Por Jaime Chuchuca Serrano
Cuando los políticos gubernamentales, legislativos, institucionales se encuentran inmiscuidos en casos de narcotráfico o corrupción, han saltado las alertas mediáticas por semanas o meses. Aunque esto parecería lógico, para todos los procesos, hay otros que son silenciados, de acuerdo al grado del pacto mediático, que tienen los actores políticos del momento. Veamos algunos ejemplos.
Después de que el PRE consiguiera la amnistía para Abdalá Bucaram en 1986, en su retorno desde Panamá, la policía panameña encontró 1 kilo de cocaína en su auto. Esto prorrogó casi un año el regreso de Bucaram. Fue un titular de prensa apetecido. Era la época del gobierno de Febres Cordero. No obstante, los medios acallaron otras graves denuncias de narcotráfico y tráfico de tierras, relacionados con el programa del gobierno de Febres Cordero, Pan, Techo y Empleo. El sociólogo, Alexei Páez, las rescató del olvido.
El conocido caso de la Valija Diplomática de 2012, estalló porque la policía italiana encontró 40 kilos de cocaína en el equipaje que procedía de Ecuador. Eran los días del gobierno de Correa, el canciller de turno, Ricardo Patiño, y el conflicto sonó atronadoramente en los medios. Con incisión de cirujano, la policía apresó a algunos implicados, tratando de no manchar al gobierno y a sus funcionarios. En 2018, un sargento de la escolta presidencial de Lenin Moreno, fue detenido por vínculos con el narcotráfico: transportaba droga de Esmeraldas a Guayaquil; lo reveló el mismo Moreno y el general Pedro Mosquera. El suceso tuvo escasa repetición en los medios.
El 1 de julio de 2024, la policía incautó 3 toneladas de cocaína a la Comercializadora de Banano Palpaz Fruit, empresa de Euclides Palacios Llivipuma y María Fernanda Pazmiño Montealegre, medio hermano y cuñada, respectivamente, de Danilo Palacios Márquez, actual Ministro de Agricultura del gobierno de Noboa. En el operativo se apresó en flagrancia a Pazmiño; la Fiscal, Lucrecia Espinoza no formuló cargos (proceso 07283-2024-03850). Apenas unos cuantos medios pequeños circularon la nota. Sin embargo, si fue un boom mediático, la denuncia de Noboa contra el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, por supuesto tráfico de combustible.
En unos y otros casos, estaban a la vista las denuncias, pero los actores decidieron, por sus intereses políticos, cual de estos debían estar en primera plana, y cual otro, ser censurado. Un escándalo mediático puede ser que oculte a otros hechos de igual o mayor importancia.