Mariano Santos N.
¿Luego de la “vergonzosa” retirada” norteamericana de Afganistán mucha gente se pregunta ¿qué mismo es lo que pasó en uno de los países más atrasados del planeta? Un sector cree que, en efecto, los norteamericanos son unos verdaderos cobardes y que sufrieron una humillante derrota muy similar a la ocurrida en 1975 con la estrepitosa salida de Vietnam. Otros creen que lo ocurrido en Afganistán fue algo muy bien planificado por la CIA y el Pentágono, tercerizando la guerra para instalar allí en esa región estratégica de Asia un verdadero polvorín que pueda entretener a sus 2 enemigos jurados China y Rusia, en la disputa Inter imperialista que cada vez se agudiza con mayor intensidad. Sin embargo, quién escribe estas líneas cree en una tercera posibilidad (combinada con la segunda), la cual tiene que ver con el dólar y las drogas, como veremos a continuación.
I- El abandono del oro como respaldo del dólar.
Fue en Bretton Woods, pequeño poblado turístico de la costa este de EEUU, donde se desarrolló la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, terminando (en 1.944) la segunda guerra mundial, en la cual se firmaron acuerdos que dieron forma a la economía de la posguerra, con la creación de dos instituciones clave: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, conocido hoy como Banco Mundial (BM), ambos con sede en Washington.
Un acuerdo trascendental fue el que decidió fijar al dólar como la moneda de referencia mundial; el patrón dólar-oro hizo que todos los países cotizaran sus monedas frente al dólar, que, a su vez, como ancla o garantía, debía ser convertible en oro a un precio fijo: 35 dólares la onza troy (que equivale a 31,1 gramos). Se puso en marcha entonces un nuevo sistema monetario mundial liderado por EE.UU. que consagró el dólar estadounidense como única moneda convertible en
oro, por lo tanto, como única divisa internacional. Por ello, las diferentes divisas del mundo pasaron a cotizar frente al dólar (y no frente al oro), y su tipo de cambio fijo estaba determinado por la cantidad de oro que un país tuviera almacenada en la Reserva Federal.
Otras monedas podían devaluarse frente al dólar, que es equivalente a devaluarse contra el oro. Sin embargo, el dólar no podía devaluarse, al menos en teoría. Era la piedra angular de todo el sistema destinado a estar anclado permanentemente al oro.
Con el pasar de los años, se hizo bastante evidente que el volumen de dólares circulando en todo el mundo era muy superior a la cantidad de oro disponible en las bóvedas de seguridad de la fortaleza militar de Fort Knox de EEUU. Lo que siguió después de una serie de sustos y de crisis financieras reiteradas fue un pánico bancario; acciones y movimientos de protesta por todo lado, cuestionando la cantidad de las reservas de oro de EE.UU., movimientos liderado por Charles de Gaulle, por entonces presidente de Francia y con muchos países exigiendo a los norteamericanos la devolución de su oro guardado allá, pues consideraban que se había cometido una verdadera estafa global.
Por esos años el imperialismo norteamericano ya había iniciado algunas guerras de dominación y sometimiento, comenzando con la del Medio Oriente en el que instaló un país artificial, Israel, a través del terrorismo del sionismo. Más tarde, en 1.964, los norteamericanos se embarcaron en la guerra del Vietnam, pasando por otras guerras principalmente en el Medio Oriente, para posicionar a Israel en ese sector muy estratégico para los norteamericanos.
Todas esas guerras significaban la emisión de dólares sin respaldo alguno a diestra y siniestra, en virtud de todo ello, Richard Nixon se vio obligado entonces, a poner fin a la convertibilidad del dólar con el oro físico, hace justamente 50 años (el 15 de agosto de 1971), lo cual se anunció como una medida temporal.
El imprimir, a su antojo, más dólares en su banco central (reserva federal), les servía a los gringos, no solamente para maquillar sus problemas fiscales sino también financiar sus guerras (como la de Vietnam), sus intervenciones en otros países y la implementación de las bases militares. Desde entonces, los Estados Unidos imprimen billetes y billetes, sin cesar. Entonces, la pregunta de rigor es: ¿Qué respalda al dólar?
II- El Petrodólar.
Dos años después de la liberación del dólar frente al oro, en 1973 el mismo Nixon envió en una misión secreta a Arabia Saudita a Henri Kissinger, para una serie de conversaciones de alto nivel.
