Por: Luis Aguirre
De acuerdo con el calendario del CNE para estas elecciones seccionales 2023, la campaña electoral empieza de manera oficial el 3 de enero del 2023, las votaciones serían el 5 de febrero del 2023, se elijen a nivel nacional 23 prefectos, 221 alcaldes municipales, 864 concejales urbanos, 443 concejales rurales, 4109 vocales de juntas parroquiales y se suman los representantes al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, 7 en total.
En un reporte inicial existen aproximadamente 63.518 candidatos inscritos a nivel nacional, con un presupuesto aproximado de 20 millones de dólares, en Quito existen 11 candidatos a la alcaldía y 12 para la prefectura, a nivel nacional existen más de 1.000 candidatos para las concejalías.
Nuevamente en esta campaña electoral tenemos los mismos partidos y figuras políticas que han gobernado en el país durante los últimos tiempos, el correismo que intenta ocultar su herencia de corrupción, autoritarismo, ineficiencia y prepotencia, divididos en varias vertientes en esta ocasión, un ex alcalde con grillete investigado por corrupción, con su hijo como principal involucrado en estos actos, la derecha que no se logró unificar y que intenta posicionar sus partidos y sobre todo las figuras públicas como candidatos, funcionarios, trabajadores, concejales a la reelección, y un importante sector representante de las organizaciones sociales y populares que participó con decisión y enfrentando la represión en el último paro nacional.
A pesar de las encuestas que han circulado en estos meses, cada una intentando posicionar diferentes datos, evidentemente de acuerdo al candidato que esté pagando la encuesta, serán “más parciales” o menos creíbles, ejercicio antiguo que no sorprende a muchos y que al final devela algunos datos más interesantes.
El electorado ha sufrido una recomposición, un cambio del último proceso electoral a la fecha, el atravesar por una pandemia casi tres años, el incremento del electorado con jóvenes que van a votar por primera vez, y que podrían ser decisivos en estas elecciones, el agotamiento de las personas en general frente a la institucionalidad, al gobierno, la asamblea, la justicia, la polícia, entre otros, son escenarios que son más sentidos en este periodo.
La delincuencia, la inseguridad y el narcotráfico se toman la agenda en estas elecciones, no habrá candidato que no opine sobre este asunto a pesar de que es competencia exclusiva del gobierno central, que con las diferentes crisis carcelarias y el aumento de muertes violentas en el país, le ha quedado muy grande la tarea, demostrando incapacidad, negligencia y corresponsabilidad.
El panorama electoral se toma las redes sociales, tratando de repetir los experimentos de los asesores expertos en medios digitales y elecciones, que en la anterior campaña lograron resultados importantes, posicionando candidatos de la derecha y la derecha correista como los más votados, no se puede olvidar el tik tok del excandidato a la presidencia, el de la ID, del aprtido naranja, que logró cautivar a un importante escenario de la juventud, mostrandose como el candidato diferente, fue tan diferente que cuando se desarrolló el último paro nacional fue uno de los primeros en salir a oponerse al mismo, demostrando su naturaleza de clase.
De la misma manera, los zapatos rojos del actual Presidente, para refrescar su imagen con la juventud, y el esfuerzo del correismo por tratar de posicionar un candidato con menos carisma que una fruta, demuestran que las distintas estrategias publicitarias en los diferentes medios de comunicación pueden ser importantes especialmente para los votantes desinformados.
En este nuevo proceso electoral, se empiezan a ver los mismos movimientos de los viejos partidos políticos, nuevamente el candidato del grillete utilizando el voley para romper los estigmas de la política de un sector poblacional, realizando esfuerzos enormes por aparecer como víctima en el panorama electoral sin rendir cuentas frente a los actos de corrupción cometidos en su administración, otros candidatos recurriendo a las asambleas con sectores poblacionales, en las cuales desfilan los candidatos de diferentes tiendas políticas, las mingas en los barrios para arreglar o entregar algunos elementos necesarios que no han sido atendidos en la actual administración del alcalde saliente, entre otros, son esfuerzos que intentan limpiar a los viejos candidatos y presentarlos en el inicio de la campaña como lo más destacado, haciendo alusión a los momentos de niñez que teníamos que ponernos el terno, bañarnos y lucir bien para los compromisos de confirmación, comunión u otros sacramentos religiosos, una vez al año “limpios” para ganar votos.
El Tik Tok se ha convertido en el escenario en el cuál se exponen las diferentes candidaturas, acciones, iniciativas de la mayoría de candidatos, y una verdad es cierta, quien no está en las redes sociales no podría ganar estas elecciones, desde la sátira, las bromas, la denuncia y las intentonas de aparecer diferentes, son lo que se da casi a diario en esta red y otras redes sociales.
Será que en las últimas elecciones no están ganando los candidatos ni los partidos o movimientos políticos, sino que realmente están ganando los asesores políticos de campaña?, lo cierto es que estás estrategias a utilizarse, lo que buscan es esconder la naturaleza de clase de la mayoría de políticos, intentan aparecer como “APOLÍTICOS”, como personas capaces y preparadas, como novatos en las elecciones y como personas honradas.
Las propuestas al igual que el candidato y la campaña sufren las mismas manipulaciones, propuestas que ubican el “Yo si puedo”, “soy el único”, “no habrá corrupción”, de la misma manera, esconden los verdaderos problemas de las ciudades del país, propuestas populistas, demagógicas, retardatarias, disfrazan al candidato.
Como electorado es difícil darnos cuenta de estas manipulaciones, sobre todo cuando las prioridades son la economía, el empleo, las fuentes de ingreso económicos, el combate a la delincuencia y la inseguridad, la salud y la educación de calidad accesibles para todos y todas, para la inmensa mayoria de los sectores sociales y populares.
Un importante elemento a tener en cuenta en estas elecciones debería ser entender que al igual que la televisión o Hollywood, la mayoría de lo que se proyecta en las redes sociales (Tik tok, Facebook, Instagram, entre otras), no es real, es producto de un análisis de audiencia, de necesidades y de demandas de la población, comprender que en estas elecciones estamos en un momento político que será atravesado por una profunda crisis económica, que no podemos contar con autoridades, con alcaldes o concejales que avalen, promuevan o sean auspiciantes de esta crisis económica.
La principal responsabilidad es en nuestros hogares, no podemos entregar a los intereses de los grandes grupos económicos, mayormente beneficiados económicamente en la última pandemia, las riendas del destino de nuestras ciudades. Quienes administren ahora los municipios, las prefecturas, las juntas parroquiales, deberían ser por lógica los que han luchado junto a nosotros en la bronca, en la manifestación, contra los abusos policiales, deberían ser los más capaces, pero además los más consecuentes, los comprobados en la lucha, los que tienen una vida intachable, que no han figurado de partido político en partido político, esos son los que deben gobernar ahora si queremos un cambio, los demás que sigan en Tik Tok.