Por Ricardo Naranjo
Me llamo José Tendetza, Bosco Wisuma, Edison Cosíos, Freddy Taish, Francisco Cajigas. Soy los 10 de Luluncoto, los 7 de Saraguro, los 3 de Cotopaxi, los trece del 30S, los más de 80 estudiantes del Central Técnico, más de 30 del Mejía y nuestras familias que hicieron huelga de hambre, decenas del Montufar, soy los 142 detenidos y 77 agredidos en el Paro del 2015, soy los más de 200 perseguidos en la UCE, soy Marcelo Rivera, Lourdes Tiban, Mery Zamora, soy como 2000 personas que persiguió el correismo. Soy el Chamo Guevara, el guambra del «yucazo», «los sin cupo» y todos los locos que resistimos mientras nos puteaban en las sabatinas. También soy la CONAIE a la que le quisieron quitar la sede en 2015, la UNE que fue ilegalizada en 2017, igual que varios partidos y organizaciones sociales.
Yo vi cómo, el 5 de marzo del 2012, Rafael Correa suscribió el contrato para entregar la selva en el Pangui, en el denominado proyecto «Mirador», con las megamineras chinas CCRC y Tongling. Así mismo vi cómo se suscribieron, durante el mismo gobierno los contratos para explotar «Fruta del Norte”, «Loma Larga» y «Río Blanco» entre 2012 y 2016. Así mismo, cuando Correa decía que los campesinos ganen las elecciones para reclamar contra la Ley de Aguas que pretendía estatizar los sistemas de agua de riego y consumo, cuando impulsó una Ley Minera que simplificó trámites y dio beneficios a las mineras. Yo zapateé (Y vos también), en 2013, para que no exploten el Yasuní.
Yo vi cómo, pese al tongo, no se dejó de pagar la deuda externa al FMI y al BM, mientras se negociaba la dependencia con China, llegando a adeudar 24000 millones y comprometiendo sectores estratégicos como las hidroeléctricas, entre ellas Coca Codo Sinclair, Sopladora, y 197 sectores más, en los que se hicieron contratos con chinos. Yo vi cómo, pese al alto precio de los «comodities» y el precio del petróleo, las carreteras se hicieron con sobreprecio, las «escuelas del milenio» tienen fallas estructurales y, a cambio de eso se cerraron 2000 unidades educativas, muchas de ellas comunitarias, como con el ENES se quedaron fuera de las universidades 1 millón de estudiantes, como con el Decreto 813 se obligó a «renunciar» a decenas de miles de trabajadores. Yo vi cuando Correa amenazó con renunciar si se aprobaba el matrimonio civil igualitario, como sancionó a sus asambleístas por defender el derecho al aborto, como impuso el Plan FAMILIA en los colegios de la mano del Opus Dei.
Yo vi eso y mucho más, también vi como el grupo Eljuri, Rosado, Nobis, y otros se hicieron aún más ricos, como las cadenas comerciales de esos grupos llenaron todo el país, como la banca ganó más que antes, incluido el Pichincha, el de Guayaquil, Produbanco. Es decir, ningún rico salió afectado y, luego del pequeño alivio de los primeros años, el pueblo también pasó hambre. De paso, yo también voté por Correa en 2006, apoyé La Constitución del 2008, aplaudí qué se saque la Base gringa de Manta, el reclamo por el ataque de Angostura. Pero, luego, vi como Correa y su grupo se fue a la derecha y, ahora, hasta tienen una candidata «provida», evangélica y de derecha. Por eso te pregunto, ¿A mí me vas a venir a hablar del peligro de que gobierne la derecha?, ¿A mí me vas a decir que ellos son de izquierda?, ¿Me vas a pedir que vote por Correa?….