Por Mariano Santos N.
El medio oriente es el epicentro de una serie de conflictos a nivel regional, que repercuten a nivel mundial y que tienen que ver básicamente con la extracción refinación, transporte y comercialización del petróleo. Por ser ésta una temática bastante amplia, vamos a compartir una serie de reflexiones en varios artículos sobre estos conflictos, comenzando con el primero que es la creación del Estado de Israel.
En los siguientes artículos, abordaremos otros conocidos conflictos del Medio Oriente como son los de Irán, Afganistán, Irak, Siria, todos en relación con el petróleo, que los compartiremos cronológicamente.
PARTE I: CREACIÓN DE ISRAEL
A.- el medio oriente, cuna de varias civilizaciones milenarias, pero divididas artificialmente por la guerra
Los países que hoy conocemos como Egipto, Jordania, Líbano, Siria, el Estado de Palestina, Irak, Turquía, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Yemen y otras monarquías del Golfo tienen varios milenios de historia común; pero su división política es reciente ya que data de la Primera Guerra Mundial y se debe a los acuerdos secretos negociados, en 1916, entre Mark Sykes (representante del Imperio británico), Francois Georges-Picot (representante del Imperio francés) y Serguei Sazonov (representante del Imperio zarista-ruso). El proyecto de tratado negociado entre estos tres diplomáticos había fijado la repartición del Oriente Medio, del imperio Turco-Otomano entre las tres grandes potencias de aquella época con vista a la postguerra.
Debido al derrocamiento del zar ruso y al triunfo de la revolución bolchevique en 1917, el nuevo gobierno ruso, presidido por Lenin, no participó en las siguientes negociaciones, por lo cual el reparto del Medio Oriente se centró básicamente a Inglaterra y Francia, con el denominado «Acuerdos Sykes-Picot» y su contenido fue denunciado posteriormente por los bolcheviques, quienes se opusieron a lo pactado por los zaristas.
Entonces, esa repartición del Medio Oriente fue muy artificiosa, no contempló la existencia de pueblos-culturas existentes a la época; así por ejemplo, los kurdos, que hoy son más de 30 millones fueron «repartidos» en un territorio que hoy se dividen Turquía, Siria, Irak, Irán y Armenia, lo que ahora se conoce como el KURDISTÁN. Su historia es milenaria y se dice que su origen se remonta al año 2.500 AC cuando se asentaron en un territorio del suroeste de Asia que en la actualidad forma parte de los 5 países ya mencionados. Conservan una lengua y una cultura propia, pero no han logrado tener un Estado, peor un territorio independiente; más aún, hay países en donde son reprimidos, como es el caso de Turquía.
En contrapartida, en 1948 la Organización de las Naciones Unidas(ONU) que venía de ser formada luego de la Segunda Guerra Mundial, resolvió la creación del Estado de Israel en un territorio que ya estaba ocupado durante varios siglos por un pueblo, al igual que los kurdos, con una cultura igualmente milenaria, los palestinos, pese a los cuestionamientos generalizados de los países árabes del Medio Oriente. Al comparar Kurdistán e Israel, podemos constatar que el primero aglutina a millones de seres humanos, con una cultura milenaria ininterrumpida, muchos más numerosos que los judíos y en un territorio casi propio, mientras que los segundos no han tenido una presencia ininterrumpida en la región y más bien se sacrifica a otro pueblo para crearles “su espacio”.
Evidentemente para el Kurdistán no había promotor alguno, en cambio para Israel existió una poderosa organización internacional: el sionismo que representa a la gran burguesía financiera mundial.
B.- El poderío sionista
El denominado LOBBY Sionista es actualmente parte de la gran burguesía norteamericana, con influencia gravitante en la política imperialista de los EE.UU., cuentan con grandes capitales, a través de sus MAGNATES que dirigen las mega-corporaciones: petroleras, armamentistas, tecnológicas, financieras, que hacen negocios tanto con el Complejo Industrial como con Wall Street y la Reserva Federal norteamericana.
La mayoría de los presidentes estadounidenses de las últimas décadas, salieron del corazón del Council on Foreign Relations (CFR), de la Comisión Trilateral y del Bilderberg Group, columnas vertebrales del poder sionista [1].
En el CFR, se concentra todo el poder mediático del sionismo: CNN, CBS, NBC, The New York Times, The Daily Telegraph, Le Figaró, The Economist, The Wall Street Journal, Le Monde, The Washington Post, Time, Newsweek, Business Week, RTVE, etc. Esos poderosos grupos sionistas, fueron los que apadrinaron la creación de Israel y su poder es tan grande que incidió igualmente en varios países europeos donde se hizo una gran promoción para que se afirme como verdadera la cifra oficial de 6 millones de fallecidos en el Holocausto y que negar sea considerado un delito penado con cárcel en varios países como la mismísima Alemania, Francia, Austria, una verdadera aberración, una flagrante contradicción con lo que se jacta Europa de la llamada libertad de expresión.
