Por Francisco Escandón Guevara
Finalmente, Noboa formalizó la eliminación del subsidio a la gasolina extra y ecopaís. Esa vieja obsesión neoliberal, intentada por sus antecesores, fue asumida por el presidente de cartón cuyo capital político está en juego a puertas de las elecciones presidenciales del 2025.
La decisión original fue cambiada. Al inicio el régimen pretendía un shock al liberalizar por completo el valor de las gasolinas, pero tuvo que acompasar las órdenes fondomonetaristas, a través de un sistema de bandas, que ajusta gradualmente los precios hasta llegar a los del mercado internacional.
En adelante, el valor de la gasolina fluctuará de acuerdo a la mano invisible del mercado. Habrá una primera subida de 26 centavos de dólar por cada galón; pero no será el único incremento porque el alza será progresiva y regular.
Aunque Noboa diga que el precio podrá ser hasta un 5% más caro o un 10% más barato por mes; lo cierto es que, si a julio de este año la gasolina se vendiera a 2,72 dólares, en agosto podría costar hasta 2,86, en septiembre 3 dólares, en octubre 3,15; etc. El modelo está diseñado para que siempre cueste más, es el mismo engaño que aplicaron a la nafta súper, antes del sistema de bandas costaba 2,32 (julio del 2018) y ahora cuesta 4,21 dólares por galón. ¿A alguien le queda dudas de las pretensiones del poder?
Todo dependerá dizque de la oferta y la demanda. Serán los intereses de los grandes productores petroleros y los importadores los que se impongan al momento de surtir gasolina, pues ellos regulan los precios a su conveniencia, ellos especulan en el mercado.
Ilusos los dirigentes de los transportistas que se sedujeron con los cantos de sirena de Carondelet. El cumplimiento de las compensaciones económicas ofrecidas, a cambio de mantener las tarifas, más temprano que tarde serán burladas. Basta mirar lo que ocurre con los proveedores del Estado, con los municipios y prefecturas, que están impagos por meses.
Pero el problema va más allá de los combustibles. El pueblo sabe: si sube la gasolina, sube todo. La economía popular será la más afectada, habrá más pobreza, incrementará la inseguridad y la vida se precarizará aún más.
Noboa le vendió el alma al Fondo Monetario Internacional, pronto sabremos las consecuencias. El pueblo será quien juzgue.