Por Oswaldo Báez Tobar
“Mary-Claire King recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Buenos Aires UBA, por su desarrollo del Índice de Abuelidad”.
“De los genes del chimpancé al índice de abuelidad para identificar nietos, el camino de la genetista Mary-Claire King”.
“Mary Claire King ha regresado a Argentina después de 40 años. Esta vez para recibir el reconocimiento de la UBA y el homenaje del CONICET por su aporte al desarrollo del Índice de Abuelidad”.
“El sentido de humanidad que tiene Mary-Claire King es envidiable. Se le quiere mucho en Argentina. Es una especie de heroína”.
Estas y otras expresiones similares se difundieron en los medios de comunicación argentinos a finales de septiembre de 2023; las citamos en este trabajo que revive la memoria, la ciencia, la verdad y la justicia en el caso de los niños desaparecidos y apropiados durante la dictadura militar (1976-1983).
Memoria histórica
A fines de la década de 1970 la sociedad argentina enfrentaba un grave problema: encontrar a los desaparecidos durante la dictadura militar e identificarlos. En este escenario las Abuelas de Plaza de Mayo se informaron que era posible determinar la paternidad de un niño a través del análisis de la sangre y sus constituyentes moleculares; por lo mismo pensaron que se podría recurrir a la genética para identificar a sus nietos; pero la dificultad residía en que los padres estaban desaparecidos y solo se podía contar con la sangre de las abuelas. Se preguntaron ¿servirá la sangre de las abuelas?
Para encontrar respuesta a esta interrogante las Abuelas de la Plaza de Mayo iniciaron un largo peregrinaje por Europa y EE. UU. en busca de asesoría de genetistas de varias universidades. La cuestión era conocer si había algún método genético para identificar a los nietos. El genetista Víctor Penchaszadeh les explicó que sí, “que la ciencia podía tener respuesta a sus reclamos, pero que, para pasar de la posibilidad a la realidad, había que investigar el estado del arte de identificación de personas, ya que la de los niños desaparecidos era una situación inédita en el mundo. Esto es algo que hay que estudiar, no hay experiencia internacional de identificación de nietos a partir de abuelos, pero hay todas las razones para ser optimistas”. (1) Es decir, teóricamente era posible, pero había una dificultad práctica, ya que a esa fecha no se contaba con las técnicas de laboratorio apropiadas para ese efecto.
Un desafío para la ciencia
Este problema social planteó un desafío a la ciencia de esa época, ya que era necesario encontrar la forma cómo se podía transformar la probabilidad estándar o tradicional de prueba de paternidad, en una probabilidad concreta cuando faltan los padres. Esto requirió experimentar nuevas técnicas de laboratorio y hacer complicados análisis estadísticos. Genetistas, biólogos moleculares, bioquímicos y matemáticos trabajaron conjuntamente con ese objetivo. (2) Poco tiempo después las Abuelas de Plaza de Mayo supieron que sí era posible establecer el parentesco con sus nietos a través de distintos tipos de marcadores genéticos. Se optó por emplear en la determinación: los antígenos de histocompatibilidad, (HLA en inglés), estas son moléculas que se encuentran en las membranas de todas las células y que se encargan de diferenciar lo propio de lo ajeno. Son las moléculas que permiten al organismo aceptar o rechazar un órgano o tejido trasplantado; pues, si los antígenos de histocompatibilidad son similares, el receptor no rechaza el órgano del donante.