El Holocausto es actualmente tratado como un DOGMA inmutable que no puede ser cuestionado bajo ninguna consideración, cuestión que ha sido comparada incluso con la antigua forma de castigar las herejías durante la INQUISICIÓN del OSCURANTISMO en la era medieval. Así entonces, por cuestionar el holocausto una anciana de 89 años, la historiadora alemana Ursula Haverbeck, fue condenada a dos años de prisión en el 2018; pues en Alemania, el negar o minimizar el holocausto es penado con hasta cinco años de cárcel.
C.- los judíos, el sionismo y el racismo
En 1948 nace el Estado de Israel, a través de la Resolución 181 de la Asamblea General de Naciones Unidas en noviembre de 1947 con la «partición» de la Palestina, que no era, más que la parte sur de Siria, seccionada por los acuerdos de Sykes-Picott ya mencionados.
La decisión, fruto de una gran presión norteamericana, liderada en la época por el Presidente estadounidense Truman, fue dividir la Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe (decisión que hasta ahora no existe), así como la jurisdicción internacional sobre Jerusalén, ciudad santa para judíos, musulmanes y cristianos, decisión esta última que ha sido borrada recientemente, con el accionar de Donald Trump que reconoce a Jerusalén únicamente como parte y capital de Israel.
El 14 de mayo de 1948, se proclamó el nuevo estado de Israel, pocas horas antes de que las últimas tropas británicas abandonaran Palestina. Sin embargo, de la tierra que deberían ocupar los dos Estados (Palestino e Israelí), en menos de un año, ya el sionismo se apoderaba del casi 80% de la misma, expulsando o asesinando a casi un millón de palestinos de su propia casa.
Es así como «Israel» se convierte en 1948, de un «idealista» proyecto de país para los judíos, en un «Estado de GUERRA» construido en tierra robada y limpiada étnicamente con actos de barbarie descomunales. Hay una larga lista de ciudades, pueblos, aldeas, granjas, campos de cultivo y tierra que fueron ocupados, demolidos o directamente borrados del mapa por el Estado israelí en 1948 e incluso antes.
Días antes de la creación de Israel, En abril nueve de 1948 hubo una de esas masacres en el poblado de Deir Yassin, donde unos 254 aldeanos palestinos fueron asesinados y mutilados por bandas sionistas. Al día siguiente de la masacre, el célebre científico físico nuclear Albert Einstein envió una carta a Shepard Rifkin, líder sionista de Estados Unidos, condenando el hecho y rechazando el sionismo y tratándolos de ‘gente criminal y engañadora'[2], carta que fue en respuesta a las solicitudes de los sionistas para contar con el apoyo de Einstein. Vale precisar que Einstein era judío, pero anti sionista… Entonces, Einstein y otros connotado JUDIOS de mediados del siglo anterior ya definían algunos conceptos acerca del Sionismo: Ultranacionalismo, racismo, fascismo, que utiliza la religión y el terrorismo. Sin embargo, no es el único judío que cuestiona… Hay otro, llamado Norman Flinkestein, que escribió un Libro cuyo título es «La industria del Holocausto», en donde cuestiona al sionismo por haber convertido el holocausto en una gran industria para generar dinero y justificar la creación de Israel.
Pero, hay otro también antisionista, que revela cosas muy interesantes, es Shlomo Sand, historiador, Profesor de historia en la Universidad hebrea de Telaviv, que escribió un libro cuyo título muy sugestivo es «La invención del pueblo judío»[3]. San Sostiene la tesis que los actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo (pueblos llamados Conversos) lejos de Palestina y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, y que los palestinos árabes son los únicos descendientes de los antiguos judíos. “No hay consideraciones antropológicas, culturales, históricas que puedan probar la idea de un “pueblo judío” en aquellos que han ocupado y colonizado Palestina, ya que los actuales judíos deben su ascendencia más a los conversos de la Edad Media que a los antiguos semitas”, afirma Sand.
Más aún, cuestiona la diáspora, cuando reseña, «El exilio nunca existió. Cuando los romanos destruyeron el Templo en el año 70 de la era cristiana, no expulsaron a los judíos por la fuerza. Los romanos nunca exiliaron a pueblos, algo que sí hicieron los asirios y los babilonios con algunas élites».
