Por Gustavo Báez Tobar
A Zulema Obando la conocí a través de su trabajo en el GAD Municipal de Antonio Ante hace unos tres lustros atrás y luego por sus escritos en innumerables poemas y sus crónicas vivas publicadas de domingo a domingo en el Diario del Norte, que la tiene como columnista, con sobrados merecimientos.
Zulema Esperanza Obando Herrera nació en Mira, – Carchi- , el 17 de febrero de 1968. La educación primaria recibió en la Escuela Policarpa Salavarrieta de su tierra natal, y los estudios secundarios en el Colegio María Angélica Idrobo de Quito.
Desde la infancia y juventud se inclinó por la Literatura, habiéndose distinguido en algunos concursos. Es titulada en Comunicación Social en la Universidad Central del Ecuador. Es autora del poemario “Punto de quiebre” que recoge distintas historias de amor y son contadas desde la denuncia social; obra que me dio el privilegio de prologarla.
Ha sido maestra de educación superior, desde hace 24 años trabaja como Relacionadora Pública como ya lo dijimos en el GAD de Antonio Ante. En sus 9 años de periodista de opinión le han permitido constituirse en la investigadora “intuitiva, sensible y objetiva, siempre a flor de piel”.
Tiene dos poemarios inéditos “Avernos en tu cielo” y “Avatares”. Es autora de su primera novela con el sugerente título de “Yo pecadora”, que esperamos muy pronto salga a la luz. También elaboró un guión cinematográfico intitulado “Sálvame”.
En preparación, y aprovechando estos días de silencio obligado pero necesario, se ha dado tiempo para la inspiración y la creatividad, nos obsequiará con un nuevo poemario que tiene el subyugante título de “Palabras de Fuego”, que nos sugieren ardor de mujer herida y su dolorosa angustia acerca de la pandemia que con ansia esperamos pronto termine.
Entre este manojo de las floraciones de su corazón está CARTA A JULIETA, su hijita lejana que la asume como soldado de primera fila en este mortal combate, comienza evocándola con esta cariñosa… elocuente metáfora:
“Colibrí de jade y esperanza,/de primavera en el aire,/tus brillantes alas volaron tan lejos,/que estos faros ausentes, me conminan a escribirte,/mil misivas por watsapp, /estrenándome de bailarina de caja musical,/bachata, salsa, merengue,/teatrera, comediante y actriz,/en las vídeo llamadas de las ocho,/para que rías sin pedir permiso,/ a carcajadas y a flor de piel,/ brotando esa ternura,/espontaneidad y humanismo, tan propios de ti…”
Desde la escuela aprendí ese sabio proverbio: “Dime con quién andas, te diré quién eres”. Mi maestro de lenguaje recalcaba: “Dime cómo escribes te diré quién eres”, para recalcar en la pulcritud de la ortografía. Pero en el caminar de la vida también leí esta filosófica sentencia: “Dime qué escribes, te diré de dónde eres”.
Zulema Obando como escritora hace tiempo que rebasó la línea de sus fronteras y en algunos de sus poemas nos muestra su alma universal, de la mujer que se conduele de los profesionales de la salud, se reviste con el mandil de médico o paramédico en esta desigual batalla contra un insignificante pero exterminador virus. Saca a relucir su frontalidad de carchense y su rebelde carácter:
“Viviendo mi propio vía crucis,/en esta cuarentena de cuaresma, sin tu aliento de resurrección;/lamentando desde la inerte orilla de la televisión,/y el morbo social de las redes,/ la crudeza de cientos de cadáveres sin nombre,/huérfanos de ritual de un entierro y una plegaria,/ tirados en la calle,/ envueltos en el escupitajo gubernamental,/ y en dignísimos sarcófagos de papel,/ que si no les mató el rey virus,/ les fulminó la indiferencia,/ ineptitud e inoperancia estatal.”
…………….”Fuerza hija mía,/ Julieta de mi Romeo,/ amor de mi herida,/unida a ti en la distancia,/con el cordón umbilical del corazón.”
No se preocupa de la rima. Ni de la simetría versal. Sus versos fluyen con energía dentro de un claro manantial. Sus versos tienen la fuerza del sentimiento que se unen a millones de corazones heridos en el Mundo por la daga mortal de esta corona que esperamos pronto se le termine su reinado.
Felicitaciones Zulemita, que tu astro no se opaque, y tus versos sigan iluminando en este cielo de esperanza en el devenir de nuestro CENTRO CULTURAL “ANTONIO ANTE” y la Patria.