Por Mariano Santos N.
El 20 de abril del año 2020 pasará a la historia mundial por haberse suscitado un hecho inédito jamás visto antes, en los mercados internacionales del petróleo, cuando el precio del crudo, en concreto el del WTI, se lo estuvo vendiendo en valores negativos. En el peor momento de ese día, el WTI, se lo estuvo vendiendo en $-37,6.
Vale, sin embargo, esclarecer algunas cosas. En los mercados internacionales del petróleo existen varios tipos de crudo, uno de ellos es el WTI, importante para el Ecuador, pues nuestro país cuando vende el crudo lo utiliza como referente para fijar su precio; además, es en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), donde se fijan los precios del WTI. Hay otros crudos, como el Brent, cuyos precios se fijan en Europa, concretamente en la bolsa de Londres, que tienen un precio un poco mayor, debido a que la calidad de este crudo es también algo superior al del WTI.
Otro tema que vale precisar, es lo de las ventas, pues unas son para el día de la transacción y, otras son a futuro. Por ejemplo, el día 20 de abril, el crudo WTI de ese día fluctuaba entre 10 y 12 dólares el barril o, dicho de otra manera, para entrega inmediata del crudo.
El valor negativo al que hacíamos referencia al inicio de esta nota tiene que ver con las ventas a futuro o no inmediatas, es decir, en papeles, para el mes de mayo. Igualmente hay ventas a futuro para dos meses, es decir para junio, cuyos valores fluctuaban entre 20 y 22 dólares (aunque al día siguiente, es decir, el 21 de abril, el crudo a futuro, para junio ya había bajado hasta los dólares 12) el barril.
Sin embargo, otro elemento que vale ser precisado, es el hecho de que en los mercados del petróleo existen muchos negociantes y especuladores; pues si el crudo WTI estuvo en $-37.6, eso no quiere decir que si tú, estimado lector, adquirías el crudo ese día, (tu, como ejemplo) al adquirir el crudo no debías pagar, sino que, por el contrario, te iban a pagar esos $37 por cada barril comprado; ¡hipotéticamente era un negocio redondo! Entonces, es un mercado no real, ficticio.
Lo real, es que el crudo vendido en papeles para el mes de mayo ya no tenía donde guardarse pues todo estaba abarrotado de crudo en los grandes tanques de almacenamiento, en buques tanqueros(que normalmente transportan el crudo entre diferentes países), para su comercialización, en cavidades subterráneas, etc. a lo que se suma el cierre de numerosas refinerías, principalmente en los EEUU, precisamente en la región petrolera de Texas (ciudad y región petrolera en donde se extrae bastante crudo, y de donde precisamente deviene el nombre de WTI: West Texas intermédiate), todo absolutamente repleto de petróleo y, entonces los compradores, al intentar comprar el crudo, no tenían donde guardarlo; por ende, desaparecieron los compradores y sólo había oferentes o productores.
Con los aviones en tierra, muchos barcos anclados o sirviendo de almacenaje para el crudo, las fábricas funcionando a medio gas o los autos estacionados en los garajes, los camiones casi igual, la demanda se ha hundido ciertamente por un tiempo que nadie sabe cuánto va a durar. La pandemia está lejos de terminar dice la propia organización mundial de la salud (OMS); más aún, previene que una segunda oleada de contagios podría ser mucho más catastrófica que la actual.
Entonces, no falta razón a quienes piensan que la crisis será similar o peor a la gran depresión de los años 30 del pasado siglo, que duró varios años; millones de trabajadores en el mundo han sido echados a la calle, sólo en los Estados Unidos, se prevé un desempleo no menor del 30%, cifra jamás antes vista en la historia norteamericana; el aumento del desempleo, de la pobreza será una regla general para la gran mayoría de países del mundo.
Hasta antes de la pandemia, el planeta consumía alrededor de 100 millones de barriles diarios. Actualmente una gran mayoría de analistas energéticos cree que la demanda ha bajado considerablemente, y sitúan esta rebaja en el orden del 30%, es decir 30 millones de barriles diarios menos; esta cantidad es la misma que extrae la totalidad de todos los países miembros de la OPEP. Cierto es que hace algunos días hubo un acuerdo entre los países miembros de la OPEP, mas Rusia, México y Estados Unidos para hacer una reducción de 9,7 millones de barriles diarios a partir de mayo próximo; pero, el mercado (?), reaccionó con un precio hacia abajo, pues este volumen de casi 10 millones de barriles diarios es verdaderamente insuficiente, ya que como lo señalamos antes, la reducción de la demanda mundial es de 30 millones de barriles diarios.
