de servicio venezolanas para cargar combustibles.
Hay dos respuestas que absuelven esta interrogante.
La primera, tiene que ver con la agresión criminal de los Estados Unidos, que ni siquiera en esta época de necesidad mundial, producido por la pandemia del covid 19, han sido lo suficientemente sensibles como para cesar sus ataques, que no sólo afectan al presidente venezolano Maduro, sino que afectan en general a toda la población.
Es una verdadera agresión mediática, financiera, económica, comercial, naval, aérea.
Estados Unidos nos ha regresado a la época de la colonia y se convierte hoy en día en el pirata mayor del planeta, al incautar activos; en cualquier lugar del planeta donde exista una cuenta venezolana en dólares, esas cuentas son incautadas, aprovechándose de la calidad del dólar de ser la divisa hegemónica en las transacciones mundiales; no importa si esos dólares sirven para comprar medicinas o alimentos en esta época de pandemia, por eso decimos que el accionar de Trump es un accionar verdaderamente ¡criminal!
Pero, también hay (habían) bienes de Venezuela; la estatal petrolera venezolana PDVSA (Petroleos de Venezuela S.A.), que tiene activos en Estados Unidos, a través de su filial CITGO, que cuenta entre otras cosas con una extensa red de gasolineras en Norteamérica, ahora ya “no le pertenecen”, las han pasado a propiedad de los gringos a través de un testaferro (Guaidó, el autoproclamado presidente de Venezuela y aupado por EE.UU.) ; los ingleses, “expertos” colonialistas, también incautaron depósitos de oro que tenía Venezuela por allá.
Trump y «sus» países alineados han sancionado y siguen sancionando a los bancos que haga transacciones con Venezuela; los sistemas de pago, como los swife, instrumento financiero norteamericano, son utilizados en toda su magnitud para el chantaje. Hay más de 60 mil millones de dólares retenidos en la banca internacional por medidas coercitivas y, Trump amenaza a todos los países del orbe que se atrevan hacer negocios con Venezuela.
Hace poco nomás, el martes 2 de junio, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó este a cuatro navieras por transportar crudo venezolano, lo que Washington califica de «inaceptable»; eran buques griegos que llevaban gas hacia Venezuela, pero al ser amenazados y luego sancionados, tuvieron que dar la vuelta y regresar.
El mar Caribe está hoy militarizado, con decenas de destructores, portaviones, lanchas rápidas, aviones rondando por aquí, por allá; algunos de los cuales no son estadounidenses; así por ejemplo, un barco rompehielos portugués estuvo también metido allí y hundió una lancha patrullera venezolana hace varias semanas, lo cual pudo generar conflicto de grandes dimensiones. ¿El pretexto de esta militarización?, El combate al narcotráfico.
Resulta que ahora, para los gringos, Maduro es el cabecilla principal de uno de los carteles de la droga que envía los estupefacientes a su propio país, contradiciendo las Informaciones de la misma agencia «antidrogas» gringa, la DEA, que reseña que el 95% de la droga que sale de Sudamérica es de Colombia (siendo el resto de Perú y Bolivia).
Hay entonces, numerosas razones, que vienen desde el exterior, principalmente desde los EE.UU., por las cuales la economía venezolana está en crisis, razones por las que su actividad industrial más importante, la del petróleo, está también en crisis; por eso, es que de una producción de 3,2 millones de barriles diarios de crudo de hace una década, hoy, apenas no rebasa los 700.000barriles diarios; Igualmente, y como producto del mismo chantaje, por falta de insumos, repuestos, etc., las refinerías están semi paralizadas, por eso la falta de combustibles en Venezuela..
Es en este escenario de guerra, que los cinco buques petroleros iraníes llegan a Venezuela desafiando las amenazas que desde su embarque en Irán hizo llegar Trump y otros voceros norteamericanos.
Hay, sin embargo, una segunda razón por la cual existe toda una catástrofe en la industria petrolera venezolana es el problema de la dependencia, principalmente tecnológica.
Hace ya varios años, a fines del 2002, cuando Hugo Chaves era el presidente, la estatal petrolera venezolana, PDVSA, , fue objeto de un boicot ejecutado por sus principales ex ejecutivos que venían de ser expulsados de la dirección de la petrolera, porque se encontró que estaban ligados a gigantescos actos de corrupción, lavado y tráfico de dineros de PDVSA en un puente Caracas – Miami, en donde decenas de miles de millones de dólares eran llevados al extranjero y de allí a los consabidos paraísos fiscales.
Estos ejecutivos, estando ya en el paraíso de los delincuentes, los estados unidos, comenzaron desde sus computadoras portátiles a boicotear toda la industria, tanto es así que aplastando solamente una tecla de su portátil, bajaban la producción petrolera en un pozo, aplastando otra bajaban la refinación en una refinería, aplastando otra tecla paralizaban los buques que cargaban crudo o combustible para la exportación; claro, es que toda la industria petrolera venezolana estaba automatizada, pero con programas o software norteamericanos que los venezolanos tenían que pagar en alquiler por la patente.
