Por Ramiro Vinueza P.
Más de 70 universidades de varios estados de Estados Unidos, desarrollan una gran movilización en solidaridad con el pueblo palestino, rechazan al gobierno sionista de Netanyahu, y exigen el fin del genocidio en la zona de Gaza. Las protestas se realizan desde el inicio del conflicto y paulatinamente han ido creciendo hasta configurar un movimiento de solidaridad con el pueblo palestino. Los universitarios se instalan campamentos o encierros en los campos de las universidades desde donde hacen las protestas que han crecido exponencialmente desde mediados del mes de abril y cuentan con la simpatía del pueblo norteamericano.
Alrededor de 700 manifestantes han sido arrestados durante manifestaciones en campus universitarios en Estados Unidos desde mediados de abril. Las manifestaciones, encabezadas predominantemente por estudiantes, se han extendido por todo el país, pese a los arrestos y a las amenazas del gobierno y de quienes financian las universidades. Entre los apresados están docentes universitarios y a una candidata a la presidencia de EE. UU, Jill Stein. Los jóvenes exigen además que “sus universidades saquen sus inversiones de empresas que facilitan las violaciones masivas de los derechos humanos en Gaza por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, y que el gobierno de los EE.UU deje el apoyo militar al estado de Israel”.
El movimiento universitario de EEUU ha sumado sus voces, a las de millones de voces que en el mundo siguen gritando contra el genocidio en Gaza. Este acontecimiento tiene importancia porque se produce en el corazón del país imperialista que desde 1948 da el mayor apoyo político y financiero al gobierno de Israel.
En EEUU y el mundo los grandes medios de comunicación no han podido ocultar la magnitud de las movilizaciones y se apuran en desprestigiar este movimiento calificándolo como antisemita, impidiendo la libertad de expresión.
Todo el establecimiento político de Estados Unidos, o su gran mayoría está en contra de las protestas que tienen un mensaje claro, ¡paren el genocidio ¡; los manifestantes han sido claros en señalar que no se confunda las críticas al gobierno por financiar las armas para el exterminio palestino, la exigencia del fin de la guerra en Gaza, con el antisemitismo.
La exministra de educación de Israel 1992-1993 Shulamit Aloni, dijo que el antisemitismo es truco, “siempre lo usamos para silenciar a los críticos de Israel” así lo señaló, el año 2002 en una entrevista con la periodista norteamericana Amy Goldman quien le preguntó: “A menudo, cuando se expresa disidencias en EEUU contra las políticas del gobierno israelí, la gente aquí es llamada antisemita ¿Cuál es su respuesta a eso como judía israelí?”
Aloni respondió: “bueno, es un truco, siempre lo usamos. Cuando desde Europa alguien critica a Israel, entones mencionamos el Holocausto. Cuando en este país (EE. UU) la gente critica a Israel entonces son antisemitas”.
En diciembre pasado, miles de judíos se movilizaron en los EEUU, se tomaron la Casa Blanca, exigiendo el fin de la guerra y del genocidio y rechazaron que tomen el nombre del pueblo judío para justificar los crímenes del gobierno de Israel. En el capitolio gritaron al gobierno de EEUU y al mundo “¡en nuestro nombre NO” ¡haciendo la diferencia entre lo que es el pueblo judío, que profesa la religión judía y los sionistas que representan un movimiento político de ultraderecha, fascista y genocida, expresado hoy por el partido Likud y otros partidos del mismo corte reaccionario que gobiernan Israel, responsables del exterminio miles de palestinos.
La movilización estudiantil, ha conmovido a la población estadounidense, ha incidido para que otras universidades en París, Australia, Reino Unido, se sumen al rechazo general al gobierno sionista y a quienes lo apoyan y es una significativa contribución al gran aislamiento internacional del gobierno de Netanyahu, que podría tener ya mismo una orden de apresamiento emitida por la Corte Internacional Penal.