Por Remo Cornejo Luque
El 23 de noviembre se cumple un año de la presidencia de Noboa y vemos que los ofrecimientos de campaña no se cumplieron. No se ha gobernado para beneficio del pueblo, sino para un puñado de grandes empresarios y del FMI.
La inseguridad sigue en auge, el desempleo y la crisis económica agobia los hogares ecuatorianos; la corrupción sigue su curso y la crisis energética ya molesta a todos.
La crisis energética que lleva dos meses hace que la gente acumule su descontento, viva en incertidumbre y angustia. Los resultados de la incapacidad gubernamental se ven a simple vista: cierres de negocios, incomunicación de las personas, más inseguridad, suben los precios de los artículos de primera necesidad, la salud mental de los jóvenes se está afectando ya que no pueden conectarse a la internet, crecen las deudas en las familias de bajos recursos económicos. El Comité Empresarial Ecuatoriano dice que se han perdido USD 4.000 millones por los apagones.
Noboa no hizo lo que tenía que hacer para prepararse al estiaje, no diversificó las fuentes de energía y quitó recursos económicos a la CELEC. La mayoría de ecuatorianos opinan que mientras él sea presidente no habrá solución a los problemas, por ello es necesario censurarlo en las urnas en febrero de 2025.
Noboa dijo que representaba la nueva política, pero es falso. Es un politiquero de poca monta, mañoso, mentiroso, incapaz. Su permanencia en Carondelet ha hecho aflorar su arrogancia y autoritarismo, es indolente, prepotente, vulgar y patán, violador de la Constitución. Esto se expresa con lo que hace en contra de su vicepresidenta.
Verónica Abad, fue sancionada por el Ministerio de Trabajo, luego de impulsar un Sumario Administrativo. Lo realizado por esta cartera de Estado es burdo e inconstitucional, la vicepresidenta fue elegida por votación popular, no está sometida a un sumario administrativo. Hay que defender la Constitución y oponerse al autoritarismo de Noboa.
La Asamblea Nacional, con seguridad, se pronunciará en las próximas horas.