Por Jairo Gusqui
Respecto a la visita del ambientalista y político YAKU PÉREZ a la provincia de Galápagos, candidato además al sillón presidencial, podemos confirmar que hemos sido partícipes de momentos de intercambio tanto del sentir social como de la visión personal. Con lo que hemos puesto al tanto, al aspirante de Carondelet, de lo que necesita nuestra provincia. Tomando en cuenta el deteriorado estatus actual en el que se encuentra el territorio insular en todo sentido, y la urgencia de actuar con prudencia y juicio, para asegurar el desarrollo sustentable de la provincia y la promoción y fomento de la cultura y sus manifestaciones.
El análisis ha dejado muchas “ventanas abiertas” que nos ha permitido profundizar en un requerimiento de vital importancia para darle un giro al progreso de la provincia. Concluyendo que, lo que necesita nuestro territorio es, una NUEVA LEY.
“Hecha en la provincia por los galapagueños y para los galapagueños.”
Que la Ley tenga tres ejes: Económico, Sociocultural y Ambiental. Pero que, además; considere la política como eje transversal y fundamental para generar cambios y trasformaciones y no una vía para hacer del poder una cueva de sátrapas, usureros, corruptos y malhechores.
La Ley de Galápagos no debe ser sectorial como lo ha sido desde los albores de su gestación, no debe dejar de lado el desarrollo productivo de otros sectores importantes, como lo son; agricultura, ganadería, pesca artesanal, educación, salud, innovación, industrial y artesanal, al sector transportista, al empresarial, de la pequeña y mediana empresa, al sector del emprendimiento de pequeños negocios, de talento humano, de lal cultura y sus manifestaciones; y la expresión del ser humano en lo que a Derechos Fundamentales se refiere. La Ley de Galápagos debe ser saludable a toda interacción humano-ambiente, que dinamice la economía, incentivando la producción interna y que se puedan diversificar los servicios al mismo tiempo que se cuida y protege la madre tierra.
No es posible que esta “joya del mundo”, continúe enriqueciendo e incentivando negocios de capital foráneo, este; no solo hacen uso de los, mal tramados, estamentos legales para, a manera de Imperio Español, seguirse llevando nuestros recursos. Sin que se nos permita tener siquiera la oportunidad de expresar nuestro descontento en las calles, por la infame represión que hemos vivido, durante las dos últimas décadas, por medio de los Gobiernos de turno, que no han hecho sino patrocinar este saqueo.
“Nos han dejado, sin educación, sin salud, sin agua potable, sin alcantarillado, sin tecnología y sin un futuro digno para nuestros hijos…”
Calles polvorientas, tuberías secas, basura sin una clara visión de manejo futurista, varillas oxidadas que apuntan a cielo; a un futuro incierto. Institutos educativos sin infraestructura y sin la cantidad de docentes necesarios, y los pocos que quedan, luchan día a día con problemas sociales como las drogas, el alcohol, y la deficiente estructuración e ingeniería. Lo que no permite, a nuestros docentes y estudiantes, tener las competencias adecuadas para generar impacto en esta era, complemente, globalizada.
Porque “todo” se lo están llevando a vista y paciencia de las autoridades de turno sin que tengan compasión siquiera de los más vulnerables.
“La mediocridad, la despreocupación y la deshonestidad (de las autoridades locales) han sido el pan del día en este territorio que, aparte, ha sido abandonado por los representantes del Estado. Donde los que tienen el poder económico son dueños del poder político, y son los que deciden por nuestro futuro. Y los mismos que “deciden por nuestro futuro” tienen el aval para influenciar y pisotear nuestro Patrimonio por encima de la ley. Los que nos han venido lesionando, no son de nuestra casa, son de fuera. Y los que queremos nuestra casa los queremos fuera de nuestro territorio y de nuestra nueva Ley…”
No es posible que se sigan llevando los ingresos, por tributo de ingreso al Parque, a la parte continental. No es posible que se sigan llevando los impuestos a los ingresos generados en la provincia, esos son “nuestros impuestos”. No es posible que los bancos no inviertan en innovación y desarrollo, solamente, invierten en consumo, pero generan utilidades extremas sin condonar deudas o intereses, por ejemplo, en situaciones de crisis. El seguro social del IESS, al cual hemos aportado por muchos años, es otra forma de saqueo. Debe implementarse el seguro social Galapagueño con hospitales de primera, repotenciando nuestro sistema de salud local. El IESS, solo en contados casos, ha sido capaz de devolver en servicios médicos nuestros aportes de tantos años. Este no brinda un servicio óptimo en la provincia por las condiciones de distancia entre el continente.
