Mujeres por el Cambio
Nosotras, mujeres ecuatorianas, nos alzamos en este 25 de noviembre para recordar y honrar la memoria de las hermanas Mirabal, quienes fueron asesinadas en 1960 por su valentía al luchar contra la dictadura en la República Dominicana. Su sacrificio es un símbolo de la resistencia de todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han enfrentado la opresión y la violencia en sus diversas formas. Este día es un llamado a la acción, un recordatorio de que la lucha por nuestros derechos no es solo una cuestión de justicia, sino una necesidad urgente que exige nuestras voces unidas.
En Ecuador, la violencia contra las mujeres se ha convertido en una pandemia silenciosa. A diario, nos enfrentamos a un sistema patriarcal que justifica la agresión y el abuso. Según estadísticas alarmantes, hasta el 2023 se reportaron 321 feminicidios. En lo que va del año, hemos visto un incremento en los casos de violencia de género que, a los ojos de la sociedad y, tristemente, del Estado, se aúnan a la indiferencia y al abandono. Mientras los agresores caminan libres, nosotras vivimos con el miedo constante de ser otra cifra más en la estadística.
La situación se agrava para las mujeres de sectores populares, comunidades indígenas y rurales, donde la pobreza y la marginación hacen que la violencia sea aún más brutal. Los relatos de mujeres que sufren violencia física, psicológica y sexual son cada vez más frecuentes, y es inaceptable que nuestras voces sean ignoradas. En este contexto, como mujeres por el Cambio , reivindicamos no solo el derecho a vivir sin violencia, sino también el derecho a una vida plena en la que podamos ejercer nuestra libertad, autonomía y dignidad con educación, salud y empleo digno.
Este 25 de noviembre, nos movilizamos para exigir al gobierno de NOBOA que tome medidas efectivas, que implemente políticas públicas que garanticen nuestra protección y resguardo, que ponga fin a la impunidad y que realice campañas de concienciación que eduquen a la sociedad sobre la equidad de género. La violencia de género no es un problema privado; es un problema social que debe ser erradicado con la participación activa de todas y todos.
Gritamos por las que ya no están, por las que sufren en silencio y por un futuro donde ninguna mujer tenga que vivir con miedo. Nuestra lucha es por la justicia social, la igualdad y el respeto a nuestros derechos. ¡Ni una más! ¡Vivas nos queremos!
25 de noviembre: día de resistencia, solidaridad y lucha. Juntas, construiremos un Ecuador donde cada mujer viva libre y dignamente. ¡La lucha continúa!