Por Rita Ortiz
El 28 de septiembre de hace 33 años, se declaro como un día de jornada de lucha reivindicativa y de movilizaciones, para exigir a los gobiernos de cada país se consideren las complicaciones por el aborto clandestino. Se instauró así el Día Internacional por la Legalización del Aborto. Este 2023, las mujeres ecuatorianas marcharon para que se cumpla el derecho a un aborto seguro, legal y gratuito. En varias capitales de provincia, las movilizaciones contaron con la asistencia de organizaciones y colectivas de mujeres, que exigen la aplicación de la ley y buscan ampliar este derecho.
En el año 2022, la lucha de las mujeres ecuatorianas en las calles logró que se reconociera el aborto por violación y cuando la vida de las mujeres se encuentra en riesgo. La Asamblea de ese momento, con una mayoría conservadora, torció este derecho imponiéndole plazo hasta la semana 12 del embarazo. Las ideas atrasadas de varios asambleístas coartaron el derecho de las mujeres y niñas, que no pueden acceder a abortos seguros legales y gratuitos, aunque fue un inicio de cambio.
Las movilizaciones en las capitales de varias provincias exigieron del Estado la atención a una educación sexual y reproductiva de calidad, sin las taras de un sistema en el que prevalecen ideas retrógradas y que afectan principalmente a las mujeres y niñas de los sectores populares. De acuerdo con cifras y estudios proporcionados por las entidades de salud, nuestro país carece de información acerca de salud sexual y reproductiva, que incluye métodos anticonceptivos, embarazos y abortos; el personal de salud no está capacitado, hay desinformación en todo sentido. Los embarazos adolescentes alcanzaron cifras históricas en el año 2022, con 53 847 gestaciones en niñas y adolescentes entre 10 y 19 años; más de 2 000 niñas parieron producto de una violación (el 65 % cometidas por parientes o personas cercanas); las cifras de deserción escolar en este grupo va en aumento. Estos hechos inciden directamente en el incremento de la pobreza y la desigualdad social.
Miles de mujeres y jóvenes entonaron consignas como “Niñas, no madres”, “Aborto legal, seguro y gratuito Ya”, “No a la violencia contra la mujer”, y varias otras. Las mujeres de organizaciones como Frente Popular, FESE, JRE, CUBE; UNE, Mujeres por el Cambio, FEUE, participaron de esta marcha para exigir al Estado la despenalización total del aborto y que este sea libre, seguro y gratuito como tema de salud pública y derechos humanos; que las mujeres tengan derecho a decidir sobre su cuerpo; que exista una educación sexual integral en el sistema de educación pública, que exista acceso a métodos anticonceptivos e información acerca de ellos; que se erradique el acoso sexual de las aulas, de los espacios de trabajo y que se entreguen los presupuestos para poner en marcha la Ley de Prevención y Erradicación de la Violencia contra la Mujer.
Esta movilización, a puertas de la segunda vuelta de elecciones presidenciales, puso en el ojo público que los candidatos Luisa González y Daniel Noboa, representantes de distintas facciones de la burguesía, no tienen en sus agendas los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, pues se oponen al aborto y a cualquier derecho que implique un cambio en las condiciones de pobreza y desigualdad al que está sometido el pueblo. Solo la organización y la lucha garantizarán que estas reivindicaciones se conviertan en ley. En sus palabras, las mujeres continuarán en la lucha hasta que el aborto sea un derecho de todas y no un privilegio de pocas.