Por Patricio Camacho Z.
Está circulando en Ecuador “un informe técnico, elaborado por el FMI, que será entregado al presidente electo, Guillermo Lasso.
Con esta arma de propaganda, la derecha en el poder del Estado está creando un clima de incertidumbre para justificar las reformas que pretenden ejecutar al sistema de pensiones en nuestro país y que es un viejo sueño de la rancia bancocracia ecuatoriana en contubernio con las élites mundiales del capital financiero. Augusto de la Torre, neoliberal contumaz, que viene desde la dolarización con Mahua; hoy vive en los EEUU.
Durante décadas, los gobiernos de turno lo han descapitalizado al IESS; con ingentes préstamos en liquido; obligando al Instituto a comprar bonos-basura; asumir cargas financieras sin la contrapartida de financiamiento. Ahora el IESS, está abocado a una crisis y de ésta se aprovecha la derecha, para lanzarse como aves de rapiña.
En este año el Estado debía cancelar al IESS USD 15.901 millones. Desglosada en: Deuda no negociada: USD 6.806 millones. Deuda negociada en convenios y bonos: USD 9.095 millones. Por el 40% se debía cancelar en el Presupuesto de 2021, USD 1.477 millones para cubrir una parte de ese pago, pero hasta marzo no había desembolsos. Por atención de salud a los jubilados, las amas de casa y para quienes padecen de enfermedades especiales y catastróficas, USD 4.217 millones entre enero de 2012 y marzo de 2021, según el IESS. Estas son entre otras deudas que el Estado mantiene con el IESS.
A ello se deben sumar el Déficit Actuarial, que se dio por los valores no pagados a tiempo; que en cálculos preliminares está en los USD60.000 millones. Debido al impacto para enfrentar el Covid19, el IESS deberá destinar más de los USD 8.589 millones para 2021, que se presupuestó.
Según el estudio en mención, el IESS requiere tener ahorrado un patrimonio USD 80.000 millones. Pero, “para afrontar el pago de pensiones y salud, el IESS prevé desinvertir USD 1.419 millones para cubrir el hueco financiero de 2021; y sobrevivir en el 2022,”. Con este panorama y teniendo claro quiénes son los responsables de la crisis del Instituto; la pregunta es ¿las reformas que se deben aplicar deben ser aplicadas por los mismos responsables de su crisis?