Engels, el revolucionario infatigable III
Edgar Isch L.
Entre Marx y Engels, inevitablemente, como dirigentes prácticos y teóricos existieron momentos y tareas que se dividieron entre sí. Esto sería más fuerte cuando Marx asume la tarea de trabajar “El Capital”. Engels en 1887 lo señalaría de esta manera: “En la división del trabajo que existía entre Marx y yo me ha tocado defender nuestras opiniones en la prensa periódica, lo que, en particular, significaba luchar contra las ideas opuestas, a fin de que Marx tuviera tiempo de acabar su gran obra principal. Esto me condujo a exponer nuestra concepción en la mayoría de los casos en forma polémica, contraponiéndola a las otras concepciones”.
De manera simplista y falsa, se coloca muchas veces como que Marx trabajó la economía, mientras que Engels la filosofía, de manera que el primero no tenía que ver mayormente con la visión dialéctica de Engels. Con ello se pretende negar la integralidad del marxismo, fragmentarlo, debilitar su crítica radical a todo lo existente. Charles Rappoport, quien conoció a Engels en 1893, cuenta que le preguntó por la falta de base teórica o cierta incompletitud de la filosofía de Marx y Engels, enfadado, le respondió:
“¿Qué más quiere? ¡Si ya tiene El Capital! ¡Haga el favor de estudiarlo!”.
En los debates con otras corrientes ciertamente a Engels le correspondió trabajar más en ciertos temas científicos y filosóficos. Pero la base la construyeron juntos, primero como parte de los Jóvenes Hegelianos que valoraron mucho su dialéctica nueva, nada ligada a la de la Grecia antigua que solo se orientaba al debate verbal. La dialéctica hegeliana, entre sus tesis fundamentales, planteará que el movimiento se origina en la presencia de contradicciones al interno de cada fenómeno, estableciendo así una base para el trabajo histórico y las ciencias sociales.
La tarea fue quitar el idealismo filosófico de la dialéctica, lo que la tiene de cabeza, y por el contrario ponerla sobre sus pies, como dialéctica materialista. La segunda, fue estudiar cómo se expresaba en la sociedad y en la naturaleza. La historia de una y otra terminan siendo la misma por las contradicciones y relaciones presentes, continuas o temporales (es decir históricas o de un momento de la historia). Junto a ello, va la construcción de una nueva teoría del conocimiento.
Tales estudios, que los separaron de otros jóvenes hegelianos, fueron dando una integralidad a la comprensión de la unidad y lucha de los contrarios, la conversión de la cantidad en calidad, de la organización en niveles de complejidad crecientes, de una nueva teoría del conocimiento.
Esa dialéctica sería de tal importancia que Lenin precisamente señalaría que si comprenderla no se podrá entender “El Capital”. Y sin la economía política del marxismo no se puede aplicar la dialéctica a la realidad social.
Una obra clave fue “La Ideología Alemana”. Muchos consideran que se puede decir que es el acta de nacimiento del Materialismo Dialéctico. En ella, Marx y Engels realizan una crítica a la imposibilidad de que el idealismo filosófico, incluso acompañado por la dialéctica, sirva para conocer a plenitud la realidad. La necesidad de avanzar a un socialismo científico y las pistas para hacerlo, quedaron plasmadas en esta obra. Sumada a la presentación de la nueva comprensión de la historia, darían fundamento científico al rol histórico de la clase obrera, la importancia de la acción de las masas en la historia (que planteaban seguir estudiándola) y bases de la aplicación del socialismo científico, en oposición de los utópicos y socialismo pequeño burgueses.
La obra estuvo lista en mayo de 1846, pero apenas en 1932 se publicó en versión completa por primera vez en la Unión Soviética. Sin embargo, materiales nuevos fueron publicados continuamente en vida de Engels, presentando la concepción proletaria del mundo. El materialismo dialéctico cobraría fuerza en el análisis mismo de la realidad.
De estos trabajos de Engels citaremos la obra polémica “Anti Dühring” (en ella el autor analiza los problemas más importantes de la filosofía, las ciencias naturales y la sociología), “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, “Ludwig Feuerbach”, junto a otras en las que desbaratando las posiciones filosóficas de las clases dominantes y la pequeño burguesía, sintetiza el materialismo dialéctico como filosofía de base para el pensamiento revolucionario de la clase obrera.