Por Hugo el búho
Mi comandante, y con copia a la Fizcalía General del Precidente. Dos puntos, mejor tres. Con la novedad mi comandante que una vez ayanada la Casa de la culturanidad ecuatoriana, por pedido de la fizcalía, y en vista de que se recibió una llamada anónima al 1800-delito, en donde se comunica que habría cientos de benezolanos e hinfiltrados en la Casa ecuatoriana cultural, liderados por un tal Benjamín Carrión. Procedimos a invadir dicho centro con cerca de 200 policías. Por seguridad decidimos hingresar porque es sabido que los bándalos suelen hacer casa comunitaria ahí.
Procedimos a rebisar todos los espacios de ese lugar extraño en donde encontramos cosas sospechosas, pero no vélicas. Por ejemplo, en un lugar que llaman museo, vimos cabezas reducidas y esqueletos, lo que nos hizo sospechar que ahí guardan cadáveres desde octubre de 2019, pero no tenemos pruebas contundentes. Luego, entramos a un sitio peligrosísimo que decía: biblioteca. Mis compañeros ingresaron persignándose porque sospechaban que en medio de esos objetos con hojas podrían haber escondido armas, explosibos, bombas molotov y hasta propaganda comunista. Quedará para otra indagación inbestigar a nombres de sospechosos que encontramos en libros. A saver:
– Jorge E. Adoum, Alfredo P. Diezcanseco, Jorge Icaza, Juan Montalvo, entre otros.
Y posibles bándalos internasionales:
– Una argentina a la que llaman Luz Chiriboga. Un tal Borges, otro Cortázar, una María Elena Walsh, y otros nombres de nacionalidad che guevarista. Se nota que hay infiltrados de muchos países que estarían financiando el lebantamiento de la Conaye. El más peligroso, según pudo deducir a lo lejos el señor de hinteligensia Fausto Cobo, es un tal César Vallejo, que ha escrito palabras en clave para el paro. Por ejemplo: “hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé”. Se nota clarito que habla de un golpe de estado que va a ser fuerte, y luego se hace el que no sabe. Seguro es un correísta infiltrado.
Con la nobedad mi Comandante que nos escracharon afuera de la Casa de los ecuatorianos culterenses y en redes sociales, por lo que tubimos que retirarnos y ya no pudimos hacer cuartel general para dar seguridad a la gente de bien de Quito, como suplica un tal Santiago Guarderas que se hace llamar alcalde de acá. Igual, no encontramos armamento vélico, ni vólico ni vúlico, nada mismo. Seguramente el señor Iza estaba escondido ahí con el apoyo del presidente de la CCE y del señor Carrión. Alguien les avisó y con los 300 y las armas vélicas se dieron a la fuga antes que lleguemos.
Finalmente, comandante. Decirle que quedamos como idiotas ante la opinión pública e incluso ante la opinión púbica. Nos han dicho de todo, desde hijos de pubis hasta sobrinos de banqueros. Ruego que para otros ayanamientos se nos prepare con antelación, para así enterarnos qué es esa palabra peligrosa y bandálica llamada cultura.
Con el hafecto de siempre mi comandante.