¿Cuáles son las consecuencias para el Ecuador?
¿Soluciones?, ¿Qué hacer?
1. ¡El Ecuador entero está SUBSIDIANDO a las compañías petroleras!
Solución: que el Estado, Por FUERZA MAYOR, a través de Petroamazonas se haga cargo de toda la extracción petroleras y, en función de los precios, cerrar algunos pozos, principalmente aquellos que tienen costos de producción elevados, para lo cual se hace necesario una auditoría técnico económica, con las facultades en geología y petróleos, con los colegios de ingenieros en geología y petróleos para determinar estos costos, costos que artificialmente han sido inflados, como parte de la corrupción en el sector petrolero.
Es más que evidente, que el planeta entero atraviesa por una calamidad mayor, no se diga el Ecuador, por lo que nuestro país puede apelar a una frase corta, sencilla, pero qué significa mucho: FUERZA MAYOR, para dar por terminado los contratos de producción petrolera que en la casi totalidad de los mismos, el Estado ecuatoriano paga tarifas que están por encima del precio del crudo ecuatoriano; dicho de otra manera, ¡el Ecuador entero está SUBSIDIANDO a las compañías petroleras!
Si hace algunos días, el ministro de energía, René Ortiz, aplicó el mismo principio de fuerza mayor para no seguir entregando nuestro crudo a los chinos y tailandeses, como consecuencia de los deslaves que cortaron el transporte a través de nuestros dos oleoductos, el Sote y el OCP, ahora tenemos que ser consecuentes y aplicar el mismo principio para los contratos de extracción petrolera.
Desde inicios de marzo y todo el presente mes de abril hemos estado subsidiando a las petroleras; ¿qué esperan?, para por fuerza mayor dar por terminados los contratos, o, es que ¿hay intereses?
No hay que olvidar que en uno de esos contratos, en el campo Libertador, en el consorcio contratista es un alto ejecutivo un hermano del presidente de la República; en otro, en el campo Singue (hoy en día objeto de una acción legal) ocupa un alto puesto ejecutivo una hija del exministro Wilson pastor. Y, así podemos ir mencionando otros contratos en donde muchos ejecutivos han de ser exfuncionarios del gobierno anterior y o funcionarios del actual…
El gobierno, sin embargo, más bien piensa en lo contrario, pues junto con la gran oligarquía del Ecuador, un grupo de economistas anti patria, tienen metido entre ceja y ceja la eliminación del subsidio de los combustibles, una actitud verdaderamente miserable y sádica, pues se quieren aprovechar de la calamidad nacional para dar un verdadero garrotazo al pueblo ecuatoriano principalmente a los sectores más empobrecidos que hoy viven una tragedia total. No hay que olvidar, que organismos como la propia CEPAL, señala que las consecuencias del Covid-19 serán devastadoras para muchos países de la región, entre otros el propio Ecuador, luego de unos pocos meses, pues millones de ecuatorianos de clase media serán pobres, otros millones estarán en la miseria y cuántos más morirán, no solamente por el covid-19 sino ¡!de hambre; ¿de esto se quiere aprovechar el gobierno?
Algunos analistas piensan que en un futuro tal vez no muy lejano, el precio del WTI se podría estabilizar en alrededor de $20 el barril, peror nuestro crudo tendría un precio inferior al mismo (tal vez unos $15) dependiendo del castigo ($4 o $6 menos, aunque el asesor del ministro de energía Fernando Santos dice que el mismo está en $11) con lo cual el subsidio a las petroleras continuaría. En otras palabras, el presente año 2020 ya no debe servir para ayudar a las petroleras, sino para ayudar a los ecuatorianos y si es el caso y luego de un análisis técnico económico tocará cerrar varios pozos, posiblemente bastantes.
El cerrar varios o bastantes pozos no es nada nuevo, el Ecuador ya lo ha hecho en ocasiones anteriores; ahora último, luego de un deslave se rompieron los dos oleoductos el Sote el OCP razón por la cual el 90% de los pozos de nuestro oriente fueron cerrados.
¿Por qué decimos que estamos subsidiando a las petroleras?
