Por Ab. Isaac Avellán
Con bombos y platillos, en el mes de noviembre del año 2015 el ex presidente Rafael Correa Delgado, inauguró la Represa de Río Grande, apenas uno de los componentes del Proyecto Propósito Múltiple del Río Chone PPMRCH, anunciando a los cuatro vientos “que pone fin a las inundaciones” en la ciudad de Chone.
Han pasado más de siete inviernos después de su «magna» inauguración y la población de Chone sigue inundándose, tanto en el campo como en la ciudad, dejando pérdidas de vidas humanas, económicas y productivas en el tercer cantón más importante de Manabí.
Y es que el problema radicó en los graves casos de corrupción, primero contrataron con una empresa china llamada TIESIJU se construyó un campamento en el sitio la Papaya de la parroquia San Antonio y en poco tiempo esa infraestructura se echó a perder por fallas técnicas en su edificación y luego de esas irregularidades optaron por el Consorcio EQUITESA EQUITRANSA.
Esta obra inició con un valor referencial de más de 52 millones de dólares y culminó con un sobre precio de 250 millones de dólares; siendo sólo la represa de Río Grande, lo único que se construyó.
Todo el Proyecto Propósito Múltiple del Río Chone incluía: el drenaje de los ríos Mosquito y Garrapata, el encauzamiento del Río Chone y sus variantes sin afectar el ecosistema y las bondades naturales del humedal La Segua, cosa que eso no ocurrió; y, las obras de desarrollo como el Plan de Agua Potable y Alcantarillado para la ciudad de Chone en su área urbana.
Es urgente que el Proyecto Propósito Múltiple del Río Chone sea recuperado desde su planteamiento inicial, impulsado desde 1982 en el Gran Paro del Pueblo. Que sea una obra que perdure en el tiempo y les garantice bienestar y desarrollo para vivir y producir.
Es la oportunidad para que las autoridades del Municipio de Chone y la Prefectura de Manabí respectivamente, exijan al Estado y a la Autoridad del Agua, la administración de los recursos hídricos y en especial atención a las represas, para que exista una correcta regulación en el manejo de los caudales de agua y que estoy completamente seguro ha existido negligencia por parte de la SENAGUA y la EPA en las descargas de las aguas de la Represa de Río Grande afectando aún más esta emergencia que sufren nuestros hermanos chonenses.
Luego de siete años Chone sufre la misma historia: emergencia, desolación y muerte de una obra que no ha garantizado la vida de los chonenses volviendo “el fantasma de las inundaciones”; hay que poner fin al olvido y la manipulación de autoridades y contratistas que implementaron obras mal construidas con altos niveles de sobre precio reinando la corrupción e impunidad. Es hora de exigir justicia.