Por Ramiro Vinueza
La llamaron Ley Humanitaria, aprovechando el sentimiento solidario del pueblo que esperaba que sus tremendos esfuerzos para enfrentar la pandemia fueran reconocidos por el gobierno y en verdad se discuta una ley que haga frente a la crisis humanitaria. Una vez más el pueblo experimenta el cinismo de un gobierno, el desprecio de los banqueros y grande empresarios por las necesidades populares, una vez más queda en evidencia que de humana y solidaria la burguesía no tiene nada. Los trabajadores trabajarán más por la mitad del salario que hoy perciben
Es una ley aprobada con asquerosas artimañas, con chantajes y amenazas entre asambleístas corruptos, el gobierno y los grupos de poder económico, al estilo de las mafias. Es sucia y retrógrada, matará mucha gente del pueblo, llevará a la pobreza extrema a millones de ecuatorianos, a la desnutrición de nuestros niños, ampliará el numero jóvenes sin universidad. Es una ley criminal aprobada por cobardes, que piensan que mientras más extiendan el estado de excepción no habrá reacción popular.
Está hecha con maldad, a espaldas del pueblo; se aprovecharon del aislamiento social, del estado de excepción, del toque de queda, del temor a la pandemia; premeditaron para dar el golpe al pueblo. “Este es el momento” de llevarse todo, se repetían, y se daban valor entre sí, para hacer caída y limpia con los derechos de los trabajadores y el pueblo.
Mientras el confinamiento termina y restablezcan las actividades, el descontento, la indignación contra el gobierno y los grupos de poder crecerán, se manifestaran y se expresarán en un rechazo generalizado, contundente, movilizado. Serán meses de lucha, de momentos para que el pueblo construya su unidad y una alternativa de gobierno propio, del pueblo y para el pueblo.