Por: Mariano Santos N.
En estas últimas semanas se ha generado en el país un debate en torno a una nueva refinería, al cierre de la refinería de Esmeraldas, a la concesión de la misma, etc.; sin embargo, vale conocer algunos antecedentes, algunas cositas, que ilustrarán mejor este análisis; así, por ejemplo:
hasta diciembre del 2016, Correa y los voceros petroleros continuaban sosteniendo que el costo de la repotenciación de la refinería de Esmeraldas no rebasaba los 1 200 millones de dólares; sin embargo, en ese mes y año, en una comparecencia del Contralor de ese entonces Carlos Pólit ante la Asamblea Nacional, éste reveló que el costo ascendía a 2 369 millones. Este fue el punto de quiebre entre Correa y Pólit. ¿Qué pasó, que Pólit rebatió totalmente la “información oficial” del costo de la repotenciación?, ¿hubo una pelea por repartos?
En la invitación que están haciendo los altos voceros gubernamentales a las empresas interesadas en construir la nueva refinería, se menciona muy claramente que esa empresa debe buscar crudo de cualquier otra parte del planeta menos del Ecuador. Esto nos revela algo que ya se conocía desde hace algún tiempo, que no hay crudo disponible, pues en su gran mayoría, más del 90% está comprometido hasta el año 2024 en las famosas preventas o ventas anticipadas a Petrochina y Petrotailandia; a modo de ejemplo, en 2020 el crudo comprometido llega al 100%.
¿Una refinería en el Ecuador ¿Sin crudo propio?
En la misma invitación se le dice a la compañía interesada, usted escoja el sitio donde construir la refinería, en Manabí , Esmeraldas, la Península o donde les dé la gana…; Por lo que se ve, nuestras autoridades energéticas no saben dónde están paradas… Claro, si comenzando con el actual ministro de energía, ing. Eléctrico de profesión, que fue un alto ejecutivo de la norteamericana petrolera Halliburton, pero en labores netamente administrativas; esta es una de las empresas que estuvo en Irak luego de la invasión gringa que dejó a este país del medio Oriente totalmente destrozado, para luego «reconstruir» el país y, en donde al parecer estuvo también Carlos Pérez…
Con esa cantidad gigantesca de dinero invertida (2 369 millones) no se pudo solucionar temas pendientes de la refinería, principalmente dos, como eran y son la cantidad de residuos que se extraen y la calidad de los combustibles que, recién ahora el señor Santiago Cuesta (ahora renunciado) se da cuenta y denuncia públicamente al país entero que es un veneno atroz que se ha estado vertiendo no solo en la ciudad y provincia de Esmeraldas sino en el Ecuador entero…
En Esmeraldas la refinería produce un 50% de productos livianos o blancos, que son los verdaderos combustibles como son el diésel, gasolinas, gas etcétera; el otro 50% son los residuos, asfaltos. Mientras más productos blancos o livianos producen una refinería, la misma es más eficiente; Se suponía, que con una repotenciación y habiendo gastado tal cantidad de dinero, se iban a mejorar estos problemas, es decir aumento significativo de los productos blancos (combustibles) y reducción importante de los residuos, lo cual no resultó cierto.
El otro problema que no se solucionó con la repotenciación fue el de la calidad de los combustibles y en vez de mejorar para que cumplan con las normas internacionales, como por ejemplo la euro cinco, se la desmejoró tremendamente; por eso los nuevos gastos multi millonarios y las paras técnicas que se realizaron en el actual gobierno pues, la misma era una verdadera bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar y que casi no funcionaba. El mismo Moreno que la visitó hace un par de años, asustado, exigió a su seguridad, ayudantes que le sauen rápido de ahí. Por ende, la famosa repotenciación no fue solamente un nido de corrupción en cuanto sobreprecios, coimas; también en el campo tecnológico, ¡una verdadera estafa!