Un año más tarde se llegó a un acuerdo. Un nuevo sistema fue ideado, permitiendo a los Estados Unidos continuar operando las máquinas de impresión de la moneda de reserva mundial sin restricciones. Esto le dio al dólar un lugar especial entre las monedas del mundo y, en esencia, el dólar se convirtió entonces en una moneda respaldada por petróleo.
Todo lo anterior, a cambio de la entrega de armas norteamericanas y la “protección militar”, llámense bases militares, de los campos petrolíferos sauditas. “Protección” que se hizo extensiva luego de las negociaciones correspondientes, al resto de países árabes con presencia de monarquías.
Al ser un plan estratégico, cada administración norteamericana posterior, mantuvo a esos gobernantes lacayos y serviles en el poder, al igual que a sus descendientes, de sus respectivos países; países en los que existe Dios, pero no ley, pues la ley es dictada por esos dictadores; no tienen una constitución como tal, sino una norma básica otorgada a imagen y semejanza de la familia real.
Es a partir de esta época (años 70 del siglo anterior) que se comienzan a implementar y generalizar las bases norteamericanas en la región. El negocio se fue extendiendo de tal modo que cualquier país que quería comprar petróleo estaba obligado a cambiar su moneda nacional por dólares. De hecho, el sistema de intercambiar petróleo por dólares generó una gran demanda artificial de dólares en todo el mundo, y a medida que se necesitaba más crudo más se incrementaba la producción de la moneda estadounidense. Esta negociación para la creación del petrodólar con las monarquías árabes no se supo sino 33 años después, hasta el año 2006.
El Congresista Ron Paul [1], Republicano de Texas, decidió hablar ante el pleno de la Cámara, el 15 de febrero del 2006; ofreció un discurso titulado «El Fin de la hegemonía del dólar», pues a la época el petrodólar ya no funcionaba tan bien. Paul, en su alocución decía: “la elite que manejaba el dinero, con el especial y fuerte apoyo de las autoridades de Estados Unidos, hizo un trato con la OPEP para valorar el petróleo en dólares de Estados Unidos exclusivamente, para todas las transacciones mundiales. Esto le dio al dólar un lugar especial entre las monedas circulantes del mundo y, en esencia, el dólar era «respaldado» con el petróleo. A cambio, los EE.UU. prometió proteger a las diversas monarquías ricas en petróleo en el Golfo Pérsico, contra la amenaza de una invasión o insurrecciones internas”, igualmente, indicó “El acuerdo le dio al dólar una fuerza artificial, con beneficios financieros tremendos para los Estados Unidos. Nos permitió exportar nuestra inflación monetaria comprando petróleo y otros bienes a precios rebajados, en tanto la influencia del dólar florecía”. Como lo dijo el propio Paúl, ese petrodólar ya en el 2006 no funcionaba tan bien; entonces, ¿cómo se sustentaba el dólar?.
III- El Narco dólar
En 1.999 nace el Euro, como una respuesta de los países europeos dependientes del imperialismo norteamericano y del dólar, que querían liberarse en algo de la hegemonía de la divisa dominante en su continente y el mundo, lo cual representó un duro golpe para EEUU y su divisa. El Petrodólar, como bien lo decía el congresista norteamericano Paul, se venía cayendo y entonces, había que buscar formas novedosas para sostener la divisa tambaleante.
Con el derrumbe de las Torres Gemelas (auto atentado según el francés Thierry Meyssan de Red Voltaire) y la invasión a Afganistán con el pretexto de la captura de Ben Laden, se inauguró una nueva política imperialista norteamericana de agresión: terrorismo y optimización del uso de las drogas.
Cuando comenzó la “guerra contra el terrorismo”, Afganistán tenía solamente 8.000 hectáreas cultivadas de amapola, las que 20 años después, ya llegaban a 228.000 con la planta precursora del opio-heroína, con lo que Afganistán se convirtió en el primer país productor de esta droga del mundo, pues no menos del 90% que se consume y se trafica en el planeta, proviene de este país del Asia Central. Es decir, que en vez de luchar contra el narcotráfico durante dos décadas de control político-militar de Afganistán, EE.UU. puso en marcha un proyecto para crear un laboratorio de drogas a escala mundial.
