Por: Sergio Pintado
Entrevistas para Sputnik
Los estudiantes universitarios de Ecuador se sumaron a los colectivos indígenas en el pedido de que el Gobierno de Lenín Moreno suspenda el pago de la deuda externa para destinar esos 17.000 millones de dólares a combatir el coronavirus. «Pagar la deuda significa una alta traición», dijo a Sputnik el dirigente estudiantil Mauricio Chiluisa.
En medio del caos en el sistema de salud ecuatoriano debido al brote de coronavirus, los estudiantes universitarios plantearon al Gobierno de Lenín Moreno una alternativa para hacer frente a la crisis: interrumpir el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La idea es destinar esos fondos a la compra de insumos médicos y asegurar el sustento de los trabajadores que deben realizar cuarentena.
«Para no vulnerar las fuentes de financiamiento futuras, Ecuador ha decidido hacer el pago del capital de los bonos 2020», había anunciado el ministro de Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, durante una rueda de prensa el 23 de marzo pasado. Según el Gobierno, el pago de 325 millones de dólares a los acreedores permitiría al país acceder a 2.000 millones de dólares ya gestionados con otros organismos internacionales que no fueron especificados.
En su anuncio, el ministro también aseguró que el Gobierno «entablará conversaciones con los acreedores comerciales y bilaterales» para definir una «reorganización consensuada de los pasivos pendientes». Según Martínez, eso permitirá a Ecuador retrasar el pago de su deuda y «mantener el acceso a las fuentes de financiamiento». Asimismo, el titular de Finanzas adelantó que el FMI haría llegar al país una nueva entrega de 500 millones de dólares de contingencia.
La postura del Gobierno ecuatoriano fue rechazada por varias organizaciones, desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) hasta la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE), que coincidieron en que la gestión del presidente del país, Lenín Moreno, debe centrarse en atender la crisis sanitaria antes que en el pago a los acreedores internacionales.
«El pago de los Bonos Global 2020 significa una alta traición al pueblo ecuatoriano y demuestra el carácter servil del Gobierno de Moreno y sus colaboradores hacia el FMI», dijo a Sputnik el presidente de la FEUE, Mauricio Chiluisa.
El dirigente estudiantil remarcó que al Gobierno ecuatoriano «le interesa más precautelar los intereses de los grandes tenedores de la deuda que la salud de los pueblos».
Chiluisa enfatizó que «hay que priorizar la vida antes que la deuda» y transmitió el reclamo del movimiento estudiantil universitario de que el Gobierno solicite una «moratoria» en el pago del capital y los intereses de la deuda y destine esos fondos para «fortalecer el sistema de Salud Pública». La operación podría, según los estudiantes, dotar al presupuesto para atender la crisis sanitaria y económica de los 17.000 millones de dólares previstos por el Gobierno para atender compromisos de deuda externa en el año 2020.
Para Chiluisa, no es inviable que los acreedores internacionales acepten una decisión de esta naturaleza, ya que «hay un consenso internacional de que la crisis actual es motivo suficiente para diferir los pagos de la deuda de los países». Incluso, recordó que tanto el FMI como el Banco Mundial recomendaron a los tenedores de deuda «ser flexibles» en este momento.
«Ecuador no está en obligación de pagar la deuda externa y perjudicar con este pago a las y los ecuatorianos», sintetizó el presidente de la FEUE.
Los estudiantes universitarios tienen un plan para los fondos de la deuda: debería ser destinado a la compra de insumos médicos necesarios para combatir el coronavirus. Una de las prioridades en esa área es la adquisición de elementos de «bioseguridad» —como trajes o mascarillas N95— que aseguren que los trabajadores de la salud no se sigan contagiando, señaló Chiluisa.
La inyección de fondos se hace urgente en un contexto en el que, según la FEUE, el Gobierno ecuatoriano no está cumpliendo con la entrega del equipamiento necesario para el personal de salud. «El Gobierno no está atendiendo con los recursos necesarios. No se puede jugar con la vida de los ecuatorianos», advirtió.
La FEUE reclama además la compra de pruebas y reactivos para detectar coronavirus y que el Estado garantice la transferencia de «recursos urgentes» para que los centros de salud puedan implementar más camas de cuidados intensivos y hacer frente a la pandemia en todo el territorio nacional.
«El Gobierno tiene que pagar de manera inmediata la deuda que mantiene con la salud», sostuvo Chiluisa, recordando el reciente escándalo en torno a la presunta compra con sobreprecios de insumos médicos por más de 10 millones de dólares. Por ese caso, la FEUE reclama la destitución del director del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Paul Granda, y una eventual denuncia penal por «estafa» hacia los afiliados.
Los insumos médicos no son el único destino que deberían tener esos fondos de acuerdo a la plataforma de la FEUE. Los estudiantes también reclaman que se destine dinero a «garantizar la estabilidad económica y la alimentación» de los trabajadores afectados por la imposibilidad de circular.
«El pueblo ecuatoriano no puede realizar cuarentena sin trabajo y sin tener qué comer», enfatizó Chiluisa.
Al redireccionamiento del presupuesto de la deuda, los estudiantes universitarios suman otras medidas directamente enfocadas en los sectores más desfavorecidos de la economía ecuatoriana. Así surgió la propuesta de que el Gobierno suspenda por tres meses el pago de servicios de electricidad, agua corriente, telefonía celular e internet o la de distribuir ‘kits alimentarios’ y bonos de 100 dólares mensuales entre «1 millón y medio de jefes y jefas de hogar».
Para la FEUE, las medidas podrían su fuente de financiamiento en el cobro, por ejemplo, «de la evasión tributaria de 500 grandes empresas» de Ecuador. Esa deuda, apuntó Chiluisa, representa alrededor de 1.400 millones de dólares.
Los estudiantes consideran que también ayudaría «el pago de una parte de las grandes utilidades de las (empresas) telefónicas en 2019».
«Exigimos que el Gobierno de Lenín Moreno escuche las propuestas del movimiento estudiantil universitario. Somos hijos e hijas de amas de casa, de empleados, de trabajadoras domésticas y conocemos la realidad del ecuatoriano común», concluyó el dirigente estudiantil.