Por María Belén Moncayo
Nada tengo en contra de Machala. Tengo, por el contrario, todo el derecho de alzar la voz para reclamar por el despilfarro del erario público en eventos de arte. El derecho me es propio no por mi linda cara (que es divina, por cierto) de gestora cultural independiente (directora del Archivo AANME), sino como ciudadana del Ecuador. Sin embargo, ese gasto irresponsable e ilegal del recurso nacional en la puesta en valor del arte, desde ese asidero profesional, me perjudica de manera puntual como lo hace a todo el sector artístico-cultural.
Y hoy, 4 de junio, Día del Artista Ecuatoriano, con mayor razón es justo y necesario interpelar las finanzas del próximo Salón de Junio; un concurso de artes plásticas que se lleva a cabo anualmente en la capital de la provincia de El Oro. El certamen, organizado por el GAD, tendrá un costo de $154.260 y una duración de 6 días (referidos a los eventos paralelos que del salón se desprenden).
Reivindico como la que más la alta calidad que deben mantener de la A a la Z las expresiones culturales por la obviedad del respeto y dignidad hacia todas las partes. Y ello, con el dinero del pueblo, debe ser una condición intrínseca; nunca un favor o un acto fortuito. Empero, el abismo entre la cifra en mención y los $96.000 que el IFCI va a repartir entre 12 proyectos de investigación que podrán postular desde este 10 junio es, simplemente, IM-PRE-SEN-TABLE.
Claro, los artistas que participarán en el salón seguro han trabajado a lo largo de similar cantidad de tiempo y en idénticas condiciones de precarización que los investigadores, no es contra ellos el reclamo; ni más faltaba. Es más, es una vergüenza que, siendo ese el total, el premio para el artista ganador se establezca en $10.000. Cabe anotar que en esos 154 mil USD no están incluidos los rubros de premios.
Así es como se farrea el recurso que se le quita a quienes por derecho lo deberían percibir:
1. El rubro para honorarios de coordinación del salón es de 20 mil USD. Un curador promedio del MoMA gana 100 mil USD por año.
2. 8 170 USD es la suma de lo que el Salón de Junio 2025 va a gastarse en vino blanco, vino tinto, bocaditos, flores, meseros y coffee breaks. Es decir $170 más de lo que a 1 investigador de arte que gane el concurso del IFCI le tocará.
3. 7 100 USD se feriarán en imprimir 600 invitaciones (¿viene cada una, acaso, con una pepita de oro de las minas de Portovelo?).
4. 30 000 USD será el honorario para un jurado extranjero invitado, conformado por tres personas. En el tiempo que me tomó escribir la oración anterior podría nombrar al menos una docena de profesionales ecuatorianos (o extrajeros residentes en el país) de primer orden, capaz de calificar el concurso en ciernes con solvencia. Muy probablemente el 50% de ellxs no tiene un trabajo estable.
5. A todo esto se suma una cantidad impresionante de dispositivos publicitarios físicos y virtuales que van a ser desplegados en una ciudad cuya extensión es de 24 km2 y que tiene 289 mil habitantes. Hábitat para el que se imprimirán 3 000 -sí leyeron bien- 3 mil catálogos de la muestra; que costarán 23 mil USD. El tiraje promedio de una exposición de arte en el Tate Modern de Londres es de 5 000 catálogos. Museo que recibe 1.5 millones de visitas por mes y se ubica en una urbe con 8.9 millones de habitantes.
Necesito unos 4 años para contarles lo que significa en este país bregar para que puedas -tal vez y solo tal vez- convertir una investigación de 12 años en un libro con tiraje de 500 ejemplares.
Ergo, todo este diseño de producción y distribución de recursos públicos es altamente irresponsable, desproporcionado y, por una parte, I-LE-GAL: el erario nacional no puede ocuparse en la adquisición de bebidas alcohólicas. Un salón de arte NO aporta una condición de excepción a esa ley. Por otra IN-MO-RAL: la Asamblea Nacional, en vez de autorizar esa cifra para la realización del Salón de Junio, debería regresar a ver cuántos artistas están en este momento acudiendo a la caridad ciudadana para comprar medicinas. ¿Qué puede decir la Contraloría General del Estado a todo esto?
Y sí, es responsabilidad de TODO el sector cultural alzar la voz. Con ponerme un Me Gusta en este contenido, cambiamos exactamente nada. Por lo menos compártanlo. Elaboren sus propios posts.
¡Dejen de farrearse el dinero del pueblo maldita sea!
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