Por Enver Aguirre
El juez multicompetente de Manglaralto, Javier Moscoso, le ha concedido el recurso de habeas corpus a Jorge Glas. Sobre Glass recaen 3 sentencias por los delitos de cohecho, asociación ilícita y peculado. Actualmente cumple una de las 3 penas privativas de libertad, la de 8 años, por el caso sobornos-arroz verde, que, tras 5 años de prisión, saldrá libre.
La cuantificación de los daños al Estado por los actos de corrupción generados por Glas, fueron cuantificados en 400 millones de dólares aproximadamente. Sin embargo, al cabo de 5 años saldrá libre.
Al respecto, vale recordar los contratos sobre proyectos estratégicos (hidroeléctricas, carreteras, construcción de mega proyectos) todos con sobre precios, en los que el responsable fue Jorge Glas.
En este contexto, ¿Existe reparación y justicia para el Estado ecuatoriano? La cárcel de Glas, durante 5 años es una ínfima parte de la justicia para el Estado y el pueblo ecuatoriano. Primero, que sus años de privación de libertad, respecto a los delitos cometidos son mucho mayores que los que se han cumplido hasta ahora. Pero, además, el Estado ecuatoriano, la Justicia y órganos de control, no han recuperado un solo dólar de los cientos de millones desviados a la corrupción.
Tampoco han desentramado la red de corrupción que sigue operando en la institucionalidad del Estado. No han determinado prohibiciones de contratación sobre las empresas que sirvieron de medio para la consecución de los delitos que se cometieron. Buena parte de las leyes y disposiciones reglamentarias que posibilitaron esos actos de corrupción siguen vigentes.
¿Cuál es la razón de la libertad de Glas?
Para responder está pregunta, vale recordar que la aprobación de la Ley Tributaria, contó con el apoyo tácito del correísmo, y ya en ese momento se afirmó que ese silencio hubo un pacto para la libertad de Glas.
Hoy, que el gobierno cuenta con el 26% de credibilidad, que no tiene la fuerza para aprobar una sola Ley, que su ahijada Llori, presidenta de la Asamblea Nacional huele mal desde hace semanas y que en cada sesión evidencia sus debilidades para conducir la función legislativa. Justo hoy, se vuelve pública la libertad de Jorge Glas.
Es evidente entonces, el pacto al que ha llegado el gobierno de Lasso y el correismo. Uno que cubre con un manto de impunidad los delitos cometidos por Jorge Glas, que demuestran que la corrupción se encuentra en la médula ósea de los gobiernos burgueses.