Casi simultáneamente, en otra parte del planeta, en otro continente, en Colombia, en 1998, se da inicio al plan Colombia, otro gran laboratorio norteamericano para la fabricación, ya no de heroína sino de cocaína. Cuando comenzó el “combate a las drogas “ a fines de los 90, en Colombia existían 137.000 hectáreas sembradas de coca, y hoy, luego de la «invasión» de 7 bases militares(aunque varios analistas dicen que son 9) y otra de la OTAN, la propia Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, reporta para Colombia la cifra récord de cultivos de 245.000 hectáreas, convirtiendo a Colombia como el primer productor de cocaína en el Mundo, con al menos el 70% de la producción. Por eso es que muchos analistas consideran a Colombia como un narcoestado, en donde la vicepresidenta, el embajador colombiano en Estados Unidos, el presidente del Senado, la presidenta de la Cámara de Representantes, tienen familiares detenidos por narcotráfico.
Alvaro Uribe, ex presidente colombiano y dueño del partido Centro Democrático, al que se pertenece el actual presidente colombiano Duque, era el 82avo hombre más buscado por narcotráfico por los propios gringos, de acuerdo a documentos desclasificados de la DEA. ¿Cuántos representantes de la droga y paramilitares existen en el Parlamento?
Juan Pablo Escobar (hijo), en una entrevista para El Confidencial de España, en 2017 confesó, entre otras cosas: “Terminamos trabajando con quienes nos perseguían, la DEA’, o sea, el cartel es la propia DEA”.
Sin embargo hay que añadir algo más. Si por un lado, los 2 principales países productores de drogas del mundo, provenientes de plantas son Afganistán y Colombia, respectivamente; resulta que también existe otro tipo de droga, la sintética, la más importante el Crack, cuyo principal fabricante del planeta es coincidentemente el propio EEUU.
Si antes EEUU abandonó el oro, luego a confesión de un propio congresista gringo(Paul), el respaldo del petróleo(petrodólar) ya no funcionaba bien, la pregunta de rigor que surge es: ¿qué entonces respaldaba al dólar? Todo apunta, por consiguiente, a que el nuevo respaldo que consiguió el dólar fue la droga.
Por eso es que el escritor italiano Roberto Saviano, condenado a muerte por la Camorra napolitana por las denuncias contra las mafias, aparecidas en su libro «Gomorra», afirma:
“Ningún negocio en el mundo es tan dinámico, tan inquietantemente innovador, tan leal al espíritu puro del libre mercado como el negocio de la cocaína (…) La cocaína es un activo seguro. La cocaína es un activo anticíclico. La cocaína es el activo que no teme ni a la escasez de recursos ni a la inflación del mercado (…) La cocaína se convierte en un producto como el oro o el petróleo”. Evidentemente, la heroína al igual que la cocaína, sigue el mismo patrón, es un activo extremadamente duro…
De otro lado, hay un consenso de que el dinero del narcotráfico lavado por bancos estadounidenses asciende a varios centenares de miles de millones de dólares, incluso algunos hablan de billones anuales. El problema es que se sabe el nombre de los bancos, ej. JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Barclays, Deutsche Bank, Bank of New York Mellon, Citibank, Wachovia, el británico HSBC, etc., investigados por los mismos norteamericanos [3[pero, no se dan los nombres de sus ejecutivos involucrados en estos ilícitos. El único nombre señalado hasta la presente fecha es el del ex presidente George Bush (padre), a quien denunció el estadounidense ex precandidato presidencial por el Partido Demócrata Lyndon Larouche en su libro “George Bush el super capo de la cocaína en el mundo”.
Sin embargo vale precisar que EEUU combatió y eliminó físicamente aquellos líderes mundiales que tenían la osadía de intentar cambiar al dólar como divisa hegemónica mundial por otra.
Ese fue el caso de Gadafi, quien quería implementar una moneda panafricana en reemplazo del dólar, según lo determinó el propio parlamento de Reino Unido quien decía cómo la guerra de la OTAN en Libia se basó en mentiras [2]; Gadafi y Libia fueron despedazados. Igual, Sadam Husein, en Irak, intentó hacer algo parecido, pero utilizando el euro; hoy sabemos el destino de Hussein e Irak.
Con quién no han podido es con Irán, que hoy en día realiza transacciones de compra y venta(principalmente petróleo y gas con China) con varios países, pero con otras monedas, que no son el dólar. Por eso las reiteradas sanciones contra este país por parte de Estados Unidos que busca como pretexto el enriquecimiento de uranio para producir la bomba atómica, pero que no han logrado eliminar al presidente persa, aunque sí a uno de sus altos jefes militares(Soleimani ).
Al mismo tiempo, países como Rusia y China vienen deshaciéndose del dólar aceleradamente y vienen comercializando barriles de petróleo, gas y otras mercancías con divisas distintas al dólar (rublos, yuanes y euros).
