Los jinetes de la corrupción en el Ecuador

Periódico Opción
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Por José Villarroel Yanchapaxi*

Año 1979, Ecuador volvió a la democracia después de 9 años de Dictadura militar. ​El binomio Jaime Roldós auspiciado por Concentración de Fuerzas Populares (CFP) de  Asaad Bucaram y Oswaldo Hurtado de la Democracia Popular asume el poder. El 24 de Mayo de 1981 murió Roldós en un accidente aéreo (que no ha sido aclarado) junto a su esposa y su comitiva. El Vicepresidente Hurtado Larrea, ocupó el solio del Palacio de Carondelet. En ese régimen ocurrieron actos de corrupción como el caso Santay  Ecuahospital, negociados en el Instituto Ecuatoriano de obras sanitaras (IEOS) pero el caso más sonado fue la sucretización de la deuda externa, un atraco que se realizó por condicionamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que obligaron a Ecuador a firmar cartas de intención.

Los “banqueros”, ante la pérdida adquisitiva del sucre, tomaron medidas para asegurar el patrimonio bancario y evitar que los bancos perdieran. “La mayoría de gente se endeudó en dólares pero tenía sucres, y los bancos para proteger los activos de las instituciones, le dieron impulso a los créditos en dólares, la deuda duplicó, y recurrieron al Gobierno de Hurtado.  Los “mayores beneficiarios” de la sucretización a empresas como Mavesa, Banco del Pacífico, Industrias Artepráctico, Banco de Guayaquil, Continental, Progreso, Amazonas, Pichincha, Cofiec, etc. Las personas naturales que obtuvieron beneficios de esa operación, entre otras fueron: Fernando Aspiazu (expropietario del Banco del Progreso), Raúl Baca Carbo de la Izquierda Democrática (ID), el ex vicepresidente Alberto Dahik, entre otros.

En 1984 León Febres Cordero fue electo Presidente, su gobierno de corte neoliberal enfrentó a las demás funciones del Estado, fue responsable de la violación de los derechos humanos, la desaparición de los hermanos Restrepo y la muerte de algunos líderes de Alfaro Vive Carajo (AVC). Se denunciaron hechos de corrupción gubernamental como Comisión de Tránsito del Guayas, robos en bodegas de autoridad portuaria, créditos y fondos fraudulentos extraídos del Banco Central.

El Gobierno de León Febres-Cordero, a través de la Junta Monetaria (JM), extendió la supuestas condiciones ventajosas des pago de la deuda externa ‘sucretizada’ extendiendo los plazos de pago de 3 a 7 años y congeló la comisión de riesgo cambiario, En las elecciones de 1988 triunfó Rodrigo Borja, quien mantuvo las políticas de ajuste “gradualista”. La deuda externa se incrementó y se dieron grandes alzas de la canasta básica.

En 1992 Sixto Durán Ballén, que era socialcristiano, se distanció del partido para formar lo que se denominó el Partido Unidad Republicana (PUR) y triunfó en las elecciones con su binomio el economista Alberto Dahik  quien, huyó del país a Costa Rica por el Caso Fondos reservados. También ocurrió el caso ‘Flores y Miel’, en donde estuvo vinculada la nieta del expresidente Sixto Durán Ballén quien habría estafado a más de 100 personas a través de esa empresa.  El Presidente la encubrió y la sacó del país en el avión presidencial.

En 1996 Abdalá Bucaram y Rosalía Arteaga fueron los nuevos inquilinos del Palacio de gobierno. El auto titulado “loco que ama” tenía antecedentes judiciales que datan de1985 cuando era alcalde de Guayaquil como es el Caso Cascajo en que se denunció irregularidades en el Municipio de Guayaquil en la compra de este material con un sobreprecio de 200 millones de sucres. El Dr. Hugo Quintana Coello, presidente de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, dictó la orden de prisión. Luego siguieron otros procesos en su contra. En su gobierno que duró apenas 5 meses hubieron casos de corrupción como: la Red Peñaranda, el Caso Mochila escolar en el que se adjudicó un irregular de un contrato por 40 millones de dólares para la compra de útiles escolares al Ministerio de Educación cuya titular era Sandra Correa; el caso Gastos reservados del año 1997 entre enero y febrero de ese año, retiró 13.969’573.853 sucres de la cuenta de gastos reservados del Banco Central del Ecuador, el Caso Aduanas en el que mediante sistemas que incluyeron la falsificación de documentos y el funcionamiento de oficinas paralelas, se evadió el pago de tributos por montos millonarios sin cuantificar. El delito que se pesquisaba es el de concusión, que se produce cuando un funcionario público abusa de su cargo y exige el pago de dinero para realizar un servicio inherente a sus funciones. Jacobito Bucaram al que su padre llamaba “la criatura” celebró la ganancia de su primer millón de dólares.

El 5 de  febrero de 1997, la protesta social derrocó a Bucaram. El Congreso nombró presidente interino a Fabián Alarcón Rivera en el que también no faltó la corrupción. El caso más relevante es el de ‘Garita 3’, cuyo acusado principal de peculado y concusión fue Franklin Verduga Vélez, hermano del exministro de Gobierno de Fabián Alarcón, César Verduga de la Democracia Popular; él fue quien mocionó la destitución de Bucaram por incapacidad mental. ‘Garita 3’ se remonta al 9 de mayo de 1997, cuando los supervisores de esa caseta, ubicada en la Terminal Terrestre de Guayaquil, denunciaron que eran obligados a exigir dinero a los choferes de las cooperativas para entregarlo a las autoridades de la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG). Parte del dinero recaudado era para Verduga, quien también fue acusado de presunto nepotismo. Condenado a 4 años de prisión y a cancelar una multa equivalente a un salario mínimo vital y cuatro veces la cantidad de dinero que habrían recibido de manera ilegal. César Verduga huyó a Estados Unidos y luego se radicó en México.

