Perú: un túnel sin salida

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Por Jaime Chuchuca Serrano

La política en Perú se ha convertido en un túnel sin salida. Dina Boluarte es la sexta presidenta en seis años. Cada uno ha tenido que tratar con una fuerte oposición en el Congreso. Con la Constitución actual, un presidente que llegué con mayoría parlamentaria tendría fácilmente gobernabilidad, no obstante, sin ella, el ejecutivo está sometido a los vientos del legislativo. La corrupción de Kuczynski (2016-2018) dio pasó a la votación por vacancia presidencial en el Congreso, pero este renunció antes; a Martín Vizcarra (2018-2020) se lo sacó en el Congreso por incapacidad moral; Manuel Merino (2020) renunció en medio de movilizaciones y polémicas; Francisco Sagasti (2020-2021) terminó encargado del gobierno de transición.

Pedro Castillo (2021-2022) en su campaña ya tenía la más férrea oposición mediática y fujimorista. Después de ganar las elecciones, el fujimorismo y la derecha se movilizó para impedir su posesión; una vez posesionado, a los quince días, por sus propias limitaciones, Castillo ya tenía problemas con su gabinete, tendencia que mantendría hasta el final. El gobierno de Castillo empezó alejándose de varias organizaciones de izquierda que lo apoyaron, no tenía una base popular organizada, tampoco un partido, ni un movimiento fuerte que lo respalde. Las oligarquías mediáticas y la oposición institucional, mantuvieron al gobierno contra las cuerdas desde el primer día. Primero se le acusó de improvisado e irresponsable y después de corrupto. En seis meses de cargo, Castillo, que quería lograr una reforma constitucional, tenía el 60% de la desaprobación; a catorce meses, el 70%, y dos votaciones del legislativo fallidas para su salida.

En la tercera moción de destitución del Congreso, a Pedro Castillo se le ocurrió disolver el Congreso por Decreto, sin los requisitos legales; Castillo se puso la soga al cuello; el Congreso 101 votos para removerlo; le apoyaron solo tres de sus legisladores. A un par de horas, lo bajaron del carro presidencial y lo apresaron. Otra vez el Congreso supera al ejecutivo. Castillo tenía en contra al ejército, a los medios, a las oligarquías, a la embajada de EEUU y a su propia vicepresidenta. Dina Boluarte sabía lo que sucedería, tenía su discurso de posesión por escrito; y debería tener otro para la renuncia o salida. Los peruanos se movilizan contra esta crisis inllevable.

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