La Forge /Francia
El segundo aniversario del peor accidente de tren que jamás haya sufrido Grecia dio lugar a grandes movilizaciones.
El 28 de febrero de 2023, en Tempi, un tren que unía Atenas con Hesalónica, con más de 350 pasajeros a bordo, chocó con un convoy de mercancías. Ambos trenes circulaban por la misma vía. Su colisión frontal fue seguida por un gran incendio. El saldo humano fue muy elevado: 57 muertos, muchos de ellos jóvenes, y casi un centenar de heridos.
El director de la estación de Larissa (la ciudad más cercana al lugar de la colisión) fue acusado de “homicidio por negligencia”. Pero nadie en Grecia está satisfecho con esta explicación.
La ausencia de un sistema de señalización obligaba a los conductores a conducir “a ciegas”, lo que supone una aberración en una red ferroviaria. Este es el resultado de las privatizaciones forzosas impuestas a Grecia desde 2010 por la “troika” Comisión Europea – Banco Central Europeo – Fondo Monetario Internacional. Los ferrocarriles griegos fueron vendidos por casi nada a varias empresas privadas. Esto había agravado aún más una situación ya crítica, resultado de varias décadas de austeridad y el colapso de los servicios públicos. El mantenimiento de la red, que seguía siendo responsabilidad de la empresa pública griega OSE, siguió deteriorándose.
Dos años después, los tribunales aún no han establecido ni reconocido las causas precisas y las responsabilidades de este desastre. El incendio que siguió a la colisión contribuyó significativamente al número de muertos, pero la rápida limpieza del lugar después del accidente resultó en la destrucción de pruebas. Las familias de las víctimas tuvieron que financiar ellos mismos a los peritos que, en enero pasado, concluyeron que el tren de carga transportaba un cargamento ilegal de sustancias químicas explosivas. También mencionaron la “posible presencia” de un “combustible desconocido” en el lugar del accidente.
En marzo de 2023, se produjeron varias manifestaciones a gran escala en Atenas y en varias ciudades de todo el país. La del 8 de marzo de 2023 reunió a decenas de miles de personas. Los jóvenes estuvieron muy involucrados en estas manifestaciones.
Dos años después, la ira y la movilización son más fuertes que nunca.
El 26 de enero de 2025, cientos de miles de personas respondieron al llamamiento de la Asociación de Familiares de Víctimas del Tempi y se manifestaron en un centenar de ciudades. El 7 de febrero, miles de jóvenes seguían en las calles. Y el 28 de febrero, mientras una huelga general paralizaba el país, más de 300.000 personas (1) volvieron a gritar su ira y exigir responsabilidades a Mitsotakis y su gobierno. Numerosos lemas piden su dimisión. En Atenas, la multitud era enorme frente al parlamento. Los manifestantes fueron nuevamente reprimidos violentamente y cinco personas resultaron heridas.
A principios de marzo se produjeron otras manifestaciones. La oposición de izquierda, en particular los socialdemócratas del PASOK, aprovechan esta inquebrantable ira popular para atacar al Gobierno de Kyriakos Mitsotakis, al que acusan, no sin fundamento, de corrupción y mentiras. El 7 de marzo presentaron una moción de censura que fue rechazada. No es con ellos con quienes pueden contar la clase obrera, la juventud y el pueblo griego, que no les perdona su contribución en la implementación de las políticas liberales que condujeron a la catástrofe del 28 de febrero de 2023. Políticas que llevaron a cabo en alternancia con Nueva Democracia (derecha) y que Tsipras y su partido Syriza no habían cambiado (2). ★
1. Incluidos 100.000 en Salónica, de una población de 10 millones de habitantes.
2. Ver sobre este tema “Las lecciones que debemos aprender de la lucha del pueblo griego”. Documento