Porque a Wilson pastor como ministro de energía y Rafael Correa como Presidente de la República, se les ocurrió privatizar la casi totalidad de la extracción o producción petrolera, con los contratos denominados de prestación de servicios. Con estos contratos el Estado paga una tarifa a las compañías y éstas se encargan de extraer el crudo. Estas tarifas, totalmente sobrevaloradas como fruto de la corrupción en el sector, van, en el caso de los campos medianos y grandes desde $19,5 hasta $51(por barril). Cierto es que existen contratos con los denominados campos marginales, en donde las tarifas son inferiores a los $19,50, pero superiores a 15.
Entonces, si nuestro crudo se lo está vendiendo entre los $10 y $20, nuestro país está perdiendo dinero, bastante dinero, son algunos millones de dólares. Entonces el Ecuador en un acto soberano, puede resolver la suspensión temporal o definitiva de esos contratos que no le traen, en lo absoluto, réditos económicos al País.
Pero, no es lo único, pues de acuerdo a esos mismos “maravillosos” contratos, si el dinero como producto del precio del crudo no alcanza para pagar la tarifa, de todas maneras, el Estado se ataja el 25% de ese precio que es denominado de la soberanía nacional; el problema está, y, esa es la trampa, que este 25% que queda y que aparentemente recibe el país, se va acumulando en un pozo, no petrolero sino en uno sin fondo, de dólares, de deuda con las empresas. Así por ejemplo hasta el año anterior y como producto de los bajos precios que no cubrían la tarifa como es el caso del año 2015, nuestro país quedó en deuda con la mayoría de las petroleras en un monto que estaría en el orden de los 2 000 millones de dólares. Hoy, igual el Estado se ataja ese 25% pero, acumula una deuda que dependiendo del precio en el mercado son de algunos millones de dólares.
En definitiva, con los precios bajos, no sólo que el Estado no se beneficia por esto de las tarifas, sino que a lo largo del año por el contrario se perjudica y adquiere ¡deuda y más deuda!
Pongamos un ejemplo práctico: durante el mes de mayo y, siendo generosos, el crudo ecuatoriano se cotiza en $20, mientras la tarifa que toca pagar a la empresa X ,es de $30 el barril. Como el precio del crudo no alcanza para pagar la tarifa, de todas maneras, el Estado se retiene el 25% de la «soberanía» del precio del crudo ($20), es decir $5 por cada barril. Si esa cia X extrae 10 millones de barriles anuales, el Ecuador recibe entonces $50 millones cada año.
¿Cuál es la trampa?, Es la cláusula de los «carry forward», que están en todos los contratos y, consiste en que cuando el precio se recupere y halla como pagar, deben devolverse la diferencia entre la tarifa y el precio que no se pudo cubrir, es decir 30 – 20 = 10, que debe multiplicarse por la producción anual de la cia X (10millones de barriles), con lo que nos da un total de 100 millones de dólares.
Es decir, recibimos $50 millones de dólares en el año, pero acumulamos una deuda de $100 millones + 50 adelantados («soberanía») = $150 millones…
¡Lindo negocio!, Pero, para las petroleras…
El ejercicio que acabamos de realizar es solamente para una empresa; lo mismo podríamos hacer para el resto, cuya extracción o producción anual (la que está en manos de las petroleras) bordea los 150 o 160 millones de barriles; entonces la deuda que adquiere el país ya rebasa los centenares de millones de dólares al año y, podría estar entre los 1 200 y $1 500 millones anuales.
En resumen, al hacer la suma y resta, nuestro País recibe unos pocos dólares de “carnada” por el crudo extraído, pero luego tiene que devolver mucho más dinero, incluido la carnada… A fin de cuentas, ¡tiene que pagar! Este es el verdadero subsidio que entregamos todos los ecuatorianos a las empresas petroleras.
2- los contratos de preventas petroleras.
Es una obligación moral el declarar, por fuerza mayor, una moratoria a los préstamos con las empresas chinas Petrochina y Unipec y la tailandesa PTT.
