Por Isabel Vargas Torres
Los maestros somos los adalides de la lucha contra la corrupción, enseñamos valores de ética, moral, a través de una propuesta educativa emancipadora, cuyos principios integrales son la solidaridad, patriotismo, libertad; por ello nuestro profundo rechazo a las prácticas de la derecha neoliberal y otras expresiones políticas del país.
En esta semana, la Asamblea Nacional archivó el proyecto urgente de la “Ley orgánica para la atracción de inversiones, fortalecimiento del mercado de valores y transformación digital” lo que causó la ira del presidente Lasso quien vio que sus anhelos y de los empresarios se les escurría de las manos la oportunidad de amasar más ganancias en detrimentos del pueblo ecuatoriano. Acto seguido denunció que le habían pedido cargos e inclusive dinero; para aprobar la referida ley. Aquí cabe preguntar: cuantas veces “cobraron” al Presidente para aprobar una ley o para que pueda entrar por el “ministerio de la ley”?
La ley de inversiones, es trascendental para ampliar la visión neoliberal de Lasso; inclusive en un acápite de este proyecto se plantea la privatización de la educación. El modelo neoliberal del gobierno se enmarca en las líneas maestras de la globalización. Lasso cuando visita los foros económicos de los EEUU y de los multilaterales como el FMI, se somete a condiciones como bajar el gasto público, es decir invertir menos en salud o educación; entre otros sometimientos fondomonetaristas.
Al visitar China y firmar el memorándum de Entendimiento para concretar el Tratado de Libre Comercio con este país, bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, plan gubernamental del gigante asiático lanzado en 2013, del cual la cabeza de playa es Ecuador para posicionarse en América Latina. Para esto necesitaba la ley de inversiones que privatiza, concesiona, monetiza, es decir, pone en manos privadas las empresas estratégicas del Estado, atrae el capital extranjero.
Pero a la par necesita darles seguridad jurídica que significa zonas francas para que no paguen impuestos y leyes que garanticen la sobreexplotación laboral como la Ley de Oportunidades. Eso sin nombrar que el pago puntual de la deuda externa implica la disminución de los empleados del sistema fiscal o “bajar costos”, así como rebajar las horas pedagógicas de las materias principales como son lectura, matemáticas, CCNN, CCSS que significa bajar la calidad de la educación. Por ello, es indignante que el presidente exprese que, sin la aprobación de la Ley de Inversiones se van a “perjudicar a los pobres…”, ¡no señor presidente! usted está perjudicando el interés superior del niño y el adolescente al perjudicar su proceso de aprendizaje y dejaría en la desocupación a más de 10.000 maestros bajando a límites nunca antes vistos, el presupuesto para educación.
Ante esto, las maestras y maestros junto a la clase obrera, nos movilizamos este 23 de marzo para exigir el archivo de mencionada Ley, mayor presupuesto para la educación, la aplicación de la LOEI sin trampas, en la que consta ítems como el retorno de materias de ética, que tanta falta le hace a la política nacional.
Maestras maestros te esperamos en la marcha nacional para el viernes 08 de abril