Por Jorge Cabrera
Hay momentos en la historia de los pueblos en que callar es traición.
Y este, hermanos y hermanas, es uno de esos momentos.
Nos quieren imponer un crimen, disfrazado de solución.
Nos quieren vender una mentira a precio de soberanía.
Nos quieren convencer de que entregar nuestro suelo a las botas de los marines es “luchar contra el crimen”.
Pero los pueblos no somos estúpidos.
Los pueblos tenemos memoria.
Y la memoria, compañeros, es también una forma de resistencia.
En 1999, cuando el servilismo se disfrazaba de diplomacia, instalaron en Manta la primera base militar norteamericana en suelo ecuatoriano.
Y desde las aulas, desde los barrios, desde las comunas, la juventud estudiosa y
combativa se alzó como puño firme en defensa de la patria.
No nos lo contaron. ¡Lo vivimos!
Fuimos nosotros quienes resistimos.
Fuimos nosotros quienes denunciamos.
Fuimos nosotros quienes gritamos ¡Fuera yanquis de Manta!
Y lo logramos.
Gracias a la lucha del pueblo, la Constitución de Montecristi selló en piedra la voluntad popular:
Ecuador es territorio de paz. Ecuador no acepta bases militares extranjeras.
Pero hoy… ¡hoy los mismos de siempre!
Los mismos que viven con un pie en Miami y otro en el Congreso.
Los mismos que jamás pisan un barrio obrero, ni una comunidad indígena, ni un mercado popular.
Esos mismos quieren borrar con una reforma constitucional lo que el pueblo escribió con su lucha.
Quieren abrirle las puertas al imperio otra vez.
Pero esta vez más sucios, más cobardes, más mentirosos.
Nos dicen que es por nuestra seguridad.
¡Hipócritas!
¿Desde cuándo los verdugos se disfrazan de salvadores?
¿Desde cuándo los que siembran guerra pueden cosechar paz?
El narcotráfico no lo combate quien lo consume a toneladas.
El crimen no se erradica trayendo a los autores intelectuales de los peores crímenes
globales.
¿O acaso creen que no sabemos que en Colombia hay más de siete bases militares gringas y el narcotráfico sigue floreciendo como nunca?
¿Acaso creen que no sabemos que en México las bases solo sirvieron para masacrar
pueblos enteros en nombre de una falsa guerra?
¿Creen que no sabemos que cada base militar extranjera es una trinchera contra los
movimientos sociales, contra los pueblos, contra la vida?
Nos están tomando por idiotas, y lo peor: pretenden hacerlo vía referéndum.
¡Como si el pueblo pidiera ser encadenado voluntariamente!
Nos llaman a votar por nuestra esclavitud, como si la soberanía se pudiera rifar en las urnas.
Como si la dignidad nacional se pudiera plebiscitar.
A eso hemos llegado.
A que los padrastros de la patria, esos que legislan para banqueros, esos que hacen fila en la embajada gringa para recibir órdenes, nos propongan la entrega de la nación en nombre de una causa justa.
¡Mentira!
El crimen no está en los cerros ni en las esquinas. El crimen está en los ministerios, en las cortes, en los cuarteles podridos por la corrupción.
¿Quieren combatir el crimen organizado?
¡Empiecen por limpiar el Estado!
Por desmantelar las redes mafiosas que operan desde adentro, con charreteras, togas y corbatas.
No persigan más a los lavaperros, mientras los capos se sientan a cenar con ministros.
No nos vendan una base gringa como si fuera una vacuna. ¡Es un virus! ¡Es una traición!
Y a ti, juventud ecuatoriana, te hablo con el corazón encendido:
No permitas que te roben el futuro con la excusa del miedo.
No te dejes engañar por discursos vacíos de “seguridad”.
¡No hay seguridad sin soberanía!
¡No hay paz con ocupación!
¡No hay libertad con botas extranjeras pisando nuestra tierra!
Este es el momento de decidir de qué lado estamos.
Del lado del pueblo o del lado del imperio.
Del lado de la patria o del lado de los traidores.
Del lado de los que resisten o del lado de los que entregan.
Nosotros lo tenemos claro.
Con cada paso, con cada grito, con cada barricada, con cada asamblea, con cada clase, con cada canción, diremos fuerte y claro:
¡LA PATRIA NO SE VENDE, CARAJO!
¡NI BASES, NI TRAIDORES!
¡FUERA LOS YANKIS DEL ECUADOR!
¡LA SOBERANÍA SE DEFIENDE CON LA VIDA SI ES NECESARIO!
5 DE JUNIO DEL 2025
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