Por Paúl Jácome
Han circulado por redes sociales polémicos videos, en los que se pueden apreciar a ciertos miembros de las fuerzas armadas y policías, sometiendo a varios ciudadanos a agresiones físicas y tratos denigrantes, “como medida” firme para evitar que el contagio del COVID-19 sea masivo. Ciertos sectores ante la falta de una vacuna que ponga fin a esta pandemia, parece ser que encontraron el sustituto ideal, el garrote; si así es, el garrote es el conjuro mágico para enfrentar lo que la ciencia no ha logrado resolver desde el campo de la investigación.
Ciertos sectores para justificar estos actos de abuso de poder, han señalado que “son indisciplinados” y han llegado incluso a aplaudir las agresiones físicas y vejámenes cometidos a las personas que han inobservado los tiempos del toque de queda. Hay acuerdo general que la mejor medida para evitar un disparo de contagio exponencial del COVID-19, por el momento, es el denominado aislamiento social o cuarentena.
Dicha medida rige cerca de tres semanas, seguramente ha evitado que la situación sea mucho más impactante, sin embargo de ello el lado débil de la cuarentena se halla precisamente en los cerca seis millones de ecuatorianos que no cuentan con ingreso fijo, que viven con el trabajo diario, es el sector que económicamente se encuentra ya quebrado, este gran grupo de ecuatorianos va entrando en una espiral de desesperación ante la disyuntiva de quedarse en casa con hambre y sin trabajo, con la posibilidad de morir por inanición, o, romper la cuarentena a continuar con su habitual trabajo, pero en estas condiciones extraordinarias, para ganarse un medio y sobrevivir en medio de un País en crisis, y con el riesgo de ser contagiadxs, y a la vez, ser una fuente de contagio y transmisión del virus.
Esta realidad les convierte a estos seis millones de ecuatorianos en doble condición de discriminación, de las cuales algo más del 50% son mujeres, a quienes sin conocer su lacerante realidad los juzgamos, con los calificativos y a quienes pedimos desde la comodidad de nuestros teléfonos “inteligentes”, viendo películas en Netflix, o desde el tele trabajo, que se los someta a garrotes, otros más radicales y absurdos piden que les den bala.
¿Cómo hacer que la cuarentena sea una medida eficaz?
Se debe tener claro que a estas alturas el COVID-19, no solo es un problema sanitario de salud pública, es ya, un problema social y económico, y que debe ser enfrentado como tal, desde las esferas gubernamentales, se pueden tomar medidas como:
Declaratoria de Estado de necesidad, esto permitirá ante los organismos multilaterales, liberar la presión de la deuda externa, y recuperar algo más 1 500 millones de dólares.
Que se establezca el mismo impuesto de contribución del 4% de los servidores públicos a los ingresos de las 3100 grandes empresas, con lo que se podría recaudar 1 500 millones
Con estos dos rubros que sumarían 3000 millones de dólares, podríamos financiar la cuarentena de los casi seis millones de ecuatorianos en estado de vulnerabilidad, y dotar del presupuesto urgente para nuestros héroes de bata blanca, que están librando esta guerra sin armas.
Ecuatorianxs, esta crisis debe sacar lo mejor de nosotros, debemos enfocar nuestras energías para que estas medidas se hagan realidad, solo así podemos poner un freno real al COVID-19, que la solidaridad y la unidad sean las que se impongan, ante la adversidad y el abuso de poder.