No es posible que nos digan que Galápagos no genera sino solo gastos cuando todos sabemos que generaba algo más de 500 millones de dólares anuales (pre-pandemia) y de eso ni el 15 por ciento se quedaba en las islas.
No es posible que las concesiones del Aeropuerto y de carga aérea y marítima solo piensen en llevarse los recursos de Galápagos sin importarles el servicio social y los derechos de la gente. Esas concesiones deben revertirse y deben ser de Galápagos, así como las frecuencias aéreas y la administración de los puertos.
No es posible que no exista una determinación legal para administrar los cupos o patentes de operación turística que, a criterio de los galapagueños, deben ser de los gobiernos locales, así como también la revisión del cálculo a tales impuestos. No se justifica que no haya resultados en base a los informes de contraloría respecto a adjudicación a personas naturales y jurídicas de dichas patentes.
‘No es posible que los precios de los productos de primera necesidad terminen con precios infames. El Gobierno debe garantizar el transporte y la interconectividad con el territorio continental, a beneficio de sus ciudadanos, si no lo puede hacer, entonces que deje al territorio con autonomía en todo sentido.
La provincia se encamina al blindaje de sus intereses y al proteccionismo de los recursos, en sincronía con los derechos de sus habitantes y los desafíos al riesgo que implican el participar de la economía local y global, por lo que, ser impulsadores de un solo sector productivo nos ha permitido madurar y conocer nuestras debilidades, asimilando con coherencia las oportunidades para apuntar a la diversificación.
“…Así es señor futuro presidente de la República… Estamos seguros que hemos dejado el mensaje de la provincia impreso de forma clara y breve…”
No nos alejamos del análisis profundo y exhaustivo que debe hacerse a cada sector que compone la provincia como los son la cultura, la educción, la inclusión social, la agricultura, la ganadería, la pesca artesanal, tecnificación artesanal, la tecnificación de nuestra gente de mar y el acceso prioritario de los Galapagueños al trabajo, entre otros. Que como lo dije, anteriormente, han sido abandonados y condenados, a vivir atados de pies y manos, por lo que hoy llamamos LEY ESPECIAL.
Olvido que no se justifica porque hoy tenemos la pandemia o porque la crisis ha encrudecido la economía del mundo. No hay justificación para, el quemeimportismo de décadas, la mediocridad de los que dicen liderar Galápagos, los que han lucrado de la provincia, ya que hoy que clamamos ayuda no la envían desde ningún lado. Esos “salvadores” lo que han hecho es alimentar y patrocinar el sistema, mas, jamás han querido un cambio sustancial, porque en ese momento tendríamos un equilibrio en distribución de recursos y esos los asusta.
¡Pero es hora de decir…! ¡Los Galapagueños sí podemos!, ¡Los Galapagueños sí entendemos de lo que necesitamos y de lo que queremos para asegurar un espacio adecuado para vivir no solo para nuestra progenie sino como ejemplo y lección para el mundo…!
Los habitantes de la provincia urgen de un diálogo con los actores políticos y sociales. Argumentamos algo más de cuarenta ejes neurálgicos, para la transformación y desarrollo de nuestra provincia.
¿Quién nos escucha?
“Nos queda agrandar los pulmones y sacar adelante a este territorio olvidado…”