El sionismo propiamente dicho nace en el siglo XIX con un precepto básico nacionalista y, ofrece una nueva definición del ser judío: la identidad judía pierde su sentido normativo y el nuevo judío se asimila a una raza, a un pueblo o a una etnia. Resulta muy interesante recurrir a la obra del mencionado Sand, pues demuestra que el mito nacional de Israel principaliza sus orígenes en el siglo XIX, no en los tiempos bíblicos, en los que muchos historiadores judíos y no judíos reconstruyeron un pueblo imaginado con la finalidad de modelar una futura nación.
Por las acciones criminales, racistas, colonialistas, que ha implementado Israel desde su fundación y, hasta la presente fecha, hay muchas razones que nos hacen pensar que Israel no es sino un estado artificial, no es sino la cara mucho más sucia, mucho más sangrienta del propio imperialismo norteamericano en el medio oriente, en otras palabras, es la misma presencia de los Estados Unidos, ya no de América sino del Medio Oriente, pero, insistimos, con su cara mucho más agresiva, racista, colonialista y asesina..
Si hoy en día estamos asistiendo a enormes marchas contra el racismo en numerosas ciudades norteamericanas como producto de la reacción de la gente frente a la discriminación racial, en Israel y Palestina asistimos a una exacerbación de ese racismo, que raya en el Apartheid, funesto período del racismo en África del Sur durante más de 40 años en la segunda mitad del siglo XX.
¿Qué hace entonces USA o Israel en el Medio Oriente?, Pues simple y llanamente cuidar los activos petroleros, en tratándose de que EE.UU. es el primer consumidor de combustibles en el mundo y de crudo (hasta hace poco, ahora es China).
Según las fuentes, en esta parte del planeta estarían concentradas entre el 30 y el 50% de las reservas mundiales de petróleo y los gringos cuidan el oro negro no sólo con un Estado propio en la región, armado hasta los dientes, incluyendo armas atómicas, sino con una serie de bases militares instaladas en 11 países de la región, Sí, en once (11) Estados.
Esa cara agresiva, racista, criminal de Estados Unidos o Israel, es el sionismo. El sionismo a su vez, no es sino la utilización de la religión para fines políticos protervos, para consolidar la supremacía blanca-sionista sobre una tierra ocupada, colonizada, donde prima el racismo y el crimen contra sus habitantes. Un sionismo, que ha pervertido la esencia misma del judaísmo, tergiversándolo y mutando la identidad religiosa pacífica que tenían, gran parte de los profesaban esa fe.
El carácter racista tipo Apartheid de Israel es desnudado por una propia resolución de la ONU: Es la resolución N. ª ª 3379 del 10 de noviembre del año 1975 que equiparó al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, llamando a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial [4] (aunque otra resolución de 1.991 la borró). Sin embargo, desde 1948, se han emitido una veintena de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU con las más amplias exigencias a Israel, sin que ninguna de ellas haya sido atendida en lo más mínimo.
Agreguemos a lo mencionado, el ignorar los dictámenes, acuerdos y resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, las continuas violaciones al IV Convenio de Ginebra, a la propia carta de la ONU en sus propósitos y principios, como también aquellos dictámenes de la Unesco y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Lo que contabiliza, al menos, un centenar de documentos, ignorados por la entidad sionista y que dan cuenta de los más amplios crímenes cometidos en estos 72 años: asesinatos, deportaciones, demolición de viviendas, leyes segregacionistas, construcción de muros de apartheid, control y limitación del libre tránsito del pueblo palestino. Miles de detenidos, entre ellos muchos menores de edad; construcción de carreteras exclusivas en Palestina, pero sólo para israelíes. Bloqueo aéreo, naval y terrestre del mayor campo de concentración del mundo que es la Franja de Gaza.
¿Quién estuvo siempre respaldando todas esas acciones delincuenciales y yéndose en contra de todas esas resoluciones de la ONU? Pues los Estados Unidos…
D.- incidencia del petróleo.
El petróleo en la región ya se lo conocía desde hace varios siglos, pero, Arabia saudita lo encontró en grandes cantidades con la perforación del pozo Dammam-7, el 3 de marzo de 1938. Éste fue el primero de varios descubrimientos que finalmente se revelaron como la mayor fuente mundial de petróleo, descubrimiento que inició la alteración de las relaciones geopolíticas en la región.
Michael Klare, en su libro «Blood and Oil»[5], considera que sólo hasta 1940 el petróleo fue un asunto de “política interna”, en tanto Estados Unidos tenía suficientes hidrocarburos para satisfacer sus necesidades. A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, se hizo evidente que sus reservas se agotarían y tendría que depender crecientemente de la adquisición de petróleo en el extranjero. A partir de entonces, los hidrocarburos pasaron a formar parte medular de su “política exterior”. Según Klare, las políticas de todos los gobiernos posteriores a 1945, consideraron el petróleo un asunto de seguridad nacional, vital para la economía estadounidense, cuyo acceso debía ser garantizado y protegido ¡a cualquier precio!
