A propósito de la base de Manta

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Por Prof. Stalin Vargas Meza

El 12 de noviembre de 1999, el gobierno de Jamil Mahuad, firmó un Convenio por 10 años en el que cedió el control de las instalaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta, para que los Estados Unidos Estados Unidos instale el Puesto de Operaciones de Avanzada (FOL, Forward Operating Location), más conocida con el nombre de Base Militar Norteamericana en Manta.

Heinz Moeller, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales y Defensa Nacional, aprobó ese Acuerdo señalando que ¨el Acuerdo no se enmarca en ninguno de los seis numerales previstos en el artículo 161 de la Constitución Política de la República y que por tanto, no necesita la aprobación por parte del Congreso Nacional, por lo que se resuelve hacer conocer al señor Presidente del Honorable Congreso Nacional su recomendación para que el Proyecto de Acuerdo sea remitido al Ejecutivo para su debida suscripción¨.

Ese Acuerdo permitía ¨la libre circulación de personas, aeronaves, navíos y vehículos norteamericanos, conceder al personal norteamericano y sus dependientes en el Ecuador una condición jurídica equivalente a la que proporciona al personal de la Embajada Americana, renunciar a todo tipo de reclamación por daños causados, incluidas lesiones o muertes a ecuatorianos¨.

El ex Canciller Julio Prado Vallejo afirmó que ¨es un acuerdo sin el mínimo sentido de reciprocidad en el que todas las obligaciones están de la parte ecuatoriana y todos los derechos del lado norteamericano¨[1].

Para justificar la presencia norteamericana en Manta, dijeron que ellos traerían el ¨bienestar y los dólares¨, que ¨nos vienen a mejorar la raza¨, mientras eso le vendían al país, el gobierno, los empresarios y los grandes medios de comunicación, Javier Delucca, ex comandante del Puesto de Operaciones de Avanzada de Estados Unidos, decía que ¨La Base de Manta es muy importante dentro del Plan Colombia. Estamos muy bien ubicados para operar en esta área¨. Con ese Acuerdo el Ecuador se involucró en el Plan Colombia, en la política antidrogas y antiterrorista impulsada por los Estados Unidos en la región.

¿Cuáles fueron los resultados?

Incautación de droga

La Asamblea Constituyente a través de la Comisión de Asuntos Internacionales, realizó un informe en el que se destaca que ¨la FOL ejecutó más de 7726 misiones desde 1999 hasta 2009, con un total de 1758 toneladas de droga aprehendida en toda la costa del Pacífico, la cual engloba  alrededor de 11 países[2]. Dicho en otras palabras, los gringos incautaron en 11 países 1758 toneladas de droga, durante 10 años, esto es 175 toneladas por año y 15 toneladas por país. Tanta publicidad para tan pocos resultados.

Hundimiento de barcos

La Comisión recibió denuncias de que hubieron ¨14 barcos hundidos, 4 barcos dañados y sin posibilidades de reparación, 1 barco desaparecido, 125 migrantes sometidos a tratos inhumanos y degradantes, reñidos incluso con la moral, 2 personas detenidas y desaparecidas¨[3].

Situación de Manta

Mientras la embajada norteamericana decía que ¨la operación del FOL inyecta más de 6.5 millones de dólares al año en la economía local de la ciudad de Manta¨, el alcalde de esa ciudad Jorge Zambrano que simpatizaba con la presencia norteamericana refutó esas aseveraciones de la embajada diciendo que ¨La Base no le ha dado nada a Manta…incluso aceptó que hay un incremento del narcotráfico desde la llegada de los estadounidenses…afirmando que lo que sí se evidencia es que desde que ellos llegaron, nuestra ciudad está siendo utilizada para traficar drogas, a través de nuestro puerto¨[4].

¨Se abrieron discotecas con nombres típicos estadounidenses, como Nashville South, Wolf, Cheers, Steak House, y restaurantes como La Riviera. Se edificaron hasta complejos turísticos como el de la vía a San Antonio, con cabañas rústicas, caballos y espacio para parrilladas. De cinco pasaron a ser 12 los hoteles y hostales que se abrieron en el centro, cerca de la playa Murciélago, y en la zona de Tarqui los alojamientos de segunda y tercera clase se triplicaron¨[5].

Esto y más llevó a que en la Constitución de Montecristi y aprobada por el pueblo ecuatoriano, se incorpore el Art. 5 que dice: ¨El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras¨.

Ahora el presidente Noboa plantea una reforma parcial a la Constitución para eliminar la prohibición de instalar bases militares en el país. Allí se expresa el carácter entreguista, cipayo (partidario de un poder extranjero en desmedro de los intereses de su propio país o grupo) de las clases dominantes para con los Estados Unidos. No les interesa la soberanía nacional, les interesa los negocios y quedar bien ante su amo (el imperialismo norteamericano).

Ni bien se hizo el anuncio, salieron los neoliberales a decir que era hora, que con la soberanía no se come, que ahora sí se combatirá la delincuencia. Se les olvida que en otros países hay base militares norteamericanas y la droga, la delincuencia campea. 

EX PRESIDENTE UNE NACIONAL


[1] Seminario: “El Plan Colombia, el ALCA y la crisis en el Ecuador”, realizado en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central del Ecuador, en Quito, el jueves 26 de julio del 2001

[2] Ecuador: Manta no ha olvidado los efectos de la base estadounidense – Cosecha Roja

[3] ¿Cuál es el saldo que deja la Base Militar Norteamericana en sus 10 años en Manta? – Inredh

[4] manta (inredh.org)

[5] Ibid..

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