Pero, Moreno fue el vicepresidente del país en los cuatro primeros años del asalto al Ecuador, ¿no sabían nada?, Si, como siempre, no sabía absolutamente nada; pero si él tiene un hermano (¿el gran hermano?) [1] que desde hace varios años es alto ejecutivo de una importante empresa petrolera ecuatoriana que ha ganado y sigue ganando mucho dinero…
Santiago Cuesta, prácticamente gritos, deía que hay que cerrar la refinería. Ya antes, el propio Cuesta y el mismo ministro Pérez habían anunciado la concesión-privatización de la refinería, ¿qué mismo quieren hacer? Están obsesionados por perjudicar al Ecuador, a rajatabla y total mente arrodillados frente a las exigencias del FMI, intentan subastar el Ecuador entero, por eso es que habla de entregar las centrales hidroeléctricas, los pocos campos petroleros que todavía están en poder del Estado, la CNT y, hasta las mismas islas Galápagos… Pero, claro, atrás de las concesiones, privatizaciones o como quiera que se llame, está la corrupción; si no, veamos cómo a lo largo de la historia los gobernantes y sus principales acólitos han sido los principales beneficiarios (en conjunto con las empresas concesionarias) con sumas multimillonarias, entregadas como “gratificación” a estos intermediarios comedidos.
Por esta práctica, en Argentina ya no hay empresa pública por vender y la gran población está sometida a una galopante pobreza y miseria, alta inflación, llegando a niveles alarmantes el costo de la vida, elevados los costos de los servicios básicos, de los artículos de primera necesidad: un país verdaderamente en quiebra todo, por obra y gracia del FMI.
Acá, como que quieren echar a la basura una inversión multimillonaria (los $2.369 millones del correato más las decenas de millones de Moreno).
Lo lógico entonces es corregir los dos problemas centrales evidenciados utilizando los “Fierros” de la actual refinería.
En primer lugar, debería hacerse una licitación internacional con el propósito de conocer cuánto es el costo de esta remediación y si es posible la misma con la actual infraestructura de la refinería.
En torno a la calidad de los combustibles, existen dos acciones que deberían implementarse:
En primer lugar, ya no deben mezclarse los crudos en los oleoductos; cuando se construyó el OCP (oleoducto de crudos pesados) el propósito fundamental era el transportar por éste, los crudos denominados pesados y, por el Sote (sistema de oleoducto tras ecuatoriano), que ya existía, transportar los medianos o livianos. Esto, nunca se hizo, con lo cual se favoreció básicamente a las petroleras transnacionales que tienen crudos pesados y, se perjudicó a la refinería de Esmeraldas, la cual fue diseñada para refinar un crudo de entre 27 y 28° API. Con la mezcla de los crudos, a la refinería de Esmeraldas comenzó entonces a llegar un crudo de unos 24° Api y generando complicaciones en la misma. A manera de comparación, es como poner diésel a un carro diseñado para que funcione con gasolina…
Si se separan entonces los crudos en los oleoductos, enviando el crudo para el cual fue diseñado la refinería es decir de 27-28° Api, la misma funcionará mejor y sus combustibles tendrán menos contaminantes, problema este que puede ser resuelto y complementado a través de unas plantas paralelas, equipos con filtros, lo que redundaría en una producción de combustibles que cumpla con las normas como las denominadas euro cinco para los mismos y, aceptadas ambientalmente.
Veamos ahora el segundo problema, el de los residuos. Desde hace varios años algunas personas, técnicos, analistas, veníamos planteando que, para corregir este problema, debería instalarse en Esmeraldas y aprovechando la infraestructura existente, una planta denominada de alta conversión, la cual justamente debía reprocesar los residuos con el propósito de obtener más productos blancos o livianos. Igual debería hacerse en las otras refinerías, en donde se da el mismo inconveniente, es decir las de Shushufindi y de la Península. Cuando se hizo la propuesta, a fines del siglo pasado, el país se hubiera beneficiado no solamente con el autoabastecimiento en combustibles, sino que hubiéramos tenido excedentes para la exportación; igualmente, estas plantas tienen un costo muy inferior a las de propiamente refinación, pues su precio no superaba los $1 500 millones, las 3 plantas…
En los actuales momentos se puede emprender en las mismas, pero la diferencia es que así se reprocese los residuos con estas plantas de alta conversión, de todas maneras, no podemos cubrir la demanda de combustibles, principalmente diésel y gasolina, cuyo déficit (lo que se importa) para el presente año bordearía los 36 millones de barriles (100 000 barriles diarios).
