Redacción Opción
El 18 de julio se llevó a cabo la rueda de prensa para la convocatoria al Premio Regional L’Oréal-UNESCO para Mujeres en la Ciencia Centroamérica y Región Andina 2024, que se realiza por primera vez en Ecuador en alianza con la UTPL.
Este premio reconocerá la excelencia de mujeres científicas de Ecuador, en la ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas, a través de un incentivo económico de $10,000 dólares. Saadia Sánchez Vegas, representante de la UNESCO en Quito y representación en Ecuador, expresó que el Premio L’oreal-UNESCO rinde un justo tributo a aquellas mujeres en la ciencia que han dedicado y dedican sus vidas al avance del conocimiento y a dar respuestas a los grandes desafíos de la humanidad e hizo un llamado a la acción para avanzar en el cierre de la brecha de género en la ciencia.
La Dra. Eugenia del Pino, única ecuatoriana Ganadora del Premio Internacional L’Oréal-UNESCO a Mujeres en la Ciencia (2000), participó en el evento y en su intervención destacó:
Felicito a L´Oréal por la importante iniciativa de establecer Premios para las mujeres en la Ciencia en Panamá, Colombia, Ecuador y Perú como parte de sus iniciativas en Centro América y la Región Andina. Este premio representará apoyo notable y reconocimiento a la ciencia que realizan las investigadoras científicas del Ecuador y de los otros países de la región.
L’Oréal otorga anualmente cinco premios internacionales para destacar las contribuciones científicas de las investigadoras de África y los Estados Árabes, Asia y el Pacífico, Europa, América Latina y el Caribe y América del Norte. Además de los premios internacionales y otorga premios regionales y becas de investigación para científicas jóvenes a nivel mundial. A lo largo de los años, he visto que centenares de mujeres científicas han sido galardonadas. Estos premios tienen una visibilidad mundial, lo cual representa reconocimiento a la labor cumplida por las laureadas. Considero que el galardón no solamente resalta a las triunfadoras sino a su entorno familiar y científico y por qué no decirlo, al país. Las trayectorias de las mujeres destacadas con los premios L’Oréal proveen además y de modo importante de modelos a emular al nivel local e internacional y por este motivo promueven el involucramiento de las mujeres en la ciencia.
En el año 2000, fui laureada con el premio internacional por América Latina. A pesar de las limitaciones para el avance científico que encontré en el Ecuador en la década de 1970, fue posible realizar desde aquí investigaciones de calidad que han recibido aceptación y reconocimiento internacionales. El mayor reto para mí fue encontrar un tema de investigación que fuera original y que pudiera realizarse desde los laboratorios de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito.
Hice el doctorado en Emory University, Atlanta, Estados Unidos y a mi regreso a Quito no encontré las facilidades adecuadas para la investigación. En ese tiempo, como ahora, la brecha en los campos científicos entre instituciones avanzadas de otras partes del mundo y el Ecuador era y continúa siendo grande, agudizado por el hecho de que la investigación científica mundial avanza rápidamente. Sin embargo, nadie tiene todo lo que desearía, incluso en los laboratorios más afluentes del mundo. Por tal motivo, me concentré en el estudio del desarrollo temprano de especies de ranas nativas del Ecuador.
La gran biodiversidad del país me dio una ventaja de originalidad que he aprovechado en mis investigaciones. Me concentré en producir investigaciones de calidad las que fueron publicadas en revistas internacionales. Las comunidades científicas a los niveles local e internacional acogieron con interés mis trabajos y los de mis colaboradores y así pude salir adelante en la ciencia. En el trayecto me esforcé en el entrenamiento científico de los estudiantes que colaboraron conmigo en esta aventura de investigación. Debo señalar que las claves del éxito tanto en el Ecuador como en todo el mundo radican en encontrar temas de investigación originales, donde no se compita con investigadores de laboratorios afluentes. Para el éxito se requiere trabajo dedicado y constante.
El premio L’Oréal que recibí, reconoció además mi contribución a la educación para la conservación de las Islas Galápagos. Deseo señalar que mis antiguos estudiantes se convirtieron tanto en maestros como en líderes de la conservación de las Islas Galápagos, el Ecuador continental y América Latina.
La investigación científica es un componente muy importante de L’Oréal, y esta empresa es líder a nivel mundial en la investigación dermatológica. Cuando fui galardonada, pude visitar uno de sus laboratorios en París y aprendí que los investigadores desarrollaron los cultivos de piel humana in vitro para probar los cosméticos y así evitar el uso de animales para tal propósito. Las investigaciones fueron muy exitosas y la piel humana, cultivada in vitro con la metodología desarrollada sirve en la actualidad no solo a la industria cosmética, sino que también es fundamental en los hospitales y clínicas para reparar la piel luego de quemaduras graves.
Debido al componente científico que está detrás de su producción cosmética y para promover e incentivar a las mujeres a contribuir a la ciencia, la empresa L’Oréal creó la Fundación para la Mujer en la Ciencia en estrecho vínculo con la Unesco. L’Oréal considera que, si las mujeres somos la mitad de la población mundial, es imperativo que la sociedad se beneficie de las capacidades de toda la población, incluyendo a las mujeres.
A las mujeres científicas jóvenes envío unas palabras de estímulo para que se postulen a este premio. El postularse para este importante premio fortalece la presencia de la mujer en la ciencia en el Ecuador. La ganadora nos dará un inmenso orgullo como país resaltando que, en El Ecuador, a más de otras áreas, la mujer se destaca en las investigaciones científicas.
Postulación abierta hasta el 15 de agosto de 2024 en:
forwomeninscience.com/challenge/show/113
Más información sobre los requisitos de la postulación:
bit.ly/4cLNWez