En 1998 ganó la contienda electoral Jamil Mahuad, financiado por los banqueros. Su gobierno decretó un feriado bancario, afectando a cientos de miles de personas. Frente al descontrol económico y la hiperinflación, decretó la “dolarización” de la economía. En el año 2000, el Ecuador vivió la peor devaluación monetaria de su historia. El precio del dólar llegó a 25.000 sucres. La constante devaluación de la moneda hizo que la inflación llegara al 91%, haciendo que el poder adquisitivo de los ecuatorianos cayera drásticamente. 

Una vez anunciada la dolarización de la economía, el 13 de marzo del 2000, el Congreso Nacional expidió la Ley para la Transformación Económica del Ecuador. La nueva ley encargó al Banco Central del Ecuador la función de canjear los sucres en circulación por dólares. Además, debía de establecer nuevas reglas para el sistema financiero del país. De esta manera, fue como la moneda nacional,  el Sucre, desapareció.

A pesar de que Mahuad había dicho que “el gobierno jamás va a incautar y confiscar las cuentas de nadie”, ese día, en cadena nacional, Jorge Egas Peñafiel, dio la noticia al país prolongando por un día el feriado bancario, decretado por la Junta Bancaria”. Aunque el feriado bancario iba a durar 24 horas, se extendió por un año.  18 bancos quebraron producto de la crisis económica. Entre ellos: Filanbanco, La Previsora, el Banco de Préstamos y El Progreso.  El feriado bancario costó a los ecuatorianos más de 8 mil millones de dólares, el Estado otorgó recursos a los bancos privados para evitar su cierre. Es decir los banqueros le metieron ambas manos al bolsillo de los ecuatorianos.

El 22 de marzo de 1999, el Banco del Progreso, quebró por falta de liquidez. El cierre definitivo del banco provocó una gran marcha en Guayaquil, encabezada por León Febres-Cordero, Joyce de Ginatta, los presidentes de las cámaras de producción, etc. En la marcha, denominada De los crespones negros, se acusó de favorecer a la banca de la Sierra para perjudicar a la de la Costa y reclamaba la independencia del puerto.

La crisis llevó al desempleo a miles de ecuatorianos, y casi dos millones y medio de personas emigraron del país en los dos años siguientes, dejando familias quebradas, ahorros pulverizados, suicidios y muerte. 

La movilización indígena y popular, depuso a Jamil Mahuad el 21 de enero de 2000. Mahuad, huyó a Estados Unidos y se radicó en Boston. El vicepresidente Gustavo Noboa Bejarano, lo sucedió en el poder y mantuvo la dolarización, el salvataje bancario y feriado. La Red Emmanuel y los Noboa hicieron de las suyas en el manejo doloso de las partidas presupuestarias durante los tres años de gobierno.

En 2002 ganó el coronel Lucio Gutiérrez, traicionó a sus aliados al identificarse con las políticas norteamericanas y apoyó al Plan Colombia y se alió a los socialcristianos. En abril de 2005, un alzamiento de Quito empujó a las Fuerzas Armadas a desconocerlo y al Congreso a destituirlo. Nepotismo y coimas fueron su sello. Fue reemplazado por el vicepresidente Alfredo Palacio.

En 2006 triunfó Rafael Correa, con la oferta de combatir al neoliberalismo y reformas radicales, pero eso es historia reciente que no trataré en este artículo solo basta afirmar que junto con Alianza País y Lenin Moreno han sido los gobierno más corruptos de la historia ecuatoriana con una reedición y sofisticación de los métodos corruptos de su antecesores, criminalizó la protesta social, consolidó el autoritarismo y la alianza con los monopolios y el capital extranjero, sobre todo chino. Orquestó la corrupción desde las altas esferas e impidió la fiscalización, hizo mega obras con sobreprecios, robo a los más débiles como a los damnificados del terremoto de manta, despilfarro de recursos y sobrepasó el techo del endeudamiento público, saqueó los fondos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, coimas de empresarios nacionales y trasnacionales como Oderbrecht para financiar las campañas políticas, medida de mano a la justicia espionaje estatal, reparto de hospitales y una larga lista de delincuencia organizada, peculados, extorsiones, etc. Muchos coidearios del círculo del correismo-morenismo están prófugos, procesados con grillete.

​Los jinetes de la corrupción en el Ecuador son las élites políticas y económicas,  los dueños de los partidos políticos de derecha, del populismo y del Socialismo del siglo XXI, los banqueros y empresarios, la pléyade de nuevos ricos con un discurso maquillado de progresistas pero, que al igual que la vieja aristocracia, la oligarquía y la burguesía han esquilmado al Ecuador. Todos hablaron de refundar al país, del combate a la corrupción, hasta crearon instituciones para dizque combatirla pero al final todos defendieron sus intereses personales y de grupo.

*Magister en Estudios Latinoamericanos.

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