Por Ab. Carlos Sánchez
Salvemos la patria, salvemos la patria, salvemos la democracia, es la voz que escuchamos en todos lados, de políticos, asambleístas, banqueros, empresarios, mientras el pueblo pobre hace escuchar su voz en calles y plazas gritando a viva voz, cambiemos la patria, cambiemos la democracia.
Todos hacemos un llamado para salvar la Patria, salvar la democracia, en eso coincidimos, pero en lo que no vamos a coincidir es para que y como queremos salvar la democracia.
En primer lugar, de qué democracia estamos hablando, una democracia con más de 7 millones de desempleados, 3 millones de gente viviendo en la miseria, una democracia “donde el más vivo, vive del tonto y el tonto de su trabajo”, donde la corrupción es parte de la vida cotidiana, donde el corrupto da mensajes magistrales de honestidad y dice que lo bueno está por venir, la democracia donde la acción de los corruptos es aplaudida mientras la acción de los que queremos un mundo nuevo es reprimida.
La democracia con todas las instituciones con signos y con visos de corrupción, desde el poder Ejecutivo, dónde el cuñado es el principal responsable de los manejos dolosos de las empresas públicas y que está gobernando para los banqueros y los grupos de poder económico, un poder legislativo donde las componendas, los amarres y la corrupción son parte vital de su accionar, dónde se han olvidado para que fueron elegidos, una función Judicial atada al poder de los grupos de poder económico y a los gobiernos de turno y a los corruptos, justicia que camina donde hay dinero y por donde se la mire está corrupta no hay sitio o lugar donde no aparezca un acción de la justicia, dónde funcionarios, jueces, fiscales estén inmersos en entramados dónde los criminales son absueltos y los inocentes son encerrados, sistema de Justicia en decadencia.
La función electoral que sigue estigmatizada con visos de estar al servicio del que más paga, el mismo gobierno actual nace con problemas de legitimidad que nunca fueron esclarecidos, por último, el quinto poder otra institución sin pies ni cabeza, si hablamos del control de participación ciudadana y control social un ente llamado a vigilar para que las cosas cambien, es otro entramado político donde las camisetas ruedan igual que los billetes, donde los famosos comisionados están más interesados en satisfacer a sus amos a sus dueños de conciencias y de vidas los partidos políticos. Por ultimo las instituciones llamados a defender la democracia son instituciones seriamente cuestionados, los narco generales y los oficiales y personal de tropa, involucrados en tráfico de drogas, o en otros actos de corrupción, es parte de la vida de estas instituciones llamadas a defender la paz pública
Es necesario salvar la democracia, claro que sí, el único camino para salvar y cambiar esta democracia, es la gran Unidad de los trabajadores y los pueblos por la construcción de la Patria Nueva, es el sendero para salvar la democracia, una democracia donde todos tengamos las mismas posibilidades y accesos a educación, trabajo, alimentación medicinas, todos podamos decir hoy esta es nuestra democracia salvemos la democracia, este es el camino la Unidad de los trabajadores y los pueblos para cambiar la democracia en el camino de la Patria Nueva.