Otra de las «geniales» ideas de Correa y su combo, fue la instrumentación de lo que se denominó preventas de petróleo, que no son otra cosa que prestamos en dinero a cambio de garantías por petróleo. Claro, esas garantías, como parte de la corrupción eran excesivas y a más de eso, existiría aquí otro acto de corrupción fenomenal, cuando nuestro crudo era vendido a los chinos o tailandeses en tres o cuatro dólares menos que lo que realmente costaba nuestro crudo en los mercados internacionales. Valor este que ha disminuido un poco con el actual gobierno pero que se sigue manteniendo entre los $1 y $2 por barril. Para remate, el interés por esos préstamos son onerosos, entre el 6 y el 8%, cuando los mismos chinos prestaban dinero a Bolivia, el interés estaba a un máximo de 3% anual. En China, dos altos responsables de esos NEGOCIOS fueron acusados de corruptos, uno está en la cárcel (Zhou Yongkang), otro (Hu Jintao, ex gerente de la CNPC, compañía nacional de petróleos de China) fue condenado a muerte. Y, ¿en el Ecuador?, Bien, muchas gracias.
Actualmente, el Ecuador todavía le debe a las empresas chinas y tailandesa; se estima que la deuda estaría en alrededor de $3 000 millones y, con crudo comprometido hasta el año 2024; es decir que la moratoria sería por esos $3 000 millones, hasta cuando la economía del Ecuador se restablezca.
Al declararse la moratoria con los chinos y tailandeses, es lógico también que se libere nuestro crudo, comprometido con empresas de esos dos países hasta el año 2024. Para el presente año, según estos contratos de preventas, Ecuador tenía más del 100 % de su producción de petróleo comprometido a los compradores anticipados. Apenas a inicios de año se logró una renegociación para liberar barriles para comercializarlos a precios más justos, pero no se sabe en qué volúmenes son.
De esta manera, el país se libra también de la corrupción, de la intermediación petrolera cuyo gran jerarca era y es todavía, Enrique Cadena (investigado actualmente por la justicia ecuatoriana) a quién Correa lo hizo multimillonario, pero que es también un gran amigo de Lenin Moreno y que ocasiona pérdidas del orden de miles de millones de dólares.
Es un tema que toca negociar, pues de esa manera, podemos vender nuestro crudo en ventas spot que han dado mejores réditos al país; evidentemente, esto se lo haría siempre y cuando los precios en los mercados internacionales estén por encima de los costos de producción de Petroamazonas, asumiendo que es esta empresa pública y ya no, las petroleras privadas, quien asume la extracción petrolera.
¡Hacia un cambio total de la matriz energética!
3- ¿Seguimos con el petróleo o hacemos un cambio drástico de la matriz energética?
Es indudable que después de la pandemia el mundo cambiará. El petróleo y sus derivados es el principal causante del calentamiento global; varios científicos dicen que el coronavirus se expandió mucho más velozmente y con mayor agresividad porque el aire contaminado de nuestra atmósfera se lo facilitó; muchas ciudades que tenían verdaderas nubes tóxicas de la polución han casi desaparecido; en la propia turística ciudad de Venecia sus famosos canales que tenían aguas sucias y putrefactas, hoy se han clarificado y muchos venecianos ya pueden apreciar varios peses nadando en sus entrañas. Nuestra propia región amazónica ha sufrido los impactos de la explotación petrolera a gran escala y que ha ocasionado miles de enfermedades y muertes a los habitantes del sector. Es hora de dar un salto cualitativo importante, mirar ya hacia otro lado tenemos que mirar hacia las energías alternativas.
Si el transporte (vehículos) ha sido el causante fundamental no sólo en el Ecuador sino en el mundo entero del calentamiento global, tenemos entonces que hacer un cambio drástico en ese transporte, para que sus vehículos ya no utilicen la materia fósil contaminante que son los combustibles ¿Por qué no transformamos todos esos vehículos a gasolina, diesel, etc. en eléctricos?
La propuesta, sería entonces, ya cerrar los linderos de la exploración petrolera ya no debe seguirse buscando más hidrocarburo en nuestro subsuelo, debemos explotar solamente lo ya conocido y ese crudo debe servir para ese cambio trascendental en la matriz energética es decir que el mismo sirva para pagar los miles de vehículos de transportes que obligatoriamente tienen que ser eléctricos: terrestres, fluviales y marinos.
Una agresiva acción para instalar fábricas de autos, camiones, buses, motos, motores marinos, etc. pondrían al Ecuador a la cabeza de este cambio trascendental de la matriz energética a nivel de la región después de la pandemia, estaremos asistiendo a nuevas formas de vida, a una nueva civilización. Es necesario LIMPIAR el planeta; el Ecuador ¿puede dar el puntapié inicial?