Por Isabel Vargas Torres
Desde la Unión Nacional de Educadores, UNE, rechazamos la estructura y contenido de la propuesta de reglamento presentada por MinEduc, el cual, debería especificar los mecanismos de implementación de la nueva LOEI en todos los ámbitos. Sin embargo, la falta de democracia y voluntad política, pone en riesgo la aplicación efectiva de los derechos y contenidos de la nueva ley, también da paso a interpretaciones de “tecnócratas” quienes, desde sus escritorios, siguen mirando la educación como un proceso mecánico, al margen de la realidad concrecta.
Preocupa que frente al clamor que tiene la sociedad ecuatoriana de reformar el Bachillerato, el reglamento sólo plantee la posibilidad de que las instituciones contengan “menciones” para el bachillerato en ciencias, sin decir cuál será la carga horaria de los contenidos especializados que ordena la LOEI. Además, para el Bachillerato Técnico se anuncian 10 horas de práctica, sin prever un aumento. Es decir, se mantiene el caduco bachillerato (Art. 131,135,136).
En dicho reglamento tampoco se establecen mecanismos para cumplir con la reorganización de los DECES, ni se menciona el procedimiento para garantizar la participación en la elaboración de los códigos de convivencia, no existe definiciones, ni plazos para la dotación de Internet y bibliotecas en las instituciones; es más, se plantea que la alimentación escolar, uniformes, fondo bibliográfico y otros recursos serán entregados conforme la “disponibilidad presupuestaria institucional” del ministerio. Algo contradictorio ya que en el primer semestre del 2022 el Ministerio de Educación ha ejecutado apenas el 38% de su presupuesto. Existen recursos, pero lo que no existe es voluntad política para cumplir con la Ley.
Se deja en generalidades los mecanismos para la prevención y erradicación de la violencia sexual en los espacios educativos, pese a que este es un mal recurrente, se deja abierta la interpretación para no respetar los 25 periodos pedagógicos y sobrecargar de actividades administrativas a los docentes, cuando lo central en el proceso de enseñanza y aprendizaje es la actividad pedagógica.
La Disposición Transitoria Tercera del reglamento pretende no entregar nombramientos definitivos a los ganadores de concurso de méritos y oposición, contradiciendo lo que el presidente Lasso, anunció al inaugurar el año lectivo 2022-2023 del régimen Sierra- Amazonia; asimismo con las transitorias Octava, Novena, Décima se pretende negar la equiparación salarial a todo el Magisterio.
Es menester señalar que la Corte Constitucional ratificó por dos ocasiones la constitucionalidad de la LOEI, procede que el Gobierno cumpla con la equiparación salarial al Magisterio el 28 de octubre del 2022 como establece los plazos.
Frente a esta burla a la escuela pública y al Magisterio por parte del denominado “Gobierno del Encuentro”. La Unión Nacional de Educadores retomó las acciones de lucha a partir de este miércoles 28 de septiembre en la que realizó una movilización nacional en Quito que fue hasta el palacio de Carondelet.