Cuando la producción, refinación, transporte de la industria petrolera venezolana estuvo al borde del colapso a punto de llegar a cero, se le ocurrió a Chaves el Contratar a los denominados hackers o piratas informáticos para que ayudaran a clonar las claves de esos programas o software norteamericanos y, así al cabo de algunos días y semanas los mismos lograron su objetivo, es decir, la clonación de las claves y con ellas acceder a los software interceptados y poder restituir lentamente la producción, refinación, transporte de crudo y combustibles.
PDVSA, tiene además una particularidad, fue estructurada a partir de mediados de los años 70, época en que siendo un país dependiente del imperialismo norteamericano y uno de sus principales proovedores de crudo, “acomodó” su industria petrolera a las necesidades de las trasnacionales estadounidenses y la convirtió en una dependencia de las maquinarias, insumos, tecnologías, gerencias de los gringos. En consecuencia, sin haber modificado los pilares de dependencia, PDVSA fue un objetivo sobre el cual Estados Unidos tenía un alto conocimiento y formas de cortar suministros de insumos y maquinarias claves.
Se suponía, que, con esas negativas experiencias, Chaves primero y Maduro luego, iban a implementar y desarrollar investigaciones propias para generar tecnologías alternativas en la actividad económica más importante de Venezuela como es el petróleo para, desarrollando esas tecnologías propias, independizarse de aquellas que estaban impregnadas en su industria dependiente.
Pero, no fue así y, ahora lamentan sus efectos.
Irán, al igual que Venezuela es un país sometido a las agresiones norteamericanas. En el año 1979 del siglo anterior hubo una revolución denominada Islámica que echó a un gobernante dictador proyanki, el llamado Shah, Mohammad Reza; igualmente expulsó a los gringos, deviniendo desde entonces en una república teocrática; la bronca de EE.UU. con Irán se remonta a esa Revolución Islámica de 1979, cuando estudiantes iraníes tomaron la embajada estadounidense en Teherán y mantuvieron a 52 estadounidenses de rehenes por más de un año.
Pero, debido a los conflictos con los gringos, que tienen bases militares por doquier en el medio oriente, han adoptado desde entonces una actitud francamente antiimperialista, antinorteamericana.
Es por esta razón, que Irán cambio de órbita, y pasó desde entonces a depender de otros imperialismos, al igual que Venezuela: el ruso y el chino; pero, a diferencia de Venezuela, algo muy importante comenzaron a hacer los persas, a desarrollar su propia tecnología no sólo en cuestiones armamentísticas, electrónicas, etc, sino en aquellas que significa la principal industria del país, el petróleo, pues, hay que señalarlo, Irán ocupa el cuarto puesto, a nivel mundial en reservas de petróleo líquido y, el segundo en gaseosos. Irán es un país declarado por los Estados Unidos como su enemigo, por lo cual, lo considera terrorista y es sujeto de sanciones por doquier al igual que Venezuela.
¿En que ayudará Irán a Venezuela?; Irán ayudará tecnológicamente en la exploración y extracción petrolera, que como decíamos en líneas anteriores ha bajado a no más de 700,000 barriles diarios, cuando antes la misma estaba en 3,2 millones de barriles diarios, entregando equipos, químicos, insumos en general; pero, igualmente va ayudar en la refinación, pues la misma era demasiado dependiente de tecnologías norteamericanas; al haber desarrollado los persas su propia tecnología en refinación, es ésta la que va a proveer al país sudamericano tanto en hardware como en software, repuestos, etc. Más aún, parte de los acuerdos actuales de PDVSA no solo con Irán sino con sus aliados internacionales estratégicos (Rusia y China) es, además de la exportación de crudo e importación de gasolina, la compra de piezas que puedan remplazar las estadounidenses y poner a funcionar las refinerías.
Pero, por otro lado, vale insistir, el imperialismo norteamericano lo que intenta a toda costa es la toma por asalto de las reservas petroleras más grandes del mundo, justo ahora que los precios del crudo han bajado y seguirán deprimidos por largo tiempo, debido al covid, lo que hace que una de las tecnologías que implementaron en, principalmente en la última década, en el crudo y gas que explota con el FRACKING (tecnología extremadamente cara, cuestionada y de baja eficiencia) no les sea rentable. Fue precisamente con esta tecnología que EE.UU. se convirtió en el primer país productor de crudo en el planeta, por encima de _Rusia y Arabia Saudita.
Pero existe otro apetito atroz en Venezuela, y son las reservas importantísimas de minerales o tierras raras(materia prima estratégica para todo tipo de aparatos electrónicos, incluido los armamentísticos), de las que los norteamericanos son altamente dependientes y deficitarios y que las importa principalmente desde China, país con el cual están en una enconada disputa interimperialista.
En su enfermiza obsesión por sacar a Maduro del poder, Trump no sólo que ya puso precio a la cabeza del presidente venezolano (15 millones de dólares) sino que ahora se apresta a enviar en estos días a 800 soldados altamente especializados a Colombia, que sería la punta de lanza para una nueva escalada guerrerista a Venezuela en plena pandemia.