Por Prof. Stalin Vargas M.
Desde la promulgación del Decreto 111 y la aprobación de las leyes económicas-urgentes, el presidente Noboa y sus ministros le dicen al Ecuador que se debe subir el IVA, focalizar los combustibles, ajustarse los cinturones en el sector público, porque se necesitan recursos para financiar el conflicto armado interno y derrotar a los 22 grupos delincuenciales organizados.
La presentación de la proforma presupuestaria para el año 2 024, dice lo contrario, ya que se va a destinar el 32,36% de los egresos, esto es, 4 842 millones de dólares para la amortización de la deuda pública, y como dicen: ¨lograr la estabilidad económica del sistema, mediante mecanismos que aseguren la capacidad financiera de pago y cuiden la imagen del Ecuador ante los mercados internacionales; lo cual, finalmente repercutirá en los ingresos provenientes del exterior y locales, por diversas fuentes, fortaleciendo la dolarización, contribuyendo sustancialmente a aliviar el riesgo de refinanciamiento en el corto y mediano plazo, mejorando la liquidez y por lo tanto reducir el riesgo de default¨1
Queda claro, que la preocupación central del gobierno, es pagar la deuda pública, en especial la externa para quedar bien ante los mercados internacionales, avanzar en un nuevo acuerdo con el FMI y seguir sometiendo al Ecuador a las recetas económicos de los organismos financieros de crédito.
¿Para qué quedar bien ante los mercados financieros internacionales?
Para lograr nuevos créditos, en el plan de endeudamiento 2024, el gobierno se propone obtener de los organismos, gobiernos y bancos internacionales 10 991 millones de dólares de nueva deuda:
1.-Financiamiento externo 4 692 millones de dólares, de los cuales 3 961 millones de dólares serán de libre disponibilidad y 731 millones de dólares de créditos atados a proyectos.
2.- Financiamiento interno, 6 299 millones de dólares. El IESS nuevamente será obligado a financiar el presupuesto del Estado.
¿Y la seguridad, de la que tanto habla el gobierno?
Resulta que, en el Plan Anual de Inversiones, el gobierno destinará los siguientes recursos:
Restructuración del Sistema Nacional de Rehabilitación Social, 125 millones de dólares. Esos recursos dicen, servirá para ¨la rehabilitación y reinserción de las personas privadas de la libertad a través de la ampliación de los centros de privación de libertad y fortalecer las capacidades de seguridad y vigilancia penitenciaria¨.
Equipamiento básico y de protección personal para los servidores policiales a nivel nacional, 29 millones de dólares.
La Policía Nacional tendrá un recorte de 26 894 024 dólares, igual en el caso del Ministerio de Defensa que recibirá menos 88 770 623 dólares. El gobierno dirá que con la ayuda militar norteamericana se está equipando a la Policía y Fuerzas Armadas.
Lo cierto es que los ingresos de la elevación del IVA al 15%, los impuestos temporales a las grandes empresas y a la banca, que no están todavía contemplados en el presupuesto, porque no están publicados en el Registro Oficial y cuando lo estén, entrarán a la caja fiscal para alimentar el pago de la deuda externa.
El discurso del combate al crimen organizado y de los recursos económicos que se requieren, se esfuma en medio de una realidad concreta: el gobierno paga la deuda, (ya lo hizo en el mes de enero y no pagó a tiempo los sueldos del sector público), porque el país no puede caer en default, porque se debe defender la dolarización y de paso no quedar mal con los tenedores de los bonos de la deuda externa.
Señor Noboa, primero es la vida, la seguridad, el empleo y no la deuda externa.
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EX PRESIDENTE UNE NACIONAL
Quito, febrero 2 024