Por Redaccción Opoción
“Como organizaciones que luchan día a día por construir una sociedad libre de violencia, nos movilizaremos para evidenciar que los actos de violentos hacia la mujer persisten y van en aumento, Las niñas, adolescentes y mujeres adultas, se ven expuestas a diario a la violencia sexual en los espacios educativos y laborales y donde el 88% de agresores jamás serán juzgados y los casos seguirán impunes, por otra parte no podemos obviar que en lo que va del 2019 se han registrado alrededor de 70 femicidios y que el 67% de personas desaparecidas son mujeres. ¡Por todas estas razones nos movilizamos!, dice un comunicado de #25deNoviolencia.
Por su parte, el comunicado del Tercer Encuentro de Mujeres de América Latina, a propósito del día internacional en contra de la violencia hacia las mujeres, señala “Una vez más salimos a las calles a denunciar las múltiples violencias que, al igual que ayer, las mujeres seguimos sufriendo cotidianamente en cada uno de nuestros países. Se estima que cada año son asesinadas unas 7 mil mujeres en nuestro continente y que son muchos cientos de miles las que sufren violencia dentro de sus hogares. Un 70% de las mujeres latinoamericanas ha sufrido violencia de algún tipo en algún momento de sus vidas, en la vía pública, en sus trabajos y lugares de estudio, violencia física y psicológica, acoso sexual y laboral, violaciones y agresiones de todo tipo.
Esta violencia hacia las mujeres es una más de las diversas formas de violencia que el sistema capitalista utiliza para someternos, haciéndonos más dóciles, obedientes y conformistas con nuestra realidad, capaces de aceptar los brutales grados de explotación que nos impone, para sacar aún más ganancia de nuestro trabajo. Pero también esta violencia es una consecuencia de la situación material que vivimos las mujeres en todo el mundo, y en particular en nuestro continente. La dependencia económica es la principal violencia que sufrimos las mujeres de nuestros pueblos y es la causa fundamental por la que muchas mujeres no logran salir de las situaciones de violencia en que se encuentran.
Según datos de la OIT de 2017, de un total de 255 millones de mujeres que están en edad de trabajar, solamente 117 lo hacen, o sea, casi la mitad de las mujeres de nuestro continente trabaja de forma remunerada…somos la mitad de las desocupadas; pero también hay que destacar que existe un alto porcentaje de aporte a la economía por la carga laboral de reproducción que se realiza cotidianamente y por la cual las mujeres no recibimos ninguna retribución económica”.
Esta realidad es la causa principal de las masivas movilizaciones de mujeres en todo el continente en defensa de sus derechos y en contra de la violencia; muchos gobiernos han actuado promulgando leyes que tipifican distintos tipos de violencia y condenan los actos de violencia cometidos hacia las mujeres mediante medidas punitivas, aumentando las penas a los agresores. Sin embargo, estas leyes no avanzan en resolver las verdaderas causas que ponen a las mujeres en peligro y que les impide salir de la violencia en que están insertas: la realidad material y económica de las mujeres, madres y jefas de familia.
Exigen a los gobiernos que asuman su responsabilidad de proteger la vida de las mujeres y de nuestras familias mediante medidas concretas que permitan a las mujeres acceder a educación, salud y vivienda, empleos y salarios dignos y en buenas condiciones laborales, guarderías y casas de cuidados para las personas con discapacidades o en condición de necesaria dependencia. Los gobiernos son responsables por la violencia que sufrimos las mujeres en todo el continente, y este 25 de noviembre será un día más de lucha en que las mujeres nos organicemos para exigir mejores condiciones de vida para todas nosotras y para nuestras familias.
En Quito, el sábado 23 de noviembe se desarrolló una multitudinaria marcha que recorrió varias avenidas de la ciudad, levantando las consignas de las reivinicacionesde las mujeres. RV