El nacimiento del nuevo siglo XXI, también significó el aumento de las bases militares, ¿serán 500 por todo el mundo?), hacer guerras por doquier(son más de 80 que «combaten» el terrorismo), pues esto hace que la industria bélica funcione a toda velocidad y que los dueños de esas gigantes empresas armamentistas norteamericanas y los propios EE.UU. sigan cosechando enormes beneficios, es decir que el dólar va y viene en todo un circuito cerrado: el negocio de la guerra es parte del negocio del dólar, parte del sustento del dólar.
De la hegemonía que tenía el dólar en el mundo financiero internacional que llegaba a cerca del ciento por ciento en la década de los 40 del siglo pasado, ha venido disminuyendo progresivamente hasta el presente año 2021, en que apenas, algo más del 50% de las transacciones mundiales se realizan con el dólar, pero con tendencia a la baja. Lo que sí es real es que el dólar se cae, la madre de todas las crisis está a la vuelta de la esquina, predicen muchos analistas económicos y políticos
IV- La salida de Afganistán y las tecnologías digitales
Asistimos en la actualidad a la cuarta revolución industrial del planeta, en la que todo se está digitalizando: las reuniones, el trabajo, la educación, la ciencia, la comunicación, etc., es el capitalismo digital, es el imperialismo digital, en donde el capital se innova para generar más plusvalía y acumulación.
Los principales líderes mundiales, economistas, empresarios y monarcas han ratificado en el Foro Económico Mundial de Davos 2021 la idea de que el planeta necesita cambios como nunca antes; lo que se ha venido a llamar el Gran Reinicio, reseteo, The Great Reset, en inglés.
Pero, China ya se adelantó. Los efectos de la revolución provocada por el surgimiento de las criptomonedas y el lanzamiento del yuan digital por parte de China se están sintiendo
cada vez con más fuerza en la economía global. Ahora hasta el FMI y el Banco mundial abogan por el lanzamiento de monedas digitales respaldadas por los bancos centrales.
En abril de 2020 comenzaron las pruebas del yuan digital en cuatro ciudades de China (Shenzhen, Suzhou, Chengdu y Xiongan) que ahora comienza a generalizarse en el gigante asiático. El informe del FMI y el Banco Mundial parecen ser la respuesta de las instituciones financieras occidentales al lanzamiento del yuan digital por parte de China. Sin embargo, el uso interno del yuan digital no es lo que más preocupa a Occidente. La moneda digital china podría convertirse en una alternativa más barata y eficiente para las transacciones que se realizan fuera del sistema financiero dominado por EEUU, especialmente con aquellos países que tienen lazos comerciales con China.
Si el mundo adopta cada vez el yuan digital en sus transacciones comerciales, EEUU perderá
su capacidad para vigilar y controlar el sistema financiero internacional a través de la utilización del dólar como arma para someter y sancionar a los gobiernos que le resultan incómodos. Esto va a la par con un hecho real: Estados Unidos es una potencia en decadencia y la China es una potencia en ascenso.
Como decíamos en líneas anteriores, el dólar se derrumba, cada vez menos países lo utilizan.
Las criptomonedas, de las cuales se estima que existen más de 8 000 en el mundo, siendo el Bitcoin la más importante, no se respaldan en nada; las digitales, que deberían respaldarse en los bancos centrales, ¿seguirán la misma línea? Siendo así, el dólar digital ya no tendría entonces la necesidad de un respaldo: oro al inicio, petróleo luego y las drogas ahora. Entonces ya EEUU tiene menos necesidad de apuntalar su billete de papel, por eso va tras su moneda digital, en donde a lo mejor no necesitaría el respaldo de la droga, por eso se va de Afganistán. Y, con la esperanza de que los Talibanes se conviertan en su policía vigilante en esta parte estratégica muy importante del planeta, que deben seguir fabricando la heroína, pues el mercado comprador (en EEUU) gana mucho más que los fabricantes..
Notas.-
[1]- Luis Aguilar, El petróleo y la hegemonía del dólar. Rebelión, 22/03/2006.
[2]- El parlamento de Reino Unido informa sobre cómo la guerra de la OTAN en Libia se basó en mentiras, Ben Norton, 23/07/2021, Rebelión
[3]- ¿Por qué no conocemos los rostros, vida y obra de los banqueros que lavan dinero del crimen trasnacional?, cecilia-gonzalez, Rusiatoday, 23 septiembre 2020