Dado que los HLA tienen alta variabilidad y son determinados por los genes, podían ser usados como una “medida de la semejanza de los individuos” por lo mismo podían emplearse para el análisis de la filiación biológica de las personas. Cuando aún no se contaba con técnicas de ADN para la identificación genética, se podía emplear las moléculas producidas por los genes, como el antígeno de histocompatibilidad, HLA, que empezó a ser usado para las pruebas de paternidad. (3)
Huellas genéticas basadas en el ADN
En 1985 Alec Jeffreys de la Universidad de Leicester desarrolló la técnica de la huella genética basada en el ADN. Esta consiste en la identificación de secuencias cortas de ADN muy repetidas: llamadas microsatélites, que tienen gran variación entre diferentes personas, por lo que se les conoce como: “huellas digitales de ADN” y se las emplean para establecer relaciones de parentesco. Ahora es la técnica más usada en procesos de identificación de personas y de investigación forense, por la alta variabilidad, estabilidad hereditaria, baja tasa de mutaciones, reproductibilidad y precisión; garantiza el 97% de seguridad en las pruebas de paternidad.
Poco tiempo después se desarrolló la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (en inglés PCR), que consiste en amplificar pequeños segmentos de ADN, (una especie de fotocopiadora-amplificadora genética), con lo cual es posible obtener rápidamente copias de ADN para diferentes investigaciones, entre ellas para aclarar vínculos entre personas muertas mucho tiempo atrás. Así, la genética dio el aporte definitivo a la causa de la identificación de los desaparecidos y de los niños apropiados en forma ilegal e inhumana en Argentina y cuya historia se refleja en el Informe “Nunca Más” conocido también como Informe Sábato. (4)
El 99 % del ADN se encuentra en los cromosomas y genes; una pequeña cantidad de ADN se encuentra en las mitocondrias (organelos citoplasmáticos que intervienen en el metabolismo energético de las células) se llama: ADN mitocondrial o genoma mitocondrial, se transmite exclusivamente por línea materna, por lo mismo es un material genético ideal para los estudios de filiación humana, ya que tiene altos niveles de variación genética y una secuenciación simple y directa, contiene apenas 37 genes, se mantiene inalterable por mucho tiempo, se obtiene de la sangre o hueso de personas fallecidas muchos años atrás, por ello permite establecer con certeza el parentesco entre personas y, además, se aplica en estudios de biología evolutiva.
Índice de Abuelidad
El desafío de ayudar a las Abuelas de la Plaza de Mayo llegó de la mano de Mary Claire King, Víctor Penchaszadeh, Eric Stover, Cristian Orrego y un grupo de investigadores de EE. UU. Después de un año y medio de trabajo estadístico y matemático este equipo logró desarrollar la fórmula estadística del Índice de Abuelidad. Este método garantizaba al 99,99 % eficacia en la determinación del parentesco, por lo que la justicia debió incorporarlo como prueba.
La genetista Mary-Claire King realizó la primera identificación de los niños (a esta fecha ya son adultos) a base del ADN mitocondrial, con lo cual se añadió una nueva técnica a la investigación; pues desarrolló el “Índice de Abuelidad, una fórmula estadística que, a partir del material genético de los individuos involucrados, establece con precisión la probabilidad de parentesco entre una abuela y su nieto. (5)
Mary Claire King * ha regresado a Argentina después de 40 años. Esta vez para recibir el reconocimiento de Doctor Honoris Causa concedido por la Universidad de Buenos Aires y el homenaje del CONICET**.
Resumen del proceso científico, jurídico, legal y político
La identificación de personas mediante pruebas genéticas fue un paso trascendental, pero además fue necesario impulsar acciones complementarias en varios ámbitos, lo que solo fue posible cuando Argentina volvió al régimen democrático en la presidencia de Raúl Alfonsín; se cumplieron las siguientes etapas:
- En 1984 se formalizó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) cuya misión es la investigación de casos de violencia política o étnica.
- La creación del Banco Nacional de Datos Genéticos de Familiares de Niños Desaparecidos, BNDG (1987) con el propósito de asegurar las identificaciones y para facilitarle a la Justicia la información genética necesaria en procesos de filiación de personas.
- En 1992 las Abuelas gestionaron ante el Gobierno conformación de la Comisión Nacional para el Derecho a la Identidad (CONADI) dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, que además contribuyó a la institucionalización de Banco Nacional de Datos Genéticos.