Es por esta razón que el ministro y otros voceros del régimen han anunciado la construcción de una nueva refinería la cual sería de alta conversión, es decir con muy bajos porcentajes de residuos (5-10%), habla de una que procese 300 000 barriles de crudo diarios, volumen muy superior al de la demanda interna, que costaría alrededor de $6000 millones. Y, las otras, ¿las CIERRAN?
¿Será conveniente para el Ecuador?, veamos algunas cosas.
Si, en el mejor de los casos, a fines del presente año se realiza la licitación internacional para la construcción de esa nueva refinería, no es sino hasta mediados del próximo es decir el 2020 en que la misma será adjudicada cuya construcción comenzaría a fines del 2020 y la cual se la terminaría a inicios del 2023, pues una refinería de esas características estaría lista en un plazo posiblemente no menor a tres años.
Pero, el mundo está cambiando aceleradamente hacia energías alternativas. En nuestro propio país ya hay una decisión de no seguir utilizando buses con los combustibles fósiles sino solamente hasta el 2025 es decir hasta dos años después de inaugurada «la nueva refinería». Un titular de el diario El Comercio del 7 de abril del presente año [2] decía «Los buses que se adquieran desde el 2025 deberán ser eléctricos»; esta disposición consta en el artículo 14 de Ley de Eficiencia Energética, publicada en el Registro Oficial en marzo pasado.
Países como Noruega, Holanda se han puesto como límite el 2025 para eliminar los vehículos a gasolina o diésel; China aspira tener el 25% eléctrico hasta el mismo año; otros como Escocia hablan del 2032; Francia y Gran Bretaña ya decidieron hasta el 2040; algunos analistas creen que para el 2040 el 90% de los vehículos usarán energías alternativas.
Pero, no solo hay un desarrollo acelerado de los vehículos eléctricos, sino también de aquellos que utilizan hidrógeno como combustible. Según El Hydrogen Council (Consejo del Hidrógeno) el hidrógeno En los próximos cinco o 10 años, podrían contribuir a satisfacer el 18% de la demanda energética final del planeta [3]. Los chinos van a lanzar próximamente al mercado un vehículo que funciona con agua; un dispositivo en el mismo separa el oxígeno del hidrógeno, enviando el primero a la atmósfera y, utilizando el segundo como combustible. Han experimentado un prototipo de este vehículo y, con una carga de 300 litros de agua pueden rodar hasta 500 km.
Entonces, si estamos a las puertas de un cambio drástico en la matriz energética mundial, ¿Que nos hacemos con una refinería de 300 000 barriles diarios, que en el mejor de los casos venderá combustibles en los próximos 10 años o exagerando 15 años? Se dice que esa refinería sería, una inversión ciento por ciento privada, cuidado nos meten gato por liebre, es decir que nos embarquen y se comprometa al Ecuador en comprar estos combustibles durante los 30 años que duraría ese negocio de la refinación; acordémonos de la refinería del Pacífico (Manabí) que también se la ofreció desde el inicio del actual gobierno y que por las mismas razones no se la pudo construir. Claro!, hace 2 años el FMI no estaba por nuestros lares y, ahora que si está, así que ¡a obedecer!
¡Negocio para los PÍCAROS Y VIVARACHOS!
Notas.
[1]- El gran hermano, ¿versión 2?, Mariano Santos, Revista Rupturas, marzo 29 de 2019. https://periodicoopcion.com/2802-2/
[2]- Los buses que se adquieran desde el 2025 deberán ser eléctricos. El Comercio, 7 de abril de 2019
[3]- Once multinacionales se adhieren al Consejo Mundial del Hidrógeno.16 de marzo de 2018, Energías renovables. www.energias-renovables.com
Quito, 15 de septiembre de 2019