Por Prof. Stalin Vargas M.*
El candidato presidencial Otto Sonnenholzner en su plan de trabajo, dice que uno de los principios a impulsar es la ¨ Transparencia y Combate a la Corrupción: creemos en la transparencia como principio transversal en el manejo de la cosa pública para permitir al ciudadano juzgar a quienes gobiernan y fiscalizar el buen uso de los recursos e impuestos pagados que resultan de su esfuerzo. La corrupción niega el desarrollo dinamitando los lazos de una sociedad y socavando el aparato estatal. Creemos en la lucha frontal contra ella y la cero tolerancia ante casos de esta naturaleza¨[1]. Quien lee esto dirá que está bien ser transparente y cero tolerancias contra la corrupción. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
Recordemos que el señor Otto Sonnenholzner fue vicepresidente de la república en el gobierno de Lenin Moreno, durante 18 meses, en reemplazo de la señora María Alejandra Vicuña, ejerció el cargo desde el 11 de diciembre de 2 018 hasta el 10 de julio de 2 020.
Hoy dice que se necesita ser transparentes en el manejo de la cosa pública y que se debe impulsar una lucha frontal contra la corrupción, ¿eso que dice ahora, lo aplicó cuando fue parte del gobierno de Moreno?, ¿denunció a los responsables de los actos de corrupción durante la emergencia sanitaria? Recordemos algunas denuncias de esa época:
- La Dirección Nacional del IESS compró 131 890 mascarillas N95, cada una a 12 dólares, pagó 1 millón 500 mil dólares. En el mercado esas mascarillas costaban 3,90 dólares. Un sobreprecio de 8,1 dólares cada mascarilla. La empresa Almantop S. A. a la que se le adjudicó el contrato fue creada en el año 2 000 y su razón social era “Venta de comidas y bebidas en cafeterías para consumo inmediato”.
- En el Hospital de Los Ceibos, compraron 4 000 bolsas para embalar cadáveres, al precio de 184,50 dólares cada una, pagaron 594 000 dólares, cuando en el mercado esas bolsas para embalar cadáveres las vendían desde 12 dólares.
- En el Hospital Guasmo Sur, compraron 600 bolsas, a 131,20 dólares cada una, pagaron 88 166, 40 dólares; luego compraron 120 fundas, a un precio de 140 dólares cada una, pagaron 18 816 dólares, cuando en el mercado se encontraba esos insumos desde 12 dólares.
- En el Hospital de la Policía N.º 2, compraron ¨400 fundas impermeables para personas fallecidas por covid-19, avaluadas en 130 dólares, 5 000 mascarillas N95 por un valor unitario de 10 dólares¨[2].
- El Hospital del IESS en Babahoyo[3], compró insumos médicos entre los que se destacan: la compra de 55 pantalones de trabajo con cintas reflectivas, a 94 dólares cuando en el mercado nacional, una prenda similar se conseguía a 16 dólares; botas de seguridad con punta en fibra de vidrio a 238 dólares, cuando el valor referencial en el mercado era de 59,99 dólares; pagaron 105 dólares por cada tóner para impresora, cuando en el mercado se lo podía conseguir hasta en 33 dólares cada uno.
- En el Hospital General Docente de Ambato, compraron trajes de bioseguridad, cada uno a 39,90 dólares, pagaron 216 111 dólares, cuando en el mercado nacional se vendían esos trajes entre 15 y 25 dólares.
- La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, adquirió 7 mil kits de alimentos, cada uno a un costo de 150,82 dólares. Sin embargo, se denunció en la prensa nacional que el precio de los 18 productos de los kits, no sumaba más de 85,79 dólares.
- La Comisión Nacional Anticorrupción denunció que ¨hallaron “sobreprecios y redes de colusión” en 23 contratos efectuados por hospitales del Seguro Social y del Ministerio de Salud, por un monto de USD 32,5 millones. Según la CNA, esas compras se habrían realizado a 11 contratistas (cuatro empresas y siete personas naturales), que registran actividades comerciales en áreas de ferretería, comidas y publicidad¨[4]. Los contratos ¨corresponden a los hospitales de Quito Enrique Garcés, Hospital General del Sur, Eugenio Espejo, Pablo Arturo Suárez, San Francisco y Andrade Marín y de Guayaquil al Teodoro Maldonado…además del sobreprecio, es que en los 23 casos se favoreció a los mismos once proveedores: siete personas naturales y cuatro personas jurídicas. Por ejemplo, en una tabla presentada una sola persona natural había manejado cinco contratos que le representó $ 5,4 millones¨[5].
- Mientras los ecuatorianos estaban preocupados porque no había recursos económicos para atender la pandemia del coronavirus, el ministro de Economía, Richard Martínez decidió pagar 320 millones de dólares de los bonos 2 020, en buen romance el gobierno del presidente Moreno prefirió pagar la deuda que atender la vida de los ecuatorianos y ecuatorianas.
¿En dónde quedó la transparencia y el combate a los corruptos que ahora predica el candidato Otto Sonnenholzner? En nada, porque Otto es Moreno, recordemos que el presidente Moreno también decía lo mismo, sobre la transparencia y la corrupción. El gobierno de Moreno se caracterizó por el reparto de los hospitales a políticos corruptos para tener votos en la Asamblea Nacional, propiciar la impunidad de los actos de corrupción.
El discurso anticorrupción de Otto no es creíble, se requieren hechos y no palabras. Otto fue parte del gobierno de Moreno y el país sabe cuáles fueron los resultados: crisis, desempleo, inseguridad, alto costo de la vida, corrupción en la compra de medicinas e insumos médicos en los hospitales, incremento de las ganancias de banqueros y grandes empresarios, disminución de los presupuestos para educación y salud, miles de jóvenes sin poder ingresar a las universidades.
EX PRESIDENTE UNE NACIONAL
Quito, 14 de julio 2 023
[1] Plan de Trabajo. Alianza Actuemos 8-23. Periodo 2023-2025
[2] https://www.elcomercio.com/actualidad/allanamiento-hospital-policia-fundas-cadaveres.html
[3] https://lahora.com.ec/noticia/1102318045/denuncias-de-corrupcion-y-sobreprecios-en-todo-el-pais
[4] https://www.elcomercio.com/actualidad/sospechas-corrupcion-contratos-salud-emergencia.html
[5] https://www.eluniverso.com/guayaquil/2020/05/08/nota/7835181/vendedores-hamburguesas-helados-dotan-insumos-medicos