El hecho histórico resumido en este trabajo constituye una aventura humana y científica protagonizada por Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina y por un grupo de genetistas de varios países para obtener, por primera vez, el “Índice de Abuelidad” que permitió probar científicamente la relación de parentesco entre los niños apropiados y sus abuelas biológicas. Las Abuelas jugaron un papel protagónico, pues su valor, perseverancia y alto sentido ético fue un acicate permanente a los científicos.
Esta historia humana y científica tiene más de 40 años; el conocimiento científico y las técnicas de la biología y genética molecular no eran los de ahora. El progreso científico experimentado en las últimas décadas permitió aplicar los avances de la genética en la investigación de la identidad de las personas; además, el perfeccionamiento de las técnicas de estudio del ADN superó las ambigüedades de los análisis anteriores, todo lo cual dio a la justicia una información segura e irrefutable para sus dictámenes. Así, la genética y biología molecular dieron un aporte trascendental a la administración de justicia.
Víctor Penchaszadeh, genetista argentino y profesor de la Universidad de Columbia, asesor científico de la causa de las Abuelas, destacó el instinto de vida y familia de las Abuelas de Plaza de Mayo y la convicción de los científicos de que la genética podía y debía ponerse al servicio de los derechos humanos y la vigencia plena del derecho a la identidad y la reparación a la grave violación que constituyó la apropiación de niños. (6)
Se estima que entre 300 y 400 niños fueron apropiados. Años más tarde niños, jóvenes y adultos vivieron graves conflictos al desconocer su verdadera identidad, pues, escuchaban de sus padres “adoptivos”: “vos no sos hijo biológico”, o de sus amigos: “vos no sos hijo de tus padres, vos sos adoptado”.
Hasta el 2023 Abuelas de la Plaza de Mayo ha conseguido la identificación de 137 personas que han sido devueltas a sus verdaderos familiares. A este logro han confluido múltiples circunstancias de orden social, político, jurídico, ético y científico, así como la valentía y tenacidad de una organización de la sociedad civil que lucha en forma ejemplar por la verdad y la justicia en Argentina.
En el 45 aniversario de las Abuelas de la Plaza de Mayo, el genetista argentino Víctor Penchaszadeh recapitula hechos históricos: “Entre 1976 y 1983 hubo 30.000 desaparecidos por la dictadura, entre ellos 400 o 500 mujeres embarazadas al momento de su captura. Eran trasladados a campos de detención clandestinos (hubo unos 350). Varios de ellos habilitaron la posibilidad de atender partos, entre ellos el de la Escuela de Mecánica de la Armada (donde pasaron unas 5.000 personas y hubo varias mujeres embarazadas, algunas tuvieron partos ahí mismo. Hoy es un museo de la memoria. La apropiación y supresión de identidad es un crimen de lesa humanidad, y que había que investigarlo. La genética se podía usar en favor de los derechos humanos y así fue”. (6)
Notas
*En la actualidad la genetista estadounidense Mary Claire King es profesora de la Universidad de Washington, donde trabaja en investigación genética; ha estudiado la evolución molecular humana y ha realizado aportes al descubrimiento del gen del cáncer de mama, por lo que ha recibido muchos reconocimientos de la comunidad científica.
**Durante el acto se entregó la distinción “Mary Claire King Ciencia y Derechos Humanos” a la Asociación de Abuelas de la Plaza de Mayo, creada por el CONICET.
Referencias
- Las Abuelas y la Genética. Talleres Gráficos Gutten Press, Buenos Aires, Argentina, 2008.
- Ibidem
- Ibidem
- Informe CONADEP, Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, 1984. Comisión para la Investigación de los crímenes cometidos por la dictadura, 1976-1983. Informe Nunca Más o Informe Sábato. www.desaparecidos.org/nunca más/ 23-08-2011
- https://notalpie.com.arg/2023/09/23/conicet-homenaje-mary-claire-king
- https://agencia.unq.edu.arg. 27/10/2022. Consultado 25-09-2023.
Quito, 12 de octubre 2023