Proclama
Desde las laderas del Pichincha, corazón de la resistencia andina, sus mujeres y hombres de los barrios populares de Quito; se alzan con dignidad y memoria. Somos hijas e hijos de las jornadas de emancipación, del coraje que desafió estancos y alcabalas, de la pólvora libertaria del 10 de Agosto y del 24 de Mayo. Somos la voz rebelde que no se apaga: ¡el Quito insurgente vive en cada calle, en cada esquina, en cada barrio!
La Federación de Barrios de Quito (FBQ) se consolida como tribuna del pueblo organizado, elevando su palabra desde Calderón hasta Cutuglagua, desde Toctiuco hasta Balcón de los Nevados, desde las Argelias hasta la Ferrovaria. En todos los rincones de la ciudad resuena el clamor de los barrios: exigimos seguridad, dignidad, justicia y verdad.
Vivimos bajo un sistema que oscila entre el autoritarismo y la indolencia. Los hogares quiteños enfrentan la precariedad, el desempleo, la inseguridad y el olvido. La Asamblea Nacional, entregada al Ejecutivo, ha aprobado leyes abiertamente inconstitucionales, violando el ordenamiento parlamentario y desoyendo al pueblo en nombre de una seguridad instrumentalizada, para reprimir al pueblo organizado.
Los barrios de Quito, levantamos nuestra voz ante los entes de control, como un Tribunal Contencioso Electoral, sumiso al Gobierno; exigimos a la Corte Constitucional que actúe en derecho y detenga el autoritarismo gubernamental, que atenta contra la democracia; a las armas del régimen, lo enfrentaremos con la legítima protesta social.
Quito, ciudad que fue testigo y protagonista de revueltas populares que derribaron gobiernos autoritarios como los de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez, mantiene viva la llama de la lucha. El levantamiento indígena y popular de octubre de 2019 y el paro nacional de junio de 2022 son testimonio del coraje y la memoria colectiva que exige obras, regularización de barrios, servicios públicos dignos, empleo justo, transporte humano, seguridad comunitaria, espacios verdes, respeto a la naturaleza y al derecho de vivir con alegría. Queremos una ciudad que reconozca nuestros aportes, no que silencie nuestras demandas.
En cada rincón de Quito florece la belleza de su historia, pero también laten las urgencias del presente. Con la pluma de Espejo y el coraje de Rumiñahui, con la firmeza del 10 de Agosto y la convicción del 24 de Mayo, seguiremos luchando. Nuestra voz no se quiebra. Nuestra fuerza no se doblega.
¡VIVA EL QUITO INSURGENTE!
¡POR LA DIGNIDAD DE LOS BARRIOS!
X CONGRESO DE LA FBQ