Redacción Opción
El decreto, el 1158 que acaba de promulgar el gobierno deja a Petroecuador sin la potestad de la importación de los combustibles, entregando esta actividad a los comerciantes nacionales e internacionales de combustibles quienes serán los que fije los precios de los combustibles.
Es un paso más en la política del gobierno y del FMI para la elevación total del precio de los combustibles. Esta medida es otro de los condicionamientos para los desembolsos de los préstamos comprometidos con el FMI, para los próximos meses. El decreto firmado el 24 de septiembre autoriza a que los comerciantes privados importen libremente gas industrial, gasolinas, gas natural, diésel, jet fuel, avgas, absorbentes y otros derivados destinados al sector industrial, comercial, naviero y aéreo. Por ahora el Decreto no toca la venta de combustibles para el sector automotriz y del gas de uso doméstico, que seguirá a cargo de Petroecuador.
Esta medida de corte fondomonetarista, de hecho afectará a la economía nacional, encarecerá las actividades productivas y cargarán contra el pueblo estos costos. Todos sabemos que si suben los combustibles sube todo.
La elevación de los precio de los combustibles fue uno de los motivos para el gran levantamiento indígena y popular del mes de octubre del 2019. El decreto 1158 es otro peldaño para la eliminación total de los subsidios a los combustibles, anhelada por las oligarquías criollas y el FMI. Es parte de la estrategia de escalada o elevación gradual del pecio de los combustibles, camuflada con el nombre de “liberación de precios”. En el mayo del 2020, en plena pandemia ya se liberó el precio de la gasolina extra, por lo que su precio subirá conforme suba el precio internacional del petróleo.
La emisión de regulaciones estará a cargo de la Agencia de Regulación y Control de Energía y definirá los “actores de la cadena de comercialización”, quienes establecerán los precios de venta, “en libre competencia”.