Por Jonathan Báez Valencia
En 2019 la “inversión” en despidos del sector salud es más alta que la inversión en infraestructura, equipamiento y mantenimiento
Como se mencionó en un artículo anterior no solo el gasto en el sector salud disminuyó, sino la inversión drásticamente en este sector, a tal punto que en 2019 se dio una reducción del 36% en relación al año anterior.[1] No obstante, lo preocupante es que de la “inversión” que se realizó en este sector el principal rubro es “programa de reforma institucional de la gestión pública” que se trata básicamente de la desvinculación de servidores públicos.[2] Y que este proyecto está por encima de la inversión en infraestructura, equipamiento y mantenimiento en el sector salud del año 2019.
Gráfico 1. Inversión por proyecto en el sector salud 2019
La “inversión” en la desvinculación de los servidores públicos del sector salud asciende a casi USD 39 millones y representa el 31% del total del Plan Anual de Inversiones en este sector. Por otro lado, la inversión en infraestructura física, mantenimiento y equipamiento alcanza los USD 33 millones y representa el 26% del total. A continuación se encuentran el fortalecimiento red de servicios de salud y mejoramiento de la calidad y el apoyo a la extensión en la protección social y atención social en salud con USD 15 y USD 12 millones respectivamente. Ambos rubros no representan ni la mitad de lo que el monto de la desvinculación de servidores públicos en el sector salud significa.
Dado este suceso es pertinente preguntarse cómo la desvinculación puede entenderse como una inversión. Si se están quitando recursos humanos al sector salud, era claro que ante una emergencia el servicio se iba a saturar. Por otra parte, si esta era la inversión entonces esto quitó espacio para que la inversión en infraestructura, fortalecimiento, etc. del sector salud tuviera lugar. En efecto, se desmanteló por dos vías al sector salud: i) reducción de recursos humanos y ii) disminución de recursos físicos. Y ahora se observan las terribles consecuencias de tales actos, con el dogma del ajuste y los recortes como consignas del quehacer del sector público.
No se tiene una cifra precisa de las desvinculaciones en el sector salud, pero según el “PROGRAMA DE REFORMA INSTITUCIONAL DE LA GESTION PUBLICA” de enero 2018 se planteó desvincular a 2 365 personas en 2017 y 2 453 en 2018 del Ministerio de Salud Pública.[3] Sería necesario constatar la cifra exacta, sin embargo, es claro que el personal que se haya desvinculado es inminentemente necesario en estos momentos.
En fin, se observa cómo las decisiones de política pública basadas en que lo público debe ser reducido, que está invertir en capacidades estatales, en este momento cobran una factura enorme al país ¿Cuántas vidas se hubieran salvado de tener recursos disponibles? ¿Cuántos médicos no se hubieran contagiado en su labor de salvar vidas con los recursos necesarios? Si esto ya ocurrió en 2019 ¿No era pertiente que en lugar de pagar la deuda externa, esos USD 324 millones hubieran sido dirigidos al sector salud? La respuesta parece obvia, pero si se considera quién era propietario de esos bonos y el afán de pagar, la situación cambia. Al parecer para las autoridades actuales las fortunas están antes que la vida de la población ecuatoriana.
[1] Ver: https://coyunturaisip.wordpress.com/2020/03/28/los-recortes-cobran-factura-al-ecuador-la-inversion-en-salud-se-redujo-un-36-en-2019/
[2] En el objetivo específico tres se menciona “desvinculación en las Instituciones Públicas de la Función Ejecutiva y Otras Funciones del Estado”. Ver: http://www.trabajo.gob.ec/wp-content/uploads/2019/03/Documento-Programa-de-Reforma.pdf
[3] Ver página 63 en http://www.trabajo.gob.ec/wp-content/uploads/2019/03/Documento-Programa-de-Reforma.pdf