Por Prof. Stalin Vargas Meza
El presidente Noboa, los ministros del Interior, Defensa y la ministra de Gobierno llaman a quien protesta, ¡terroristas! Ellos, se pretenden héroes que están salvando al país de las mafias, del crimen organizado.
El niño rico desde el 23 de noviembre de 2024 que empezó su mandato, mostró su talante prepotente y autoritario, usando calificativos mal intencionados, degradantes, deshumanizantes contra quienes se oponían a sus deseos, así, por ejemplo:
- Declaró la guerra armada interna y quienes se oponían fueron acusados de “ser parte de los grupos criminales”,
- Subió el IVA y el que se oponía fue calificado de “defender a los delincuentes”,
- En la Asamblea Nacional aprobaron las leyes enviadas con el carácter de económico-urgente y los que se oponen a esas leyes son calificados como “aliados de los grupos delincuenciales”.
- La Corte Constitucional puso freno a los intentos de concentrar el poder y Noboa los atacó, expuso públicamente sus fotografías para decirle a la gente que ellos son los “responsables de la inseguridad”.
- Incrementó el precio del galón de diésel y ante la respuesta del movimiento social, popular, la izquierda y el movimiento indígena, lo primero que hace es acusarles de “terroristas”, les calumnia diciendo “que las movilizaciones y protestas son financiadas por el crimen organizado y por la minería ilegal”.
- En cada provincia a la que asiste, repite y repite “que castigará con 30 años de prisión a quienes incentiven y participen en las protestas”.
- Utiliza la violencia y las amenazas de manera sistemática para intimidar a la población, violando los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Quien tiene practicas terroristas es el presidente Noboa es él quien desde el poder ejerce la mentira de manera sistemática y cínica, hace el discurso para crear miedo, para intimidar, crea terror en las comunidades indígenas al entrar con Ejercito y su armamento pesado, y ordena disparar contra población indefensa que protesta pacíficamente. Esto tuvo una clara expresión cuando las fuerzas represivas en la madrugada del domingo 28 de septiembre, asesinaron al comunero Efraín Fuerez, un comunero luchador popular de Cotacachi, provincia de Imbabura.
En la noche del 28 de septiembre, el régimen de Noboa, volvió a aterrorizar la población suspendiendo el servicio de luz, telefonía e internet en Otavalo y Cotacachi, mientras envió decenas de vehículos y camiones de uso militar, a cientos de militares y policías, utilizó indiscriminadamente las bombas lacrimógenas para amedrentar a la población.
Está claro que el país está siendo gobernado por una facción de la oligarquía, que no tiene problemas en reprimir y castigar a la población, para imponer el ajuste neoliberal ordenado por el Fondo Monetario Internacional.
Siempre es bueno recordar, Alberto Dahik fue calificado como el ¨niño prodigio de la economía¨, con ese aval, fue uno de los gestores de la crisis bancaria, el principal impulsor de las privatizaciones, de la llamada “modernización del Estado”, de las “políticas de ajuste estructural”, “la tercerización laboral”, por ser un radical neoliberal, la misma derecha lo calificó como ¨terrorista económico¨, el ex presidente León Febres Cordero le dijo ¨cuando se requiere más gasto público en personal y equipamiento de salud, este “terrorista económico” sigue con su insana muletilla ultraderechista¨.
Noboa y Dahik se parecen. Ellos son los terroristas.
El movimiento indígena, los trabajadores, maestros, estudiantes, pequeños comerciantes, pobladores del campo y la ciudad luchan, protestan, por sus derechos y libertades que quieren ser eliminadas por el gobierno neoliberal.
EX PRESIDENTE UNE NACIONAL