Por Spanish Revolution
El rabino sionista Meir Eliyahu ha llamado públicamente a exterminar a TODOS los niños palestinos como mandato divino. «Borrar la semilla de Amalek», dice. Desde el bebé al anciano, pasando por los animales. Una guerra total.
No es un loco aislado. Es un rabino mediático, que tiene espacio en televisiones, en redes, en yeshivas y en las academias militares israelíes. Su mensaje llega a quienes luego manejan cazas, artillería y armas nucleares.
Mientras te bombardean cada día con el «peligro del islam radical», jamás verás en las portadas europeas a los rabinos que piden genocidio con justificación religiosa. Y hay decenas como él.
Shmuel Eliyahu, rabino jefe de Safed y asesor del Ministerio de Defensa israelí, también ha pedido «bombardear Gaza hasta que no quede nada».
Breaking the Silence ha documentado cómo se adoctrina a los soldados israelíes para que vean a los palestinos como Amalek: sin derechos, sin humanidad, sin vida.
Si un imán dijera esto sobre bebés israelíes, abrirían telediarios y habría sanciones. Pero el extremismo sionista se blanquea. Porque Israel es aliado militar, comercial y geoestratégico de Occidente. Y matar niños «amigos» se permite.
La religión vuelve a ser la coartada perfecta para justificar lo injustificable.
Y Gaza es hoy el espejo más sucio de la hipocresía global.
Mientras Europa calla, cada bomba, cada bala, lleva la sombra de estos discursos. Callar es complicidad.