Sí, ¡a cualquier precio!
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de la posguerra eran muy conscientes de que el petróleo era una mercancía preciosa y estratégica. Su control había sido clave para ganar la guerra. Desde antes de derrotar a la Alemania nazi, Theodor Roosevelt y Winston Churchill ya les habían apuntado a las crecientes reservas medio orientales. En agosto 8 de 1944 se firmó el Acuerdo Petrolero Anglo-Americano, que dividía el petróleo de Medio Oriente entre Estados Unidos y Reino Unido.
En forma por demás arrogante Roosevelt dijo: «El petróleo persa… es tuyo. Compartiremos el petróleo de Irak y Kuwait. Respecto al de Arabia Saudita, es nuestro», según la BBC de Londres. [6].
Por supuesto, el acuerdo no tuvo en cuenta a la gente de los países involucrados.
Entonces, la “creación” de Israel era la necesidad imperiosa de EEUU de tener a un fiel perro guardián en la región para controlar y vigilar el energético que mueve la economía gringa o, ¿el mismo imperialismo con otro nombre?, llamado Israel…
Vale sin embargo comentar ciertos hechos que abonan en favor de nuestra tesis. Así, el sionismo con el imperialismo norteamericano pretenden cambiar y reescribir una nueva historia en la región: La UNESCO a través de investigaciones y denuncias ha sido muy clara en señalar que las excavaciones y otras labores arqueológicas que se realizan, principalmente en la explanada de las Mezquitas en Al Quds pretenden judaizar dicha ciudad y desarabizar otros lugares de la Cisjordania ocupada como es el caso de Al Jalil – Hebrón – generando una narrativa falsa, destinada a demostrar la presencia judía en aquellos lugares donde su presencia e influencia ha sido inexistente [7].
Esta fue la razón fundamental para qué EEUU se retire de la Unesco. En junio de este año ya abandonaron también el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, quejándose de que este organismo «acosaba» demasiado a Israel, con una serie de resoluciones que ha exigido a Estados Unidos e Israel respetar el Derecho Internacional en materia de protección al pueblo palestino y detener los crímenes en la Franja de Gaza. Definiendo además que el Muro de la Vergüenza, que rodea la Ribera occidental y la construcción de nuevos asentamientos, poblados por colonos extremistas, en los territorios ocupados, son crímenes de lesa humanidad y por tanto sujetos a investigación y eventual enjuiciamiento…
Para rematar. Como ahora los pájaros disparan contra las escopetas, Estados Unidos amenaza con enjuiciar al tribunal de la Corte de la Haya por haber osado acusar de genocidas a los sionistas del Medio Oriente… Expresaron que EEUU no cooperará ni participará en la Corte Penal Internacional y “emplearemos cualquier medio para proteger a nuestros ciudadanos y aliados – léase Israel – de los procesamientos injustos que realiza «ese tribunal ilegítimo. Una institución ineficaz, irresponsable y francamente peligrosa”.
Son tan audaces que incluso “…sancionará a los jueces de esta Corte si procesan a estadounidenses o sus aliados “Prohibiremos el ingreso de jueces y fiscales a EE.UU., sancionaremos sus fondos en el sistema financiero norteamericano y los enjuiciaremos en nuestro sistema criminal y haremos lo mismo con cualquier compañía o Estado que ayude a una investigación de la CPI contra estadounidenses» declaraba hace poco John Bolton.
No hay duda entonces, de que estamos en presencia de dos estados unidos: el de América y el de Medio Oriente…
NOTAS. –
[1]. Las «dos caras» del lobby judío: El antes y el después de Bush, parte 3.
La catedral del poder sionista
[2]. Carta de Albert Einstein, rechazando el sionismo y tratándolos de ‘gente criminal y engañadora’, 22 noviembre 2012, PALESTINALIBRE.ORG.
[3]. Reseña de «La invención del pueblo judío» de Shlomo Sand, Jesús Aller, 8 abril de 2015.
[4]. Resolución 3379 de la Asamblea General de las Naciones Unidas – Wikipedia, la enciclopedia libre
[5] Blood and Oil, Michael Klare
http://www.google.com.ec/search?hl=es&q=Blood+and+Oil%2Cklare+Michael+K lare&meta=&aq=f&oq=
[6]. ¿Cómo llegó el petróleo a dominar el mundo?, 4 abril 2015, BBC, iWonder
[7]. Pablo Jofre Leal , Imperialismo y sionismo: La hipocresía sin fin,