Por Arq. Juan Saltos Pico
En diciembre del 2019 el mundo conocía de una nueva enfermedad que venía creciendo con su propagación desde una localidad de China, y que llego a nuestro País lo primeros meses del 2020, tomando por sorpresa a nuestra nación que, como parte de la falta de planificación estatal, y los constantes recortes presupuestarios causo que la respuesta oficial fuera casi insipiente, denominada por la Organización Mundial de Salud como COVID -19.
La Pandemia golpeo fuertemente al Ecuador, no solo en aspectos sanitarios, sino también en aspectos social, económico y político. Según los datos oficiales del Ministerio de Salud con corte del 02 de octubre del 2002 las cifras fueron las siguientes: casos confirmados 1.001.465; fallecidos 36.994; recuperados 672.624; tasa de letalidad, 7,00%. Estas cifras para algunos sectores de la ciudadanía están alejadas de la realidad.
Con el ánimo de paliar esto, El estado ecuatoriano a través de la Secretaria de Gestión de Riesgo, genero políticas públicas para la prevención del contagio entre las que destacaban en el primer periodo el aislamiento social, la prohibición de circulación que estaba restringida a sectores de la población de salud, seguridad Al paso de la variación de la pandemia las medidas fueron variando pasando a temas de aforos en lugares de afluencia como restaurantes, bares.
Unas de las últimas medidas fueron la presentación del carné de vacunación contra el Covid-19, una prueba PCR negativa de antígeno o de antígeno a los viajeros que ingresen al país eran de las restricciones que se mantenían vigentes en el contexto de la pandemia
Este 19 de octubre de 2022, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, elimino la obligatoriedad de esos requisitos. La medida rige desde las 00:00 del 20 del 20 de octubre del 2022.
Con la eliminación de esta medida ya no quedan restricciones oficiales, sin embargo, se recomienda el uso de las mascarillas en espacios como hospitales, aulas y en el transporte público.